SOMOSMASS99
Juan Manuel Chabolla Romero*
Miércoles 22 de marzo de 2023
En una vieja libreta estoy releyendo algunas anotaciones que hice acerca de un librito que escribió Luis Villoro y que curiosamente le publicó el Tecnológico de Monterrey.
El tema es la comunidad y a continuación transcribiré lo que dice el autor, sin que sean citas textuales, pero que fácilmente se pueden cotejar con el texto original:
- A diferencia de la sociedad, donde prevalecen los intereses particulares, la comunidad se dirige por el interés de un todo. Sólo cuando los sujetos de la comunidad incluyen en sus deseos lo deseable para todos, la comunidad se realiza cabalmente.
- La comunidad tiene como fundamento el servicio, no el cálculo del beneficio propio; pero el servicio ha de ser recíproco, nadie está dispensado de él pues es el signo de pertenencia a la comunidad. En este ámbito comunitario el servicio es aceptado libremente porque de otro modo sería servidumbre, opresión.
- La comunidad no renuncia a la afirmación de la propia identidad personal, pero intenta otra vía para descubrir el verdadero yo: la apertura a lo otro y a los otros.
- La comunidad respeta la pluralidad de fines y valores que cada persona individual se plantea, pero también postula fines y valores comunes que cada quien tendrá que hacer suyos.
- En el don de sí que supone el servicio en una comunidad pueden crecer virtudes sociales hoy en día casi olvidadas: generosidad, desprendimiento, abnegación, fidelidad, solidaridad, humildad y, la más alta de todas, fraternidad.
- Sin embargo la comunidad es inestable y vive amenazada por dos escollos antagónicos: a) el individualismo y b) el colectivismo cuyas exigencias pretenden anular la libertad individual.
- La comunidad sólo existe allí donde cada servicio es, a la vez, un paso hacia la realización personal más plena.
- En todos los tiempos han existido espacios de relaciones humanas donde pueden construirse comunidades; el más común es la familia. Con o sin contrato matrimonial, allí puede construirse una comunidad basada en el amor recíproco en la que cada individuo enriquece su identidad personal, sin eliminarla, al hacer suyo el interés del todo familiar.
- También han existido las comunidades religiosas y aquellas que tienen relación con un poder político. Un ejemplo lo tenemos en México con las comunidades indígenas; aquellas comunidades originarias que, a pesar de la colonización de varios siglos y de la modernidad del México independiente, han conservado un ideal de convivencia que orienta y da sentido a los usos y costumbres locales, aunque no se realice plenamente.
- Las decisiones se toman en asambleas en las que participa toda la población, y son moderadas por un «consejo de ancianos». Al final se logra un consenso del consejo expresado por la palabra nosotros.
- Este ideal no siempre se ha realizado ya que la convivencia de quinientos años con una concepción diferente del poder, la fragilidad de los pueblos indígenas que subsisten, la corrupción, el ansia de enriquecimiento de caciques locales y grupos de interés económico, pervierten con frecuencia el espíritu comunitario.
- De acuerdo con testigos confiables internos y externos, esto no ha ocurrido en la comunidad zapatista de Chiapas.
Bibliografía:
Villoro, Luis (2001). De la libertad a la comunidad. México. Tecnológico de Monterrey. Editorial Ariel.
* Esta es una colaboración del Colectivo Miguel Hidalgo de Celaya, Guanajuato, al que pertenece el autor.
Imagen de portada: Luis Villoro. | Foto: UNAM.
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