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ÚLTIMO PISO
Gwenn-Aëlle Folange Téry*
Lunes 13 de marzo de 2023
Que reseca la muerte no me encuentre vacía y sola sin haber hecho lo suficiente
– León Gieco
Del día de la mujer, que se convierte en mes, y que nunca llega a ser un año
Mi querido editor tal vez rechace mi texto y está bien, porque parece no ir con lo que creemos él, el peDriódico y yo. Estamos en contra de la violencia, toda ella, queda claro.
Pero creo que lo que escribo hoy no es incitación a ella, sino a la defensa.
Porque una cosa es no ser violento, y otra dejarse.
Y no podemos callar.
Vivimos en un mundo, fíjate bien, no un pueblo, ciudad o país, un mundo en el que las mujeres no valen nada. No me cites ejemplos de mujeres diplomadas, activistas, amas de casa guerreras jóvenes que hablan alto o madres que buscan a sus hijos. Por algo son ejemplos, no son lo normal, lo común, en una sociedad en la que lo que más vale es la palabra del varón, la visión del varón. Vivimos libres algunas, pero por fuerza de voluntad, no porque así sea lo cotidiano o normal. Aún en los países que se llaman a sí mismos de primer mundo, sobran las situaciones en las que el subir de puesto en la chamba implica tener sexo con algún hombrecillo y en las que golpes, violaciones y feminicidios son el pan de ellos de cada día nuestro.
No nos hagamos guaje.
Entonces, si estás en una posición en la que sufres de violencia:
Aléjate. Si no puedes en ese momento, porque tu papá es quien te da casa, tu pareja es la que te da standing social, porque los niños, los vecinos, tu mamá (Ay mamitas, cómo propiciamos nosotras que nuestras hijas se queden dónde las maltratan), porque justo te están dando una paliza, porque te han dicho tantas veces que eres bruta que crees que algo de cierto ha de tener la aseveración, espera. Yo no te voy a juzgar por quedarte, yo entiendo tus razones. Sólo, por favor, intenta hacer “algo”, lo que sea. Habla con un maestro, una compañera, ve al DIF de tu localidad, que te orienten, que te animen a salir de dónde estás. Si es demasiado el miedo, porque el maestro es compadre de tus papis, porque en el DIF trabaja tu tía o porque tienes miedo y ya, espera. Reúne tus pensamientos. En algún momento, te prometo que serás más fuerte que el pavor que sientes.
Si la violencia no es en casa, si es acoso en la chamba, en la calle, busca a las autoridades, Recursos Humanos de la empresa, policía. Nada más no vayas sola, ya sabes que en los RR.HH. vale más la palabra del agresor que la tuya y que en la delegación, o Palacio Municipal de tu ciudad, los mismos policías pueden ser peligrosos. No vayas nunca nunca a denunciar sola, lleva a tu hermana, hermano, prima, amiga, maestro, vecina. Busca la ayuda del DIF, de INMUJERES, ten sus números a la mano, aunque “nunca te haya pasado nada”, aunque no creas en ellos, no te lances como si fueras la Mujer maravilla, ésa es de un cuento.
Si estás ya en una situación en la que ves venir golpes, violación, asesinato, es probable que no te acuerdes de ningún consejo. O que no te sirvan. ¿Recuerdas cuando nos decían que lleváramos siempre un paraguas para golpear a los malos y feos, o que trajéramos las llaves en la mano? Pues bueno sería el paraguas si son varios tipos y con pistola.
Esto que te digo es porque no podemos callar, es lo que le digo a mi hija, a mis hijos.
Si ves que ya valió todo, que no hay manera de que no suceda, puedes escoger dejar que te lastimen, o violen, rezando porque no te maten, por qué no, puede ser más efectivo que lo de las llaves en la mano. También puedes decidir que no le sea tan fácil dejarte un ojo morado, abrirte las piernas o usar su cuchillo. Pícale lo ojos con tus dedos, arranca una oreja, un labio, dale de rodillazos en los testículos, araña, grita.
Ya sé, normalmente son más grandes que nosotras, lo largo de nuestros brazos no permiten llegar hasta su cara, nuestros rodillazos sólo dan risa. Pero tú muerde lo que tengas a tu alcance, si ya está bien feliz cogiéndote, jálale el pelo, déjalo calvo, agárralo de los huevos, y pellizca, jala, déjalo sin descendencia.
Si puedes claro…
Porque todo esto es en lo ideal, en el mundo maravilloso de la mujer ésa y de su látigo.
Porque en el DIF no saben qué decir si no tienes pruebas, porque tu familia te checa las llamadas, porque en INMUJERES tienen miles de expedientes, porque tu prima también tiene miedo, porque tienes que proteger a tus hijos de represalias, porque no sabes dónde ir, porque las autoridades, por la puta razón que sea, no hacen su chamba o no la hacen a tiempo, pues por lo menos, deja tu marca.
Arañazos, tanates morados, mordidas.
Y luego, si estás muerta, y según las leyes del mundo en el que creas que viene después de éste, regresa y no lo dejes ni dormir, ni comer ni reír. Persíguelo, persíguelos, hasta asfixiarlos.
Ni muerta te dejes.
Te dejo yo, además de mis sabios y no violentos consejos, la página de INMUJERES y sus datos en la CdMx
http://cedoc.inmujeres.gob.mx/
Barranca del Muerto 209, planta baja
Col. San José Insurgentes
Alcaldía Benito Juárez
Ciudad de México
C.P. 03900.
Horario: lunes a viernes de 9:00 a 17:00 horas.
Teléfono: 53 22 60 30
Correo electrónico: [email protected]
Nota:
[1] Video de Referencia: https://www.youtube.com/watch?v=Twn_Gn_cf-o
* Gwenn-Aëlle Folange Téry es pintora y escritora.
Fotos de portada e interiores: Gwenn-Aëlle Folange Téry.
3 Comentarios
Gracias
Juntas Ixchel.
Esto no me parece violencia, es lo menos que se puede hacer frente a los sin alma, aquellos seres que por la razón que sea, que no vale, se envalentonan con su fuerza bruta y nos lastiman de una y mil maneras.