SOMOSMASS99
Caitlin Johnstone*
Lunes 11 de septiembre de 2023
Hostia puta, ¿habéis oído las noticias sobre Obama? Resulta que este engendro asqueroso destruyó Libia, firmó la destrucción de Yemen, armó a terroristas con el objetivo de destruir Siria, preparó el terreno para la guerra de Ucrania, ¡y encarceló a más denunciantes que ningún otro presidente!
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Me opongo a la pena de muerte, pero si Estados Unidos va a ejecutar a personas, tiene que ejecutar a asesinos en masa como Bush, Cheney, Obama, Trump, Biden, John Bolton, Hillary Clinton y Victoria Nuland antes de ejecutar a cualquier miembro normal del público por una criminalidad mucho menor.
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Obama Y Trump Y Biden jugaron papeles importantes en allanar el camino a la guerra en Ucrania. Si tienes un problema con cualquiera de esos tres nombres que están en esta lista, es porque eres un PNJ partidista sin sentido que deja que la política partidista piense por ti.
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No odio a los americanos. Diablos, me casé con uno; todo lo que lees aquí es co-escrito por un americano. Lo que odio es un imperio asesino que se extiende por todo el mundo, que se alimenta de un río continuo de sangre humana y que está tentando cada vez más al armagedón nuclear con su búsqueda del dominio planetario.
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No existe un Lobby de la Gente Corriente. No hay grupos de reflexión fuertemente financiados que presenten argumentos a favor de los intereses humanos normales en los puntos clave de influencia en Washington. La balanza se inclina forzosamente en contra de lo que quieren y necesitan los miembros normales del público, porque lo que quieren y necesitan los ricos y poderosos difiere tan marcadamente de los intereses del público. La sociedad es un desastre porque tenemos sistemas que permiten a un pequeño número de personas dictar la política gubernamental y la toma de decisiones en contra de los intereses de todos los demás.
Gran parte del problema es que nuestros gobernantes siempre piensan en términos de manipulación psicológica a gran escala y la gente normal casi nunca lo hace. Hay todo este trabajo e investigación dirigida a cómo manipular las mentes humanas a escala masiva, y no existe nada comparable dirigido a contrarrestar esa influencia. No hay anti-Bernays. Esta es una lucha totalmente unilateral que la mayoría de la gente ni siquiera sabe que está recibiendo.
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No es divisivo decir que la izquierda debe oponerse tanto a la injusticia racial como a la injusticia económica, es divisivo decir que la izquierda debe ignorar la injusticia racial y centrarse únicamente en la injusticia económica. No se puede decir a los grupos marginados que se aguanten y dejen de lado las injusticias a las que se enfrentan porque algunos izquierdistas blancos experimentan disonancia cognitiva cuando se habla de racismo institucional o lo que sea; eso es simplemente decir que la clase trabajadora debe seguir dividida en líneas raciales además de todas las otras formas en las que ya está dividida contra sí misma. No se consigue la solidaridad de clase diciendo a las minorías raciales y a otros grupos desempoderados que sus problemas particulares no son importantes, se consigue uniéndose y apoyándose mutuamente.
Los que dicen que hay que ignorar la raza y centrarse únicamente en la clase son la otra cara de los que dicen que hay que ignorar la clase y centrarse únicamente en la raza. Ambas son actitudes al servicio del poder de diferentes maneras: la primera porque divide a la clase trabajadora contra sí misma, y la segunda porque acorrala a la izquierda en actividades políticas inocuas que no amenazan a los poderosos. El problema nunca fue hablar de cuestiones de raza y justicia social, sino hablar de cuestiones de raza y justicia social excluyendo las cuestiones de clase.
Nunca habrá un movimiento significativo de la clase trabajadora contra la clase dominante que no incluya a las personas negras y morenas y LGBTQ, y ningún movimiento significativo de la clase trabajadora que incluya a esos grupos marginados podrá existir jamás sin que la solidaridad de clase adopte la forma de resolver las injusticias a las que se enfrentan. Estar juntos significa levantar a los más desfavorecidos de entre nosotros, no empujarlos para que se queden de espaldas y exigirles que actúen como si eso estuviera bien.
La división no consiste en que los grupos marginados exijan que se respeten y apoyen sus luchas, sino en que personas ajenas a esos grupos les exijan que se sienten y se callen sobre sus luchas. Si hay personas blancas que quieren aferrarse a sus puntos de vista racistas o que experimentan disonancia cognitiva cuando oyen hablar de injusticia racial, entonces esa es la división que hay que abordar, porque es la única dirección que tiene algún margen de maniobra en este camino hacia la justicia para todos.
Tendrás mucha más suerte enseñando a la clase trabajadora blanca que la injusticia racial perjudica sus propios intereses a largo plazo y que hablar de ello no significa que los trabajadores blancos no estén luchando también, que intentando decir a los no blancos que simplemente ignoren la injusticia racial. No es sólo lo moralmente correcto, es también el único camino viable hacia el éxito. El racismo siempre ha servido a los poderosos manteniendo a los trabajadores divididos unos contra otros, y nunca podremos luchar contra los poderosos hasta que lo arreglemos. Simplemente no lo haremos.
* Mi trabajo está totalmente financiado por los lectores, así que si te ha gustado este artículo, si quieres aquí tienes algunas opciones para echar algo de dinero en mi bote de las propinas. Todas las obras son coautoría con mi marido Tim Foley.
Imagen de portada: Barak Obama. | Foto: Caitlin Johnstone Web.
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