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Edgar Cortez
Martes 15 de octubre de 2019
El pasado 8 de octubre la comisión del Senado encargada de otorgar la medalla Belisario Domínguez decidió por unanimidad que dicho reconocimiento fuera para doña Rosario Ibarra de Piedra.
Doña Rosario es una mujer que durante más de cuarenta y cuatro años ha buscado a su hijo, Jesús Piedra Ibarra, quien fue detenido en Monterrey y desaparecido el 18 de abril de 1975 por integrantes de la entonces Dirección Federal de Seguridad, acusado de ser parte de la Liga Comunista 23 de septiembre.
Eran los años de la hegemonía de los gobiernos priistas, quienes ya habían puesto en marcha una política de Estado para acabar con las expresiones de inconformidad de esa época, para lo cual se recurrió a crímenes de lesa humanidad como la tortura, las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales.
Eran tiempos totalmente adversos para quienes cuestionaban o se oponían el régimen; la represión era prácticamente la única opción.
Luego de la desaparición de su hijo, doña Rosario Ibarra denunció ante autoridades locales y federales, tocó muchas puertas y habló con muchos políticos, pero no encontró respuesta alguna. Ella fue una de las primeras mujeres que vivió lo que actualmente miles de ellas siguen viviendo.
En 1977 junto con otras mujeres que también buscaba a sus hijos, hijas y familiares formaron el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México, que al paso de los años se convertiría en el Comité Eureka.
A través de acciones de denuncia y de presión política este Comité logró rescatar a algunos desaparecidos, permitir que otros regresaran del exilio y que unos más pudieran recuperar su libertad mediante amnistías.
Luego de la reforma político electoral encabeza por Jesús Reyes Heroles, que reconoció a la oposición como actores político electorales, doña Rosario fue candidata a la presidencia en 1982 y a partir de ahí tuvo una larga trayectoria política siempre con la causa de buscar a los desaparecidos de la llamada “guerra sucia”.
El nombre de doña Rosario Ibarra de Piedra está asociado a la democratización del país y a todas las causas justas que ha enarbolado la sociedad.
Que el Senado haya decidido dar la Medalla Belisario Domínguez a esta mujer es sin duda un acto de justicia, una forma de reconocer a personas que han señalado la responsabilidad del Estado en la desaparición forzada de personas, pero también asumir que no sólo no hemos resuelto esta problemática sino que desafortunadamente ha empeorado.
Desafortunadamente doña Rosario luego de más de cuarenta años sigue esperando encontrar a su hijo, al igual que miles de madres en el país. Ojalá que pronto todas estas mujeres reciban el mejor reconocimiento, saber el paradero de cada uno de sus familiares.
Imagen de portada: Rosario Ibarra de Piedra con la foto de su hijo Jesús. | Foto: Sputnik News.
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