SOMOSMASS99
ÚLTIMO PISO
Gwenn-Aëlle Folange Téry*
Lunes 27 de marzo de 2023
La sala de juntas llevaba ocupada largas horas y los directores de la editorial parecían no ponerse de acuerdo.
Varias veces se les había llevado café, varias veces se les había llevado agua.
Las caras no estaban enrojecidas, nadie hacia ademanes de los grandes que se usan en las discusiones acaloradas. No. Era todo conversación apesadumbrada, se podía adivinar por las miradas tristes y los hombros gachos de cada uno.
Finalmente, el mandamás de la compañía se levantó, abrió la puerta de cristal y pidió, con voz de mando: Que venga Rosario, la necesitamos ya.
Cuando Rosario entró a la sala, se sintió como salvadora de cualquier situación al ver que todos la volteaban a ver con una sonrisa aliviada.
-Eduardo, explícale a Chayo lo que pasa.
El tal Eduardo no parecía muy convencido de ser el mensajero idóneo. Pero cuando el jefe mandaba algo, se le obedecía, y de inmediato.
-Pues mira Rosario, tenemos un problema con las ventas de la colección de Inés Álvarez. Parece que el público se ha cansado de leer siempre de los mismos temas. Y luego, nos hemos dado cuenta de que Álvarez ha estado usando casi la misma estructura en cada uno de sus libros, francamente ya ni el vocabulario varía. Algo hay que hacer, necesitas intervenir, eres la única que sabrá exactamente qué teclas mover en su extraño cerebro. Tiene que darnos otra cosa, o nos veremos en la necesidad, penosa claro, de cambiar de novelista.
El jefe agregó: Sabes, Rosario, que con el contrato que tenemos, el cambio nos puede salir muy caro. Sin embargo, hemos sopesado y medido las posibles pérdidas contra las pocas ganancias que nos procura ya, y esto no se puede sostener así. Es mejor dar un sablazo concreto que ir deshilachando poco a poco nuestras finanzas.
Rosario opinó con la cabeza. No la habían llamado para discutir, la decisión estaba tomada.
Regreso al sótano en el que trabajaba, un lugar oscuro pero fresco. No le molestaba trabajar allí, entendía perfectamente que las máquinas reunidas allí necesitaban de una temperatura relativamente baja para funcionar. Se acercó a una de ellas, manipuló el adaptador, siempre es bueno empezar por lo obvio, luego pasó al galvanómetro, la intensidad de la corriente eléctrica era correcta, buscó todavía un rato checando diagramas y escaneando toda la máquina. Nada, no había ninguna pista sobre lo que pasaba.
Se dirigió hacia su computadora y mando un correo electrónico al proveedor de Inés Álvarez: “… Nos vemos entonces en la penosa necesidad de rescindir nuestro contrato para la máquina escritora 875.8, de marca Inés Álvarez. Atentamente Editorial El Futuro”
Acto seguido, se levantó y desconectó la tercera máquina partiendo de la esquina derecha.
Inés Álvarez 875.8 había dejado de escribir por siempre.
* Gwenn-Aëlle Folange Téry es pintora y escritora.
Foto: Gwenn-Aëlle Folange Téry.
4 Comentarios
Me sorprendió!! Totalmente inesperado final!!
Genial!
Viste por qué se llana Inés Álvarez el programa?
No
????
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