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David Cronin* / La Intifada Electrónica
Miércoles 13 de marzo de 2024
No parece que se hayan planteado preguntas sobre el genocidio de Gaza cuando la Unión Europea aprobó nuevos acuerdos financieros para Israel.
La semana pasada informé sobre cómo los funcionarios de Bruselas habían aprobado la participación del fabricante de armas Israel Aerospace Industries (IAI) en un proyecto científico de 14 millones de dólares centrado en el reabastecimiento de aviones.
Antes de terminar mi artículo, me puse en contacto con la Comisión Europea (el ejecutivo de la UE) preguntando por qué autorizó una subvención a IAI cuando los productos de esa empresa se están utilizando para llevar a cabo un genocidio en Gaza.
Aunque solicité una respuesta urgente, la Comisión Europea tardó seis días en responderme.
En lugar de responder a mi pregunta, la Comisión Europea declaró que todas las actividades de su principal programa de investigación «deben centrarse exclusivamente en aplicaciones civiles». El proyecto que involucra al IAI tiene ese enfoque, agregó.
La seguridad no vale nada.
El proyecto financiado con fondos europeos en el que participa el IAI incluye un envase «verde». Se ha incluido en la categoría de «clima, energía y movilidad» en el marco del programa de investigación, conocido como Horizonte Europa.
Tales etiquetas podrían tranquilizar la conciencia de algunos administradores. Pero no alteran el hecho de que el IAI está proporcionando y operando activamente las herramientas del genocidio.
IAI está, citando su sitio web, «completamente integrado» con las fuerzas israelíes y ha celebrado cómo sus «tecnologías sofisticadas» están desempeñando un «papel fundamental» en la actual guerra contra Gaza.
Tráfico fluido
El acuerdo para el proyecto en el que participa el IAI fue firmado por la Comisión Europea a mediados de diciembre.
Casi al mismo tiempo, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) firmó un préstamo por valor de aproximadamente 273 millones de dólares para un nuevo sistema de tren ligero en Tel Aviv.
El Estado de Israel es nombrado como el «promotor-intermediario financiero» en el acuerdo de préstamo.
Me puse en contacto con el BEI para preguntarle por qué había firmado un contrato con Israel cuando ese Estado estaba bombardeando Gaza.
En lugar de responder a esa pregunta, un portavoz del BEI señaló que el plan del tren ligero tenía como objetivo «aliviar la congestión y reducir las emisiones de carbono».
No importa que se haya impuesto una hambruna a la población de Gaza. El tráfico va a fluir con mayor fluidez en Tel Aviv.
Dado que el BEI es una institución de la Unión Europea, está obligado a respetar el Derecho internacional, incluida la Convención sobre el Genocidio de 1948.
Esa convención impone a los gobiernos y organismos públicos la responsabilidad de prevenir y castigar el delito de genocidio.
La concesión de subvenciones y préstamos a Israel sería reprensible bajo cualquier circunstancia. Emitirlos cuando el número de muertos está aumentando rápidamente en Gaza es completamente inexcusable.
Desde que la UE tomó las decisiones financieras antes mencionadas, la Corte Internacional de Justicia ha ordenado a Israel que deje de matar palestinos. Según el tribunal, hay un caso plausible de que Israel está cometiendo genocidio.
La Unión Europea indicó inicialmente que se tomaba en serio la orden del tribunal. Si fuera realmente serio, la UE rescindiría los recientes acuerdos que benefician a Israel.
La aparente negativa a hacerlo significa que la UE está instigando al genocidio.
* David Cronin es editor asociado de La Intifada Electrónica. Sus libros incluyen Balfour’s Shadow: A Century of British Support for Zionism and Israel y Europe’s Alliance with Israel: Aiding the Occupation. Twitter: @dvcronin.
Imagen: La Unión Europea es cómplice del genocidio en Gaza. | Foto: Ali Hamad / La Intifada Electrónica.
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