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Edgar Cortez
Martes 12 de junio de 2018
Algunas fechas condensan acontecimientos sociales que perduran en la memoria colectiva. Eso sucede cuando se habla del 2 de octubre de 1968 o el 10 de junio de 1971.
Esta última fecha se conoce como “El Halconazo” o “Jueves de Corpus” pues la brutal represión sucedida ese día coincidió con esa fiesta religiosa. Pero, ¿qué fue lo que sucedió en esa fecha?
En aquel momento existía un conflicto en la Universidad Autónoma de Nuevo León, frente al cual los estudiantes universitarios del Distrito Federal decidieron movilizarse, además de sumar sus propias demandas.
La marcha arrancó en las inmediaciones de la estación del Metro Normal, al llegar a la Calzada México–Tacuba encontró bloqueadas las calles y topó con la presencia de integrantes de un grupo paramilitar conocido como “Los Halcones” quienes reprimieron a los estudiantes usando armas de fuego. Esa acción represiva tuvo como consecuencia el asesinato de jóvenes, en un número que hasta la fecha desconocemos.
Desafortunadamente este hecho represivo es uno de los muchos que permanecen en la impunidad, pues la justicia mexicana jamás hizo nada por esclarecerlo y procuró todo para asegurar impunidad a Luis Echeverría y su grupo de poder.
Dada la existencia de una justicia abiertamente omisa deberíamos considerar las herramientas y posibilidades de la justicia transicional.
De acuerdo con el Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ por sus siglas en inglés), la “justicia transicional alude a las formas en que países que dejan atrás periodos de conflicto y represión utilizan para enfrentarse a violaciones de derechos humanos masivas o sistemáticas, de tal magnitud y gravedad que el sistema judicial convencional no puede darles una respuesta adecuada.” (https://bit.ly/2fFcE8v)
Entre las diversas medidas de esta justicia transicional están las posibilidades de búsqueda de la verdad. Saber, desde la voz de las víctimas, qué fue lo que sucedió en hechos represivos como los del 10 de junio de 1971.
El mismo ICTJ señala que “los regímenes represivos reescriben deliberadamente la historia, negando las atrocidades para legitimarse”. Frente a lo cual es necesario construir una historia alterna que se puede formular desde una Comisión de la Verdad.
Actualmente en medio de las ofertas de campañas políticas, algunos candidatos ofrecen una Comisión de la Verdad para ciertos casos en particular.
Sin embargo esta perspectiva nos puede llevar a atender algunos casos individuales pero no a develar todo el entramado social y político que ha hecho perdurable la represión, la corrupción y la impunidad hasta el día de hoy.
La exigencia ciudadana debería ser una Comisión de la Verdad que investigue buena parte de nuestra historia reciente y nos permita explicar los mecanismos de represión bajo los que nos ha mantenido el régimen político existente.
@EdgarCortezm
Imagen de portada: Integrantes del grupo paramilitar conocido como Los Halcones. | Foto: Centro Prodh.
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