SOMOSMASS99
Oscar Alzaga*
Jueves 10 de noviembre de 2022
“Cuando nuestros relojes marcaban las diez horas, ninguno hablaba y todos veíamos pasar los minutos con espantosa lentitud, hasta que me llamaron por teléfono. Los primeros informes fueron de los centros de trabajo del Distrito Federal: nadie trabajaba. El paro era completo. Poco después recibimos noticias de las demás secciones en los mismos términos. Suspendieron sus labores en una admirable demostración de disciplina sindical y compañerismo. Sólo los charros estuvieron en contra, pero obligados por la circunstancia de que casi la totalidad se encontraba en paro, dejaron de trabajar…” (26 de junio de 1958)
– Demetrio Vallejo, Las luchas ferrocarrileras que conmovieron a México. Ed. MLN. 1964.
Sin duda se trata de dos grandes luchas sindicales del siglo XX: la de los ferroviarios, de 1958 y 1959, y la de los telefonistas, de 1976 a 1980, que tuvieron significativos avances de democracia e independencia, muy grandes momentos, serios problemas pero también coincidencias y diferencias entre esas luchas históricas sobre las que es oportuno reflexionar, comparar y enriquecer sus interpretaciones con la objetividad que permite el tiempo. Hemos querido dividir este cuadro comparativo de las dos luchas, en tres partes:
- a) Ubicarlas en sus respectivas épocas y contextos, ya que a 18 años de distancia una de la otra, presentan dos momentos históricos diferentes, con gobiernos distintos.
- b) Las coincidencias entre ambas también son muchas, como la trascendencia que tuvieron para sus respectivos gremios y para el sindicalismo de su tiempo es innegable: los ferrocarrileros realizaron una enorme lucha por su sindicato libre, independiente y democrático e impulsaron otras luchas sindicales de esos años, llegando a los estratégicos paros escalonados y huelgas de Ferrocarriles que paralizan el país. El 22 de abril de 1976 las operadoras de Telmex paran las labores e incomunican el país del mundo e internamente a la nación por 5 días, protestando contra el charro Salustio Salgado, que la empresa y gobierno pactaron a espaldas de las y los trabajadores bajos salarios y sin mejorar la jubilación. Después seguirían 4 huelgas nacionales: una en 1978, dos en1979 y una en 1980 en Telmex, con las que avanzarían en salarios y prestaciones, como nunca.
- c) Las diferencias también son muchas, Demetrio Vallejo organizó desde las bases obreras la lucha salarial, que ganó, y la caída de los charros que también ganó; toda su vida luchó por los trabajadores, desde 1935 hasta su muerte en 1985; en cambio Hernández Juárez, se trepó en la ola de la lucha de las operadoras del 22 de abril de 1976, estuvo en contra de las huelgas que siguieron, salvo en la de operadoras de marzo de 1989, sumándose a su decisión de realizar la huelga, contra la oposición de la empresa y gobierno a sus demandas. Además de otras diferencias que veremos más adelante.
Las dos épocas:
De 1956 a 1958 se reactivan varias luchas sindicales antes de la lucha ferroviaria de 58. Después de la inmovilidad y sumisión sindical que dejó la sistemática y brutal represión del gobierno de Miguel Alemán (1946-1952), al aplicar la violencia del ejército y los “charrazos” como principal arma contra el sindicalismo independiente, libre y de lucha que había dejado el cardenismo (1934-1940), mismo que siguió con fuerza durante el gobierno conservador de Ávila Camacho (1940-1946), como lo muestra el movimiento de huelgas en esos tres sexenios:
Lázaro Cárdenas: en su gobierno el promedio de huelgas fue de 495 anuales y de muy alta calidad: en industrias y empresas trasnacionales estratégicas, que además impulsan las grandes reformas cardenistas, que forjan los mejores contratos colectivos y crece la sindicalización nacional al 300%, de 300 mil trabajadores a 900 mil en ese sexenio.
Ávila Camacho: en su gobierno el promedio anual de huelgas fue de 386, porque pidió en la guerra el sacrificio laboral de no revisar en 2 años los aumentos salariales, lo que aumentó la protesta obrera, como el caso de la huelga general de 40 días del Sindicato Minero (1944), por la intransigencia de ASARCO, ya que para esa empresa yanqui la guerra fue un gran negocio.
Miguel Alemán: el promedio de huelgas anual fue de 112, fue bajando su número durante el sexenio debido a la brutal represión a sindicatos que llevó a cabo mediante los “charrazos”, con la destitución de las directivas e imposición de otras subordinadas al gobierno y al PRI: en petroleros fueron dos “charrazos”, en 1946 y 1949; en el SNTE, en 1949; en mineros, 1950-1951, rematan con la Caravana de Nueva Rosita, Cloete y Palaú; en ferroviarios, 1948, fue el más violento por la resistencia obrera; en textiles dos “charrazos”, en 1948 y 1950; en la ANDA, en 1950; azucareros y cañeros, 1947 y 1949, y otros. Además, el gobierno ataca hasta destruir a la Central Única de Trabajadores (CUT), integrada por ferroviarios, mineros y petroleros, doblemente independientes: en cada sindicato y en la central. Fue un gobierno de derecha y proyanqui, vocero de la “guerra fría”, que introdujo en el país el anticomunismo como acusación contra los sindicatos autónomos y la oposición política del PRI.
Esa herencia la recibe el sindicalismo de los años 50 durante el gobierno de Ruíz Cortines (1952/58). En 1952 el SME se sacude del charro Rivera Rojas con el movimiento de Verónica; el magisterio avanza de 1956 a 1960 en la sección 9 del DF; los telefonistas promueven el Movimiento Restaurador de 1958-1962; avanzan los petroleros en la democratización de las secciones 34 y 35 del DF, y telegrafistas abren el año de 1958 con su lucha salarial y democrática. En 1960-61 el Sindicato de DINA lucha por separarse de la CTM y logra ser independiente y democrático en sus áreas; automotriz, siderúrgica, fábrica de camiones y carros del metro y tractores agrarios; el 4 de agosto de 1958 se funda la Asociación Nacional de Pilotos de Aviación (ASPA) y para el 23 de enero de 1959 realiza su primer paro de labores, por despidos injustificados de pilotos.
En ese marco de renovación sindical surge, crece y termina la lucha ferrocarrilera en dos años, como la mejor organizada y de mayor fuerza, que rápidamente se pone a la cabeza de todos, pero que fue brutalmente reprimida, con más de 10,000 obreros detenidos en cárceles y campos militares en marzo de 1959, como veremos más adelante.
“El gobierno de López Mateos no se hubiera propuesto romper la espina dorsal del sindicato ferrocarrilero, dislocarlo y pulverizarlo si al mismo tiempo no se propusiera dislocar, pulverizar, desmoralizar al apenas renacido, movimiento sindical y obrero independiente, representado por maestros, telegrafistas, telefonistas petroleros y hasta cierto límite, por electricistas, movimiento a cuya vanguardia supo colocarse, por propio y legítimo derecho, el sindicato ferrocarrilero.”
– José Revueltas, Enseñanzas de una derrota. Abril de 1959.
Similitudes y diferencias entre Ferroviarios de 1958 y telefonistas de 1976
A primera vista hay varias similitudes entre las dos luchas: ambas tumban al líder y comités ejecutivos charros con motivo de la negociación del contrato colectivo de trabajo (CCT), salarial en Ferrocarriles (FFCC) y completa en Teléfonos de México (Telmex); ambas eran empresas públicas, una estatal desde 1937 y otra, el 51% desde 1950; ambas fueron de origen extranjero; en las dos sus trabajadores logran un gran movimiento sindical, hasta espectacular a ratos, cuando con los paros escalonados y huelgas en FFCC obligan a negociar al gobierno, la empresa y los charros; primero los salarios y luego la elección democrática por voto secreto, con los auténticos representantes sindicales -Vallejo con delegados en 1958 y Vallejo con el nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN), ya en 1959-.
La otra lucha, cuando las operadoras paran el servicio telefónico el 22 de abril de 1976, y dejan sin comunicación al país con el mundo e internamente al país, por 5 días, logran pactar con el gobierno el referéndum democrático que por voto secreto de la mayoría destituyen a Salustio Salgado y su CEN charro y lo sustituye Francisco Hernández Juárez (FHJ) y los comités nacional y locales electos por las bases. Después habrá 4 huelgas nacionales en Telmex: en 1978, una en marzo y otra en abril de 1979, y la última en 1980, que aumentan substancialmente los salarios y prestaciones.
Temporalmente, triunfan las dos luchas sindicales: una, el 1 de julio de 1958, después de los paros escalonados del FFCC, que aumentan 2 horas cada día; de 2 horas el primero y 12 horas el último, entonces la empresa y gobierno aceptan negociar el aumento salarial del Plan del Sureste de la Comisión y no la propuesta del CEN charro. Además, los ferroviarios tuvieron la solidaridad de muchos sindicatos. El 28 de agosto de 1958 gana el referéndum electoral Demetrio Vallejo y su CEN a los charros, por voto secreto, libre y directo; claro, después de la presión de los paros escalonados que el 2 de agosto llegan a la huelga total del sistema de los FFCC, pese a las amenazas y represión del 10 julio al 2 de agosto, en la que el gobierno reprime y asesina a 3 dirigentes sindicales. Del 7 al 22 de agosto se llevan las elecciones por voto secreto. El día 22 se da el resultado: 59 mil 759 votos para Vallejo y 9 para sus contrincantes, una votación histórica en México y el mundo.
En marzo de 1959 vendrá la represión, anotando que el 1 de enero de 1959 triunfa la revolución cubana y crece como nunca la histeria anticomunista en México y el mundo, y que el 19 y 20 de febrero de 1959 el presidente de EUA se entrevista con López Mateos en Acapulco.
La otra lucha, con la fuerza del paro telefónico de operadoras internacional y nacional del 22 de abril de 1976 imponen al gobierno el referéndum (propuesto por el abogado) que gana el CEN encabezado FHJ el 11 de mayo.
En los años 70, había ocurrido poco antes el movimiento estudiantil de 1968 y 1971, la mayoría del nuevo CEN eran jóvenes estudiantes de esos años. En 1971 surge el sindicalismo universitario de la UNAM que protagonizó la huelga de 79 días para lograr el CCT del STUNAM; la segunda huelga, en 1975. Surgen en todo el país sindicatos del gremio universitario. En 1972 surge la Tendencia Democrática (TD), al fusionar el gobierno a dos sindicatos en uno, ambos en CFE, el Sindicato de los charros de la CTM tendrá el apoyo oficial y la TD será la oposición democrática en una lucha entre las dos tendencias. Los charros expulsan en 1975 a los líderes de la TD y el 1 de mayo de ese año el SME marcha junto con los obreros de la TD, con cerca de 40 mil electricistas que cimbran el zócalo. Fidel Velázquez cita después a 200 mil obreros de la CTM. Pero la confrontación CTM y TD llega al colmo con la represión y despidos oficiales contra la TD y a favor de los charros, entonces la TD propuso estallar la huelga el 30 de junio de 1976, pero por la represión y debilidad de la TD no se llevó a cabo y se fue desintegrando.
Hubo más huelgas y luchas en todo el país: en el Monte de Piedad en 1977-78. De 1979 a 1983 se consolida la CNTE del magisterio. En GM la huelga de 106 días de 1980; la lucha obrera de Tremec, en Querétaro, que en asamblea desconocen al líder impuesto por Fidel Velázquez, Arturo Romo, y lo corren, pero después Fidel recupera con violencia el sindicato para la CTM. En 1972 surge la UOI del abogado Ortega Arenas, con sindicatos de VW, Nissan, Dina, Euzkadi, Acros y otros.
Después de 11 años de cárcel, en 1970, sale Vallejo y organiza inmediatamente el Movimiento Sindical Ferrocarrilero y la lucha por la democratización del gremio, que tomó fuerza en poco tiempo:
“He recorrido 30 de las 39 secciones sindicales del país. Me han invitado los compañeros. He notado que por lo menos el 90 o el 95 por ciento de ellos están descontentos con sus dirigentes sindicales, que no los defienden. Me han pedido que organice un movimiento y ya lo he hecho.” (…) “Uno tiene sus convicciones, uno sabe que la lucha es el camino. Y cuando los compañeros lo piden, como lo han pedido, no podemos echarnos atrás.”
– Demetrio Vallejo, entrevista Excélsior, 5-I-1971.
Ambos eran sindicatos nacionales de industria, claves en la economía nacional, que utilizaron su materia de trabajo como medio de comunicación entre los mismos agremiados: a través del ferrocarril se movilizó la base y delegados para obtener el apoyo mayoritario de las bases, para ganar el aumento salarial en FFCC, y a través del teléfono y conmutador para ganar a las bases de Telmex, para la caída del charro Salustio Salgado, diputado del PRI y aliado de la CTM.
Las primeras planas de prensa se ocuparon de ambos movimientos sindicales: de ferroviarios en 1958/59 y telefonistas 1976, 77, 78 y 80.
Las diferencias de fondo de las dos luchas:
La más importante radica en sus dirigentes: Vallejo organiza a los ferroviarios desde la base y es reconocido como el líder principal de la lucha; FHJ en asamblea del 23 de abril de 1976, en ausencia del líder que quería la mayoría, es propuesto y gana la elección al charro por la fuerza del paro total de operadoras. Vallejo y los ferrocarrileros serían reconocidos por las demás luchas sindicales como la cabeza de esos años.
Los telefonistas siempre han vivido divisiones, unas promovidas por el propio FHJ, como fue antes de la huelga del 25 de abril de 1978, cuando el abogado Jesús Campos Linas llama la atención a todos los telefonistas de que esa división a los únicos que beneficia es a los oligarcas de Telmex: “que se estarán bañando en champagne de ver a los telefonistas peleándose, un mes antes de la revisión del CCT”. Contra la voluntad y postura de FHJ estalló la huelga de 1978. Las operadoras lograron en marzo de 1979 una huelga histórica, tras de si logran el apoyo de los y las telefonistas de otros departamentos de Telmex, creando por primera vez su convenio departamental, el único que faltaba en Telmex, que era del departamento más grande con 9 mil operadoras. Fue otra gran huelga.
Desde 1935 cuando surgió la CTM, Vallejo participa en el sur de Veracruz en la organización independiente y democrática de los trabajadores, llegando a ser líder de la Federación del Sur de Veracruz de la CTM, delegado en 1937 y secretario general en 1942, cuando la CTM era democrática. En 1954 inicia su labor sindical en FFCC. Y su última obra sindical fue la lucha de los obreros de Pascual en 1982, que los lleva al triunfo y que sus indemnizaciones fueran la base económica de la Cooperativa Pascual; los consejos de Vallejo sirvieron para evitar la corrupción e imponer la disciplina, logrando competir con las refresqueras más poderosas del mundo: Coca Cola y Pepsi Cola, resistiendo con dignidad. 40 años después, Pascual es una cooperativa ejemplar.
FHJ tuvo como asesores y consejeros externos al conservador José Ma. Alponte y a Mateo Lejarza el “Cepillín”, luego, en 1982, acudió a Fidel Velázquez. En 1990 apoyó la privatización de Telmex, en México y en foros internacionales como en Colombia, en el que Lejarza a nombre del STRM apoya las privatizaciones y Arturo Figueroa, por la oposición, las rechaza porque solo sirven a los oligarcas, como la historia de México lo ha demostrado. Hoy sigue apoyando a SLIM en la entrega de la materia de trabajo de Telmex a subsidiarias y a América Móvil, a la vez que estalla prórrogas, no huelgas como fue de 1976 a 1980, y apoya al Slim en volver las jubilaciones de las y los telefonistas en acciones de Telmex, para ayudar al oligarca.
Vallejo, en cambio, siempre luchó contra las tarifas de FFCC que favorecían a las empresas extranjeras y a los grandes monopolios, sin permitir que el ferrocarril nacional reinvirtiera sus ganancias y lograra la modernización del sistema nacional. Era un auténtico nacionalista de la economía mexicana.
* Abogado del Sindicato Minero y la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas (ALAL), y la Asociación Internacional de Juristas Democráticos (AIJD).
Foto de portada: Investigación e Innovación Educativa.
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