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Ali Abuminah / La Intifada Electrónica
Lunes 10 de abril de 2023
Según los informes, Israel confía en la mediación de Egipto y Francia en un esfuerzo desesperado por evitar que la conflagración que comenzó con su bárbaro ataque contra los fieles en la mezquita al-Aqsa de Jerusalén a principios de esta semana se convierta en una guerra regional a gran escala.
Pero como le dije a la televisión turca TRT el jueves, los pirómanos fanáticos de Israel regularmente comienzan incendios que no pueden apagar. Es aún más inquietante que este pueda ser incluso su objetivo.
Puedes ver la entrevista completa en el video de arriba.
Durante la noche, Israel bombardeó Gaza y el sur del Líbano después de que cohetes disparados por grupos de resistencia en aparente represalia por el ataque contra los fieles golpearon a Israel.
Israel ha culpado del lanzamiento de cohetes desde el Líbano a Hamas sin ofrecer pruebas. Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad.
Pero como le dije a TRT, eso puede ser un esfuerzo para salvar la cara: si Israel culpara a Hezbolá, que derrotó al ejército israelí en 2006, se colocaría en un aprieto aún mayor.
Israel estaría cortejando una muerte y destrucción sin precedentes para su propio pueblo si provocara otra guerra a gran escala con el poderoso grupo de resistencia libanés.
Como una especie de calma tensa prevaleció el viernes en esos frentes, quedaba por ver si aún se podía evitar lo peor.
Pero inevitablemente y como de costumbre, el último alboroto no provocado de Israel fue contraproducente para su propia población.
El viernes por la mañana, dos residentes del asentamiento ocupado de Efrat, en Cisjordania, uno de 15 años y el otro su hermana adulta, murieron en un ataque a tiros.
Su madre resultó gravemente herida cuando su automóvil fue baleado por asaltantes desconocidos y luego se estrelló.
El padre de la familia de colonos de Gran Bretaña conducía por delante en otro automóvil y resultó ileso.
Un gobierno de fanáticos
La culpa de la última escalada es clara incluso para muchos israelíes y comenzó con el impactante ataque de Israel contra los fieles en la mezquita al-Aqsa de Jerusalén el martes.
Fieles palestinos ofrecen oraciones tarawih en el complejo de la mezquita de al-Aqsa, el 5 de abril. | Foto: Departamento de Awqaf Islámico.
«La cadena de eventos que llevó a la policía a allanar la mezquita comenzó con la provocación causada por un pequeño grupo de activistas de extrema derecha cuando intentaron sacrificar una cabra para la Pascua en el Monte del Templo», dijo el periódico israelí Haaretz en un editorial el viernes.
El periódico reconoció que «el temor de los palestinos a dañar su lugar sagrado, especialmente durante el Ramadán, es comprensible: en los últimos años, la policía ha permitido a los judíos rezar en el Monte del Templo a pesar del status quo; además, los activistas más prominentes del Monte del Templo y del ‘Tercer Templo’ son un componente clave de la coalición gobernante del primer ministro Benjamin Netanyahu».
Estos extremistas judíos fanáticos cada vez más convencionales no están simplemente buscando acceso pacífico al complejo de la mezquita de al-Aqsa, que los judíos llaman el Monte del Templo.
Su objetivo es destruir la mezquita de al-Aqsa y la Cúpula de la Roca y reemplazarlos con un templo judío, una visión apocalíptica cuyas consecuencias son impensables.
«Itamar Ben-Gvir, un miembro integral de los movimientos más extremos y el abogado de los participantes en los pasados sacrificios de animales, ahora está a cargo de la seguridad en el Monte del Templo», señaló Haaretz. «La línea divisoria entre los activistas del Templo y el gobierno israelí nunca ha sido más borrosa».
A pesar de que la gente de toda la región contiene la respiración, los líderes israelíes continúan incitando a la violencia genocida.
«Hay un enemigo aquí tratando de establecer un estado en el corazón de nuestra tierra, esta es su motivación», dijo el viernes Shlomo Ne’eman, jefe del consejo de colonos de Israel en Cisjordania, después del ataque a tiros contra los colonos británicos.
«Esto debe parar. Nuestra expectativa no es de los soldados en el campo y no de los comandantes, sino de los responsables políticos, para destruir la esperanza del enemigo», agregó Ne’eman.
En tal situación, es inevitable que las llamas continúen ardiendo más alto y la plena responsabilidad de las terribles consecuencias que se produzcan será enteramente responsabilidad de Israel y sus facilitadores y armeros, especialmente los de Washington y Bruselas.
Foto de portada: La Intifada Electrónica.
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