SOMOSMASS99
Agustín Ramírez Agundis*
Miércoles 25 de septiembre de 2019
Con frecuencia nos encontrábamos en La Alameda, al anochecer, generalmente estaba en ese lugar paseando a sus tres mascotas, el Topillo desde luego, su favorito. La plática, espontánea y fluida, de manera natural se dirige siempre a los temas que tanto le interesan: la cultura, el arte, los problemas sociales, la política. De los dos primeros manifiesta el dominio propio de una sólida formación y una profunda vocación. De su charla es fácil deducir que su dedicación a las artes plásticas tiene varias facetas: creador, formador, organizador e innovador.
Como creador, su conversación de inmediato da cuenta de un amplio y profundo dominio de las técnicas pictóricas, lo mismo del mosaicismo, especialidad que ha trabajado ampliamente; la restauración es también una actividad en la que tiene mucho conocimiento y gran experiencia. Todo ello no es casual, es consecuencia de varios años de estudio, primero en la Escuela Nacional de Pintura La Esmeralda y luego en la Academia de San Carlos, en la Ciudad de México.
Ha compartido su experiencia y sus conocimientos a través de la actividad docente en varias escuelas de arte, siempre con una actitud generosa y de preocupación permanente por las condiciones socioeconómicas de sus pupilos.
Uno de los proyectos que más recuerda es el de haber fundado, junto con algunos socios, la empresa Mosaicos Bizantinos en la ciudad de Cuernavaca, siendo la primera en nuestro país dedicada a la fabricación de ese elemento esencial del arte mosaicista. Es también fundador de la Asociación Plástica Celayense y promotor de los trabajos de rescate del Kiosco de la Alameda para ser dedicado al arte.
En el ámbito de lo social en todo momento manifiesta una arraigada inclinación por atender los problemas de la gente, con una preocupación muy sentida ante la situación de pobreza y desigualdad que impera en nuestra sociedad. Su pensamiento no se queda en lo abstracto, lo concretó a través de su trabajo durante casi una década como promotor e impulsor de cooperativas de artesanos en comunidades del Valle del Mezquital en el estado de Hidalgo. Allí, además de fomentar la organización de los artesanos, pone a su disposición estampas y dibujos creados por él para ser utilizados en sus trabajos.
Su nacionalismo se expresa de manera intensa cuando lo escucho hablar en defensa de la escuela mexicana de pintura y de los embates a los que ésta ha sido sometida desde el exterior, como una manera de erosionarla por ser uno de los baluartes de nuestra cultura y, por lo tanto, de nuestra independencia. En la conversación surge a cada rato Siqueiros, su obra y su posición política. Sin ninguno indicio de presunción, recuerda con orgullo el haber colaborado con Siqueiros, José Chávez Morado y Carlos Mérida. Expresa también su admiración por Jorge González Camarena, como exponente destacado del muralismo mexicano.
Su carácter, su trato, en particular su sinceridad para expresar cortésmente sus desacuerdos, su interés por estar al tanto de los sucesos políticos y sociales, su inclinación a expresar de manera directa y elocuente sus puntos de vista, su respeto por la naturaleza y el cariño por los animales, no dejan lugar a dudas, es un hombre que ha alcanzado la plenitud.
Me estoy refiriendo al maestro Jesús Oñate Moreno (Chucho), entrañable compañero integrante del Colectivo Miguel Hidalgo y articulista de nuestro boletín, el que ha enriquecido con sus valiosas contribuciones en la sección El Arte un Sendero a la Plenitud.
A través del trabajo conjunto en el seno del colectivo constatamos también su consistente posición política, su actuar propio de una persona plena, con una declarada posición nacionalista, tanto en el ámbito artístico como de la vida en general, manifiesta en su constante preocupación por preservar la soberanía de la nación mexicana y por superar la profunda desigualdad que afecta a nuestra sociedad.
Chucho eligió el 20 de septiembre de 2019 para emprender el viaje a lo más alto del Cosmos, tema que él abordó durante más de 15 años para manifestar su creatividad, su conocimiento y dominio de las técnicas del arte pictórico, su contribución para innovar en ese campo, así como su posición filosófica respecto a la creación del Universo.
Desde allá nos seguirá compartiendo sus ricas experiencias.
* Esta es una colaboración del Colectivo Miguel Hidalgo de Celaya, Guanajuato, al que pertenece el autor.
Foto de portada: El maestro Jesús Oñate Moreno en una imagen de la Universidad de Guanajuato.
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