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LA COLUMNA ROTA
Frida Guerrera*
Martes 10 de diciembre de 2024
Una carta del dolor, líneas diferentes desde la ausencia, con un dejo paradójico de dolor y calma. El pasado 4 de diciembre de 2024, luego de cinco años, Selene y Víctor lograron justicia para su hija.
Dulce Lilián Pillado Ramírez tenía 20 años. Era madre de un pequeño de tres años que fue testigo de su feminicidio. El 1 de agosto de 2019 fue asesinada dentro de su departamento en Coacalco, Estado de México, frente a su pequeño.
El 24 de enero de 2024. Después de casi cinco años de impunidad, se logró la detención y vinculación a proceso de Abraham Mesino Hernández, su esposo y padre de su hijo. Este 4 de diciembre de 2024 le dictaron sentencia de setenta años de prisión por el feminicidio de Dulce Lilián.
Hoy Víctor, padre de Dulce, justo después de obtener esta sentencia redacta lo siguiente:
Quiero empezar esta carta recordando el año de 2004. Mi hija Dulce tenía 5 añitos, le pidió a Santa Claus un pollo rostizado, y, “Santa Claus”, lo metió en una cajita, ese fue el regalo de Santa, para mi Dulce.
De ahí me remonto a un año más reciente, fue el año de 2018, nos reunimos en la casa de mi madre, ahí se acostumbra a arrullar al niño Dios, a cenar. Fue el último año que vi a mi hija en esa Navidad, porque conviví con ella, fue la última Navidad.
Era hermoso poderla abrazar, deseándole feliz Navidad, que fuera inmensamente feliz. Nunca creí que a partir de ahí ya no iba a haber otra Navidad similar. Sí, ya no es igual. Me falta mi hija.
De ahí en adelante, cada Navidad que pasa, mi esposa y yo nos abrazamos. Pero nos falta algo. Nos falta ella, nos falta su sonrisa, nos falta su vida, nos falta su amor. Ya no es lo mismo: ya no es una Navidad feliz, es una Navidad que sigue como cada año, llena de soledad y recuerdos.
Han pasado cuatro Navidades y ya nada es igual. Porque se acabó esa chispa: se acabó esa vida. Me arrebataron a mi hija y ya no hay Navidad, ya no hay Año Nuevo, ya no hay cumpleaños. Sólo es tratar de sacar la vida adelante, espero algún día poderla volver a abrazar. Decirle Te Amo. Es entonces, yo creo, que, volverá a existir una Navidad nueva, una Navidad como la que había antes.
Quiero terminar esta carta diciendo: «Te amo, me haces mucha falta, y, que, esta Navidad como hace cuatro años, no es lo mismo sin ti. Ese miserable nos arrebató, todo.
Víctor, tu papá.
En esta ocasión esta carta de dolor va acompañada de algunas líneas de la vocera de las Voces, Verónica Urbán, quien con amor y profundo respeto se encarga de mantener en la memoria y en nuestros corazones, a través de los memoriales y cumpleaños de las Voces, a cada una de ellas siempre vivas. También es la que, amorosa, redacta las sentencias que se han logrado desde las Voces de la Ausencia. Porque el logro de una es un logro para todas:
Desde las Voces de la Ausencia. La familia de Dulce Lilián expresa su agradecimiento a Dios, a FridaGuerrera, a todo su equipo de apoyo, a Ricardo Islas, pues, gracias a su soporte, hoy pueden gritar que se hizo justicia para Dulce Lilián.
También desean agradecer a la fiscalía Especializada de Feminicidios, del Estado de México. Por asignar a la Lic. Jazmín, ministerio público, y a la Comisión de Atención a Víctimas, por mantener personas tan comprometidas y valiosas como el asesor jurídico, el Lic. Édgar. Ambos competentes y comprometidos para lograr una sentencia justa.
Gracias.
Diciembre 2024
P.D. Cada uno de los textos expuestos en este espacio, son con autorización y acompañamiento de las víctimas. Porque sólo somos, la extensión de su grito de justicia.
¿Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo de una mujer víctima de feminicidio o desaparición? ¿Eres sobreviviente de una relación violenta o intento de feminicidio? Búscanos, ayúdanos a visibilizarlas y a contar sus historias: Voces de la Ausencia.
* Comunicadora libre, bloguera mexicana.
Facebook: FridaGuerrera Guerrera
Voces de la Ausencia @VocesDLAusencia
Imagen: Vía Frida Guerrera.
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