SOMOSMASS99
Alfonso Díaz Rey*
Viernes 15 de marzo de 2024
Previo a tocar este tema cabe aclarar que toda actividad humana tiene efectos en el medioambiente, algunos son benéficos y otros adversos al entorno en el que se presentan; ambos merecen una evaluación objetiva para conocer en qué grado, de qué manera, durante cuánto tiempo y sobre qué factores ambientales se producirán los impactos, para determinar si esa actividad es compatible con el ambiente, requiere de medidas que mitiguen sus efectos adversos o, dado el caso, deba buscarse otro entorno para llevarla a cabo.
El ambientalismo es un disfraz al que últimamente algunas personas o grupos recurren para esconder sus verdaderas intenciones. Ellos, los disfrazados de ambientalistas, se desgarran las vestiduras, gritan, promueven amparos y presentan escenarios catastróficos, casi siempre con base en verdades a medias y mentiras completas, secundados y acompañados por grandes medios de comunicación.
Lo anterior viene al caso por las recientes declaraciones de dos candidatos a la presidencia de la república: Xóchitl Gálvez, y Jorge Álvarez Máynez, quienes han propuesto el cierre [1] de las refinerías en Ciudad Madero, Tamaulipas, Cadereyta, Nuevo León, y Tula, Hidalgo; con el argumento de que contaminan el ambiente.
Con esas declaraciones, la señora Gálvez y Álvarez Máynez muestran su desconocimiento del país que pretenden gobernar, de la industria petrolera y, particularmente, de Pemex; además, la señora Gálvez, acorde a su pensamiento neoliberal, manifiesta su inclinación por la privatización de esta industria. [2]
Para darnos una idea, el cierre de las refinerías de Ciudad Madero y Cadereyta significaría ─sin contar Dos Bocas ni Deer Park─ desmantelar en un 28,4% la capacidad instalada de refinación; en el caso del cierre de las refinerías de Tula y Cadereyta, sería de 36%.[3]
¿Tendrán una idea estos personajes lo que ello implica?
No solamente en aspectos financieros como los costos para importar los diferentes productos, o los miles de empleos directos e indirectos que se cancelarían y su impacto en miles de familias, sino en términos de independencia y soberanía que se perderían al estar supeditados al suministro de esos productos por monopolios extranjeros.
Otro aspecto que omiten es el estado actual de la industria petrolera nacional.
Durante los gobiernos neoliberales (1982-2018) la política hacia Pemex estuvo dirigida a provocar su derrumbe productivo, financiero, técnico y físico, lo que les proporcionaría los argumentos para privatizar totalmente el petróleo mexicano. Fue tal el deterioro que crearon que, solamente en refinación, al entrar en funciones el actual gobierno las seis refinerías existentes operaban, en promedio, al 37.3% de su capacidad instalada; en 2020, al 36% y en 2022, al 53.4%, lo que deja ver el deterioro que produjo tal política, de la cual quedan secuelas que aún son obstáculos para su operación normal (ver Cuadro 1).
Cuadro 1. Operación de refinerías (capacidad y proceso en miles de barriles por día) [4]
Refinería | Capacidad instalada | 2018 | 2020 | 2022 | |||
Proceso | % | Proceso | % | Proceso | % | ||
Salamanca | 245 | 140 | 57.0 | 97 | 39.6 | 130 | 53.1 |
Minatitlán | 285 | 26 | 9.1 | 78 | 27.4 | 112 | 39.3 |
Tula | 315 | 143 | 45.4 | 90 | 28.6 | 180 | 57.1 |
Madero | 190 | 19 | 10.0 | 90 | 47.4 | 98 | 51.6 |
S. Cruz | 330 | 165 | 50.0 | 125 | 37.9 | 178 | 53.9 |
Cadereyta | 275 | 118 | 42.9 | 103 | 37.5 | 119 | 43.3 |
Total | 1 640 | 611 | 37.3 | 583 | 35.5 | 817 | 49.8 |
Ahora bien, es un hecho que todas las refinerías de petróleo contaminan el ambiente. Las medidas que se aplican, en todo el mundo, son a modo de mitigación, que reducen en parte la concentración de ciertos contaminantes, pero no los eliminan. La solución está no en la cancelación abrupta e irresponsable del empleo del petróleo, sino en el uso de energía lo menos contaminante posible, lo que no se dará de inmediato y, además, deberán considerarse las condiciones particulares de cada país y con total respeto a su soberanía.
Además, en la industria petrolera, como en casi toda la actividad industrial, para reducir la contaminación no basta con la instalación de dispositivos o sustitución de combustibles; es necesario, entre otras cosas, que mediante la aplicación de programas de mantenimiento predictivo, preventivo y correctivo se mantengan las instalaciones en condiciones tales que se eviten contingencias, incidentes y accidentes que afecten su operación normal e incidan negativamente en el control de la contaminación, condiciones que, en el caso de Pemex, debido al abandono a que se le sometió durante seis sexenios, aún no se alcanzan.
Cabría preguntarse si estos neoambientalistas ¿cuestionaron o protestaron por la infinidad de afectaciones al medioambiente que produjeron las medidas y acciones que durante 36 años de gobiernos neoliberales se llevaron a cabo? ¿O acaso los grandes medios apoyaron a quienes desde posiciones serias y honestas, comprometidas realmente con el cuidado del ambiente, hicieron reclamos durante esa época o los apoyan ahora?
Los problemas ambientales de nuestro país, y del mundo, son demasiado serios como para tratarlos de manera muy ligera y demagógica, cuya intención es encubrir intereses particulares.
Por más de medio siglo hemos visto cómo a nivel mundial los intereses de poderosos grupos industriales y financieros prevalecen sobre los de la humanidad, dando como resultado el deterioro progresivo y acelerado del medioambiente al grado de poner en peligro la existencia de numerosas especies de seres vivos, los humanos incluidos.
Ello deja ver que las luchas por un entorno sano van más allá de declaraciones oportunistas y demagógicas. Requieren de conciencia y organización de los pueblos, pues se despliegan contra un enemigo muy poderoso en muchos aspectos, pero nada que como pueblos o humanidad no podamos resolver.
Notas:
[1] Ante la falta de acuerdo con miembros de la coalición que la postula, Xóchitl Gálvez ha modificado su discurso y como alternativa propone la «modernización».
[2] «[…] en caso de resultar elegida como presidenta en 2024, estoy dispuesta a abrir la participación de la iniciativa privada al sector energético, en particular en actividades que realizan Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad». Entrevista de Bloomberg (https://www.jornada.com.mx/notas/2023/09/08/economia/ofrece-xochitl-galvez-abrir-pemex-y-cfe-al-capital-privado/)
[3] Datos obtenidos con base en información del Anuario Estadístico 2022, de Pemex.
[4] Ibid.
* Miembro del Frente Regional Ciudadano en Defensa de la Soberanía, en Salamanca, Guanajuato.
Foto de portada: Xóchitl Gálvez Twitter.
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