SOMOSMASS99
Frida Guerrera
Martes 31 de enero de 2017
Hace un año justamente redactaba una reflexión, que poco eco tuvo: ¿Por qué la inmensa mayoría de nuestra sociedad tolera y calla los feminicidios? La respuesta no la obtuve ni siquiera de mi misma. En esos días todavía no estaba documentando los feminicidios 2016. Adentrarse al tema del “feminicidio” es moverte en un mundo de indiferencia social e institucional, es pelearte hasta con tus propios demonios para lograr digerir tanto dolor, tanta saña, es como si el alma se fuera llenando de incomprensibles sensaciones. Llega un momento en que el cuerpo duele con todo lo que leemos o investigamos desde este espacio que, día a día, las busca, las contabiliza, intenta conocer sus vidas, sus historias. Esto es el recuento del dolor, de la indiferencia, de la falta de empatía, de recordarlas, de imaginar su terror, sus miedos al no entender por qué las estaban asesinando. Y todo esto pasa desapercibido ante la indiferencia, el dolor y la dejadez institucional.
Es preciso puntualizar que estos dolorosos números son de la documentación que desde este espacio hemos seguido. No son cifras oficiales, ni pretenden descalificar cifras de las organizaciones que por años se han dedicado a esto. Estas alarmantes cifras son sólo una manera de informar el trabajo que hemos realizado durante 2016.
Mil 559 mujeres fueron destazadas, calcinadas, violadas, asesinadas a balazos, dejadas en canales, ríos, terrenos, carreteras. Desaparecidas, despojadas, desnudadas, denigradas, olvidadas, descalificadas.
El recuento del dolor
Estado | Feminicidios |
Aguascalientes | 5 |
Baja California | 66 |
Baja California Sur | 10 |
Campeche | 2 |
Ciudad de México | 80 |
Chiapas | 44 |
Chihuahua | 89 |
Coahuila | 30 |
Colima | 21 |
Durango | 3 |
Estado de México | 238 |
Guanajuato | 80 |
Guerrero | 103 |
Hidalgo | 27 |
Jalisco | 58 |
Michoacán | 68 |
Morelos | 55 |
Nayarit | 6 |
Nuevo León | 55 |
Oaxaca | 91 |
Puebla | 81 |
Querétaro | 14 |
Quintana Roo | 33 |
San Luis Potosí | 15 |
Sinaloa | 53 |
Sonora | 35 |
Tabasco | 31 |
Tamaulipas | 16 |
Tlaxcala | 4 |
Veracruz | 97 |
Yucatán | 9 |
Zacatecas | 40 |
Con lo punzante que desde este espacio significan los números, convertir vidas en cifras lamentablemente es una de las maneras en las que podemos mostrarles las constantes que observamos en este doloroso seguimiento: de los mil 559 feminicidios, 485 permanecen en calidad de desconocidas; 95 reservadas por las autoridades; y 979 fueron identificadas y reclamadas por sus familias. Subrayamos que TODAS tiene una historia, aunque permanezcan invisibles para autoridades y sociedad; en algún momento alguien las encontrará.
Tristemente el conteo que se lleva se obtiene de las notas rojas, muchas de las cuales no proporcionan datos relevantes, como edades, por lo cual 398 mujeres no tienen ese dato. 85 mujeres de entre 60 y 90 años fueron asesinadas, sobre todo en supuestos asaltos o en manos de hijos, o nietos; 9 de ellas permanecen en calidad de desconocidas.
249 mujeres en el rango de edad de 40 a 59 años, las cuales en su mayoría fueron dejadas en calles o asesinadas en manos de sus parejas, o ex parejas; 24 permanecen en calidad de desconocidas.
275, de entre 30 y 40 años, muchas ellas asesinadas por parejas, ex parejas. Sin embargo, la mayoría se desconoce el agresor; 73 de ellas permanecen en el estatus de desconocidas.
341, de 20 a 29 años, muchas de las cuales fueron asesinadas por desconocidos o no hay datos de sospechosos; 61 permanecen desconocidas.
49 mujeres, de entre los 18 a 19 años, asesinadas en su mayoría por parejas o familiares; de muchas de ellas se desconoce al agresor; 6 permanecen sin identificar.
115 son menores de entre 11 y 17 años, 13 de las cuales permanecen sin identificar. La constante en este rango de edad es que son violadas o asesinadas en casa con sus madres, y el gran porcentaje de ellas sigue sin conocerse quienes las asesinaron.
47 menores de 0 a 10 años: los nombres de 14 de ellas fueron reservados, hay cuatro desconocidas y 3 recién nacidas; 26 de ellas fueron reclamadas por familiares.
Resaltar los detalles en estos últimos feminicidios no es con el objetivo de parecer amarillista, es con la intención de que, así como nos horrorizamos con los hechos que se dieron en la ciudad de Monterrey el pasado 18 de enero de este año, tomemos conciencia de que nuestras niñas son asesinadas con la misma saña con la que cualquiera de nosotras podría serlo.
Las pequeñas asesinadas en el rango de edad de entre 9 a 10 años, son 6; en su mayoría con sus madres, o asesinadas por sus padrastros, violadas por conocidos, o abuelos.
Las pequeñas de entre 6 a 8 años fueron cuatro. Nos horrorizamos con el caso de Yuliana de 7 años, violada y asesinada en Colombia, pero difícilmente nos conduele el caso de María Julieta, también de 7 años, quien fue violada y asesinada por un vecino el pasado 4 de mayo de 2016 en el estado de Jalisco.
Las niñas de 3 a 5 años fueron 11, con la misma constante: asesinadas por familiares, padres, padrastros, vecinos. Cinco de ellas fueron violadas y asesinadas, dejadas en canales, terrenos, completamente vejadas.
Un total de 11 pequeñitas, de entre 1 y 2 años, en su mayoría fueron asesinadas a golpes o asfixiadas por sus padres, madres. Las causas son muchas: porque no dejaban de llorar, porque les estorbaban. El tema es el poder que como adultos tenemos con nuestras hijas y con ese poder las violentamos.
De las bebés de 0 a 11 meses, 12 también fueron asesinadas en su mayoría por sus padres o madres a golpes, reportadas desaparecidas y más tarde comprobado que murieron a manos de quienes debieron cuidarlas y protegerlas. Sólo uno de estos casos presentó violación: una pequeña de 9 meses que el pasado 26 de mayo de 2016 fue violada y asesinada por su padre y su tío, en contubernio con la madre. Este vergonzante hecho se dio en el Estado de Baja California Norte.
De estos mil 559 feminicidios sólo 293 autores están detenidos y en proceso. Eso nos indica que tan sólo el 18.79 por ciento de los feminicidios en el país fueron “investigados”; mil 155 no tiene ni responsables, ni detenidos; 76 se encuentran prófugos, y 35 se suicidaron después de asesinar a sus parejas o ex parejas.
Los datos son alarmantes. Y la pregunta sigue siendo, la duda es la misma: a un año de que me adentré en esta dolorosa búsqueda, ¿por qué la inmensa mayoría de nuestra sociedad tolera y calla los feminicidios? ¿Por qué nos mantenemos tan alejados del tema? ¿Por qué nos es difícil ponernos en el lugar de las madres, padres, esposos, hijos, amigos, amigas, hermanas, hermanos, de cada una de estas mil 559 mujeres?
Es terrorífico ver que en México el feminicidio no se investiga. Muy pocas personas lo toman en serio, pocas son las voces que tratan de visualizar las vidas de ellas, quiénes eran, el dolor que dejaron en sus familias, los sentimientos de culpa que muchas de estas familias enfrentan. Y además afrontar a las autoridades que poco hacen por las familias de estas mujeres, que aparte del dolor de perder a su hija, hermana, esposa, tienen que enfrentar la indolencia de quienes deberían de garantizar nuestras vidas y que sólo hacen como que trabajan y en realidad no tienen el más mínimo interés en solucionar el feminicidio. La muestra de que seguirán indiferentes es que a 22 días de que inició el 2017 ya habían sido asesinadas 106 mujeres, 89 feminicidios y 17 homicidios de mujeres.
¿#CuántasMás necesitan para tomar en serio el feminicidio en México? Debemos, con exactitud, entender que nos están asesinando todos los días, que no sólo fueron algunas que mediáticamente fueron visualizadas en los medios, que como sociedad debemos todos los días, YA, exigir #NiUnaMenos y entender que en realidad el #Feminicidio es #EmergenciaNacional.
@FridaGuerrera
Blog de la autora: https://fridaguerrera.blogspot.mx
Foto de portada: Jorge Arturo Pérez Alfonso / Cuartoscuro.
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