SOMOSMASS99
ÚLTIMO PISO
Gwenn-Aëlle Folange Téry*
Lunes 9 de octubre de 2023
Eso no son estrías, son rayas de tigre
– Jonathan Kweku Awotwe-Mensah[1]
Te he platicado de mis arrebatos antojadizos al ver a ciertas personas, por la calle o en un barco. Ciertas pantorrillas desnudas me dejan sin aliento y hace poco más de un año, las axilas melenudas y sudadas de una pelirroja me hicieron apretar las piernas, ¿te acuerdas?
Ahora hay mucho la onda de no rasurarse las axilas, para las mujeres. Imagino, por lógica y congruencia, que tampoco de depilarse el pubis y las piernas, pero no me he enterado. Y sí, parece contradictorio que los hombres se estén desvellando y las mujeres estén dejando sus folículos pilosos vivir a gusto, pero así somos ¿no?
Y se me antoja gacho.
No lo del pubis, al mío nunca lo he torturado para seguir ondas. Y lo de las piernas ya lo hice, hace unos cinco años, y si te acuerdas, hasta te compartí que fui midiendo cada pelito para ver si dejaban de crecer en algún momento.[2]
Lo que se me antoja es lo de las axilas velludas, sudorosas y olorosas.
Luego medio me controlo, porque mis vellitos se han vuelto delgaditos y grises, porque mi sudor mancha mis camisas y porque… porque no me siento sexy ni en imaginación.
Aunque sí decidí que al llegar el invierno, desde el otoño casi, que al usar ropa más abrigadora podría hacer el intento. Total, sólo me vería el espejo. Y chance el mareado si abre los ojos.
Me imagino igual que Emma Thompson, en la película de “Buena suerte, Leo Grande”, desnuda solo mirándome, sin juzgar, sin pensar, vaya sin admirar siquiera. Sólo mirar, sin tratar de cambiar nada, de regresar o avanzar el tiempo. Y se me antoja, caray, ¡cuánto se me antoja!
Y claro que no puedo, lo de mirarme sin juzgar, que lo de dejar crecer es como no pasar por el jardín un rato y luego ir a checar qué sobrevivió y si las hierbas crecieron por encima del roble del fondo.
Porque sólo veo carne caída.
Ni siquiera aventada sobre la cama, aventada sobre el tapete, solamente caída.
Muslos arrugados que tapan la parte interna de las rodillas, y estrías, muchas. Granos verrugosos que antes no existían.
Panza caída, tapando el pubis, -ja, no se ve el pobre, con o sin pelos-, ombligo estirado en vertical, tiene forma de aguacate despanzurrado, y estrías, un chingo: han sobrevivido las de mi adolescencia, de mis embarazos, de mis varias veces de pesar más de 100 kilos. Cicatrices, muchas.
¿Las nalgas? Caídas, con estrías, granos que tampoco antes existían – ¿qué onda con esas cosas? -, y estrías.
La espalda no se ha caído, tantito debajo de los brazos nomás, y no tiene estrías, pero cicatrices sí, varias.
Mis senos son lindos, la verdad, me gustan. Sí caídos, pero ellos desde que empezaron a crecer pensaron que la mejor ruta era pasando por el sur, así que nos conocemos desde siempre. Usaría de buena gana escotes profundos si no tuvieran tantas… estrías.
¿La papada? Ella es resistente. Me dijo un doc que todos los hijos de mi papá heredaron de no sé qué ganglios inflamados y que, aunque fuéramos flacos como palos, la papada vino y se queda. No tiene estrías, más bien le ha dado por parecer zarzo de guajolote. Tiembla como gelatina si me agito.
Los brazos. Pues sí, adivinaste, caídos y con estrías.
No te me equivoques. Mi cuerpo me gusta mucho. Sus formas, su vibra, sus tatuajes, sus cicatrices. Tengo de hecho una cicatriz que me cae bien, me gusta su caminito por mi vientre. Pero eso es cuando no hay espejo. Frente al espejo sólo veo estrías. No soy ni Emma Thompson ni es esto una película. Y así es, ni bueno ni malo.
Regreso a la posible vellosidad axilar.
Ha estado haciendo calor.
Y es importante porque estamos en octubre.
En octubre, acá por mis lares, ya uso suéter por las tardes y me pongo pantalón. No ando con vestidos cortos ni en chanclitas playeras. Y mucho menos salgo con el cabello suelto, por lo de la sudada, o con axilas erizadas de púas. Pero está haciendo calor.
Así que no he empezado el experimento.
Lo que sí hice fue salir sin brasier. Eso está de moda también, y me parece lógico, si andamos al natural en lo piloso, pues andemos igual en lo mamario, ¿no?
Sí iba consciente de mi cuerpo, más cuando entramos al aire acondicionado del súper, caray, los pezones se descayeron y apuntaron bien derechito bajo mi vestido.
Fuera de eso, nadie me miró, nadie vio, nadie nada, bueno, ni el mareado.
Y fue una lástima porque había elaborado dentro de mi cabeza un escenario muy padre: un hombre, -tenía que ser hombre-, diciéndole a su acompañante que qué onda con esa señora sin bra, que si se cree chavita o qué. Y yo habría contestado Usted trae algo colgando más seguido que yo y nadie le dice nada.
O me tuvieron miedo, después de todo soy una vikinga grandota, o me tuvieron respeto, o de plano… nadie me miró, no soy tan mirable allí, se me mira a los ojos sin que tenga yo que pedirlo.
En fin…
Te mantendré al tanto del aspecto de mis axilas.
Que, pensándolo bien, será igual que los senos libres, nadie se fijará, porque nadie los verá, porque están siempre cubiertas por la carne flácida y caída de mis brazos… estriados.
Notas:
[1] Música. Porque este hombre dice que “él no es como era, y que el camino recorrido ha sido largo”.
[2] Recuerdo el resultado de mis observaciones altamente científicas: el vello de mis piernas fue creciendo a una velocidad con coeficiente negativo, crecía más y más lento, nunca me pude hacer trenzas.
* Gwenn-Aëlle Folange Téry es pintora y escritora.
Foto de interiores: Gwenn-Aëlle Folange Téry.
Ilustración de portada: Reconciliación. | Autora: Gwenn-Aëlle Folange Téry.
7 Comentarios
Soy tu Fan Vikinga Gwennesita de mi corazón
Me encanta tu libertad de hablar/escribir, porque cuando te leo, te escucho y veo, sobre temas y cosas que otros solo pensamos, a veces, cuando nos damos esas libertades. Y eso que para adentro la libertad es absoluta, si se ejerce.
Es el punto
Así nos damos cuenta de que no estamos solos, somos un mundo, auxilio!! Ja ja
Gracias Insurrecta!
Gracias por hacer de un complejo algo natural … bravo
No tiene por que ser complejo
Así es el cuerpo humano
Que se acompleje la sociedad, nosotras no
Très très beau. Intenso y fresco ! Merci !