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Edgar Cortez
Martes 8 de octubre de 2019
La falta de rendición de cuentas aún subsiste en muchos ámbitos de gobierno. Un ámbito que se había resistido era el secreto fiscal, mecanismo de privilegios para unos cuantos, particularmente para un pequeño de grupo de grandes empresarios.
Finalmente, el pasado 1 de octubre el Sistema de Administración Tributaria (SAT) entregó a FUNDAR, Centro de Análisis e Investigación, A. C., una base de datos con los nombres de miles de personas y empresas a las que se condonó y cancelaron impuestos.
En el primer caso, entre los años 2007 y 2018 se condonaron 188 mil 676 millones de pesos a tres mil 624 personas y a 18 mil 263 empresas. Entre estas aparecen figuras vinculadas a la política, la televisión, al deporte, entre otros. También aparecen empresas como la Comisión Federal de Electricidad.
Sin duda que esta primera lista es importante, pero aún seguimos sin saber una parte significativa de la información, pues 201 grandes compañías tramitan amparos para que la información referente a las condonaciones recibidas no sea divulgada. A este selecto grupo le fueron condonados 101 mil millones de pesos. Aquí están los grandes beneficiarios.
Integran este selecto grupo, de acuerdo con información publicada en mayo pasado por el periódico Reforma, las empresas de Carlos Slim, Grupo Carso y América Móvil; las de Alberto Bailleres, Peñoles y Palacio de Hierro; las de Ricardo salinas Pliego, TV Azteca y Elektra; las de Germán Larrea, Grupo Minero México; las de Emilio Azcárraga, Televisa y Cablevisión. Son las grandes fortunas creadas al amparo del “capitalismo de cuates”.
Conforme se vayan resolviendo los amparos esperamos conocer el tamaño de los beneficios.
Pero también necesitaremos conocer qué fue exactamente lo que se les condonó. Tal vez fue el Impuesto Sobre la Renta (ISR) que les retuvieron a sus trabajadores, que no entregaron al SAT, recursos que posiblemente fueron a parar a alguna campaña política pues finalmente serian condonados.
La corrupción no parece tener límites y encuentra las más variadas formas de expoliar los recursos públicos.
Estos grandes beneficiarios son exactamente los mismos que controlan un tercio del Producto Interno Bruto del país y están asociados en el Consejo Mexicano de Negocios.
Este trato tan desigual lleva a numerosas injusticias. Por ejemplo el municipio de Jojutla, Morelos, no ha recibido ayuda gubernamental para la reconstrucción luego de los sismos de 2017. La razón es que el Ayuntamiento heredó una deuda fiscal, el SAT exige su pago y no se condona. En este caso la deuda impide que las personas que perdieron sus casas puedan ser apoyadas.
Este ejemplo, debería llevar a las autoridades fiscales a analizar casos específicos para la condonación fiscal. No es lo mismo perdonar a los grandes empresarios y no perdonar una deuda fiscal a uno de los municipios más dañados por el sismo e impedir el apoyo a personas cada vez más empobrecidas.
Estos privilegios sostienen y agrandan la brecha de la desigualdad.
Imagen de portada: El entonces presidente Enrique Peña Nieto y sus secretarios de Hacienda, Luis Videgaray, y de Economía, Ildefonso Guajardo, en julio de 2013 en una reunión con miembros del Consejo Mexicano de Negocios. | Foto: Presidencia de la República.
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