Memorias, identidad; despojos: la Piscina Molitor
Tarik Torres Mojica
Existen lugares que se transforman en emblemáticos por lo que sucede en ellos; sólo basta nombrarlos para que ciertas ideas, vivencias o afectos tomen forma. Algunos ejemplos son Waterloo, símbolo de victoria o derrota –depende desde dónde se le vea–; el Rubicón, es visto como muestra del arrojo y la valentía; Roma es señal de lo eterno, de lo universal, del poder imperial y divino. Se trata de espacios cargados de sentido no por ser atractivos en sí, sino porque las personas, las comunidades, vemos en ellas señales que nos dicen algo de nosotros mismos y le dan sentido a nuestra historia.
Estas cavilaciones me vinieron a la mente hace poco, cuando leí una nota en el periódico El País, de España, en la que se hablaba de un lugar llamado Piscine Molitor, que se encuentra en la ciudad de París. Al inicio, el nombre me resultó un tanto familiar, y cuando hice memoria, finalmente di con la referencia: en la película Una aventura extraordinaria (Life of Pi, 2012), el personaje central es llamado “Piscine Molitor” porque su tío había estado en París y contaba que había tenido la oportunidad de echarse un chapuzón en ese lugar que parecía mágico.
A partir de la nota aparecida en El País comencé a reunir datos sobre aquel lugar; así fue como descubrí una historia fascinante, que me hablaba de un edificio notable por su diseño pero, también, por las memorias que en él se encerraban: La Piscina Molitor es un complejo de diseño art decó que se construyó hacia el año de 1929. El día de su inauguración, en sus aguas nadó y fungió como un salvavidas de lujo Johnny Weismüller, quien años después sería recordado por interpretar a Tarzán y que en ese momento era famoso no por hacer que los animales de la selva lo obedecieran sino por ser un imbatible campeón olímpico.
El 5 de julio de 1946 en esa alberca se presentó al mundo el primer biquini moderno. Esa diminuta prenda, en su momento considerada como inmoral por mostrar de más, ante la falta de una modelo “decente” y “profesional” que se atreviera a someterse al escarnio público, tuvo que ser modelada por Michelle Bernardini, una bailarina nudista del Casino de París.
La Piscina Molitor supo ganarse un lugar en la memoria y afectos de los parisinos debido a que en sus aguas se reunían familias y jóvenes que iban a dejarse ver, cortejar y dejarse cortejar; era un magneto que aglomeraba generaciones, que, por los recuerdos de quien la vivieron, era percibido como un símbolo de libertad y felicidad. Y como muestra, ahí está una extensa galería fotográfica que muestra cómo, no obstante el cambio de los tiempos, cada generación halló la manera de apropiarse del local.
1989 fue un año notable por haber presenciado la caída del muro de Berlín. Nacía un nuevo mundo. Es curioso, pero también en ese año La Piscina Molitor cerró sus puertas al público: el local había envejecido a tal grado que las autoridades consideraron que no había condiciones para que continuara dando servicio. Pero ahí no paró su historia: en 1990 el edificio adquirió el estatus de monumento histórico, y aunque no se hizo nada porque recuperara su función ni hubo esfuerzos por restaurarlo, en los subsecuentes 25 años se le usó para la realización de raves y como galería de street art.
En el año 2007 comenzó una nueva metamorfosis de la Piscina Molitor. Después de varios años de abandono, las autoridades municipales de París decidieron revivir el local, pero optaron por dejar ese trabajo en manos privadas. Así fue como un grupo empresarial tomó en sus manos las labores de reconstrucción y restauración.
Y así, siete años después y luego de 80 millones de euros invertidos, los parisinos se encontraron con que la piscina se había transformado en un hotel de lujo. Desde mayo de 2014, en las aguas de la Molitor sólo pueden entrar aquellas personas capaces de pagar entre 300 y 800 euros por quedarse hospedados, o aquellos que logren ser parte de un exclusivo club conformado por mil miembros que habrán de pagar 3300 euros al año, o aquellos que tengan en la bolsa 120 o 180 euros sólo por el gusto de echarse un chapuzón.
Es cierto que la Piscina Molitor nunca fue un local de acceso económico: en los años sesenta entrar en sus aguas era 20 veces más caro que cualquier otra piscina pública; no obstante, las actuales condiciones la vuelven un lugar prácticamente prohibido para casi cualquiera: ahora la entrada es 60 veces más costosa.
En París no han faltado las protestas por el cambio de vocación que ha sufrido la Piscina Molitor. Ante la ola de las críticas, los empresarios que invirtieron en la construcción del nuevo hotel argumentan que son ellos, y nadie más, quien tiene el derecho de poner las condiciones que consideran adecuadas para recuperar y cuidar la inversión que han hecho. La municipalidad de París ha dicho que es prácticamente imposible hacer algo por cambiar las condiciones impuestas por la iniciativa privada; hay un contrato firmado que cede el uso del local por 54 años. Y ahí están los memoriosos, los nostálgicos que sienten que los han despojado de la Molitor, un lugar que sienten que es suyo porque es el espacio que le ha dado forma a sus vidas y que está impregnado de varios buenos momentos, imágenes y recuerdos.
Tal vez para usted y para mí, la Molitor no sea más que una anécdota curiosa, pero para otros, quienes la vivieron y por generaciones la disfrutaron, ese lugar es un símbolo de libertad, felicidad y fraternidad. Tal vez por ello ese rumor logró llegar hasta nosotros, por medio de un filme, por fotografías y a través de testimonios que conducen a la pregunta de cuál es el verdadero valor de un edificio cuando está lleno de significados; quién tiene derecho sobre él cuando también ahí están encerradas las memorias que le han dado forma a una comunidad; cuál es el precio de un recinto que le ha dado forma al presente de una ciudad.
Nota: si tiene curiosidad por saber más sobre la historia e imágenes de la Piscina Molitor, visite las siguientes páginas de internet:
http://www.piscine-molitor.com/index_eng.html
http://www.theverge.com/2014/5/25/5744398/piscine-molitor-pool-reopens-in-paris
http://www.bbc.com/news/magazine-27467722
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/08/09/actualidad/1407613569_671839.html
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