SOMOSMASS99
Oscar Alzaga*
Jueves 1 de febrero de 2024
Las leyes sobre materia de trabajo son la expresión jurídica de la correlación de fuerzas entre la burguesía, la clase obrera y las demás sub-clases, en un momento histórico determinado. (…)
De todas maneras, las mejores resoluciones de las Juntas se han obtenido y continuarán obteniéndose durante algún tiempo, cuando alrededor del conflicto se muevan las grandes masas. Los mítines en el interior y frente a las oficinas de los tribunales, las manifestaciones, las protestas escritas, etc., son los mejores medios a emplearse con ese fin.
El ABC de las Huelgas. Mario Pavón Flores. 1937
Según informes de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del gobierno federal, la empresa estatal Pemex: es un “ejemplo de combate a la corrupción”, así lo manifestó al público (La Jornada de 18 de diciembre de 2023, p.18). Y detalla el combate que despliega la empresa en ciertas áreas específicas y en general.
Se cumple el refrán “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, ya que es de amplia fama pública que el sindicato más corrupto de México -desde 1950- es el de los petroleros, que se desenvuelve todos los días a lo largo y ancho de toda la empresa, la más importante de México. Resulta difícil encontrar un ciudadano lector de prensa o medios que no sepa de la amplia y profunda corrupción del Sindicato de Trabajadores de Petroleros del República Mexicana.
¿En este sexenio hubo un cambio real de la dirección sindical?, o sólo dos relevos de un mismo mando, con iguales prácticas de corrupción y represión. Ya que los 3 últimos líderes fueron y son de la misma banda: Carlos Romero Deschamps, renunció -a petición de Andrés Manuel López Obrador en 2019- y lo suplió, por meses, Manuel Limón; y en las elecciones del 1 de febrero de 2022, preparadas por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), quedó Ricardo Aldana, el actual secretario general del STPRM. “La misma burra, pero revolcada”.
En esa elección, la STPS y el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL, también del equipo Alcalde) dejaron al STPRM las “manos libres” para que los dirigentes manejaran la elección a su entero gusto. Más que una elección, como la obliga la Ley Laboral de 2019, fue una simulación de libertad sindical.
El comunicado de la STPS dice: “El Sistema Remoto de Votación Laboral, diseñado por la STPS y puesto a disposición del sindicato para la realización de su elección, funcionó eficientemente. La modalidad de voto electrónico garantizó una jornada pacífica y resultados la misma noche”. Y sigue: el CFCRL “fue el encargado de vigilar y calificar la elección” (comunicado no. 004/2022). (Subrayado nuestro).
La STPS le tuvo plena confianza al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del STPRM y de que el CEN cumpliría con la Ley Laboral y los Estatutos. Por cierto, unos Estatutos sin reformar, siguen con los antiguos, charros.
La STPS ignoró que en la elección nacional el CEN fue “una parte contendiente”, parcial, que vió por sus intereses y no por los de los demás, que el CEN no representó a todos los trabajadores ni a todas las planillas, sus intereses y derechos. El CFCRL, que inspeccionó y calificó la elección, al parecer no notó irregularidad alguna, se hizo en “apego a la ley”. Lo imaginó. Aunque nadie lo crea, el CFCRL si creyó en la honestidad e imparcialidad del CEN, al avalar la elección.
Estos hechos tan inconstitucionales e ilegales muestran que la STPS y la CFCRL no fungieron como autoridades en la elección, al no obligar que se aplicara fielmente las reformas a la Constitución de 2017 y a la Ley Federal del Trabajo de 2019 sobre la Libertad Sindical. ¿Por qué confiar en el CEN para realizar las elecciones, cuando ha sido y es de amplia fama pública un cuerpo sindical corrupto hasta la médula? ¿Por qué incumplir las normas básicas? ¿Fue por desconocimiento de la ley, por inocencia de la STPS o por complicidad?
La corrupción del STPRM es institucional, cotidiana y la comparte con Pemex de modo permanente y de fondo en casos especiales, como en la elección.
El contrato colectivo de trabajo (CCT) pactado entre Pemex y el STPRM contiene cláusulas de corrupción institucional y cotidiana, al parecer desconocidas por la UIF. Además, sigue vigente la subcontratación en Pemex, ahora prohibida por la Ley vigente, con la participación y visto bueno de CEN. Ni que decir de la cláusula 251 sobre viáticos y comisiones sindicales (existe una 251 Bis oculta a los trabajadores), o las relativas a gastos de las “Escuelas Artículo 123”, a gastos bandas de guerra, deportes, fiestas, etc., todos los gastos son través de “prestamos al Sindicato”.
Otros son los gastos que no se ven, los que no se registran en el CCT, ni en nómina. Los que antes eran gastos mayores y que, hasta donde se sabe, son los que más se han frenado. Es cierto, “sí, el actual gobierno ha combatido mucho la corrupción de Pemex”, me dice mi amigo el petrolero, Alexander Jiménez G., pero de modo insuficiente y está lejos de erradicar la corrupción y maniobras que tocan al CEN del Sindicato.
No hay duda de los avances de la 4T y de que un sexenio no basta para cambiar la obra de 6 sexenios, de 1982 a 2018, de 6 gobiernos neoliberales, en que todos abrevan en la misma ideología y política, y están al servicio de la oligarquía internacional y nacional. Padecen la misma enajenación supremacista: desprecian al pueblo y sobre todo explotan sin medida a la clase trabajadora.
Pero tampoco aceptamos afirmaciones como las de la UIF ni la falta de autoridad que representan la STPS y CFC RL, porque son mentiras y confunden al pueblo, a los trabajadores en general y a los petroleros en particular. Nos preocupan sobre todo los petroleros, a quienes la oligarquía y los gobiernos del PRI y PAN, neoliberales, quieren tener enajenados, sometidos y sin conciencia de su clase, sin memoria histórica y, menos aún, contar con perspectiva independiente, libre y plena de ejercer su derecho exclusivo: de libertad sindical.
¿Se podrá recuperar la soberanía de PEMEX y erradicar la corrupción, sin la participación organizada, consciente, activa y democrática de los petroleros?
Nosotros creemos que sin la participación de los trabajadores petroleros no se logrará ninguna de las dos metas. Porque esos retos son similares a los de 1938.
Así como no podemos ignorar que desde Miguel Alemán, en 1946 y 1949, hasta hoy, se mantiene un férreo control del STPRM y del gremio petrolero y que cuando los petroleros se opusieron a su privatización después del fraude electoral de Salinas, costó la represión del 10 de enero de 1989, el “quinazo”.
Tampoco debemos desconocer el brillante pasado democrático e independiente del STPRM de 1933 a 1949 y sus antecedentes, ni que fueron explotados por varias empresas extranjeras por décadas, más por los dos monopolios más poderosos del mundo, hasta que se logró la expropiación de la industria petrolera, con y por la participación decisiva de los petroleros y el STPRM.
No olvidemos que petroleros, apoyados por lo ferroviarios, en 1935[1] lograron formar un solo sindicato nacional, unificando a los 19 sindicaticos previos; y que en 1936 demandaron la firma de un solo contrato colectivo de trabajo para todo el gremio, mejorando su salario y prestaciones y reforzando la unidad sindical; que en 1937 se fueron a la huelga nacional, ante la negativa patronal de acceder a las demandas obreras; que la demanda sindical de fines de 1937 sustituyó la huelga por un Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica, con tal conflicto la Junta Federal nombró una comisión para hacer un estudio de las empresas -para ver sus posibilidades económicas frente a las demandas obreras-, tal comisión fue encabezada por don Jesús Silva Herzog con casi 100 especialistas, que no solo fallaron a favor del Sindicato, también e igual de importante “encueraron” a los grandes monopolios internacionales: a la Royal, inglesa, y a la Standard, yanqui, exhibiendo sus enormes ganancias y los altos salarios en sus países y bajísimos en México, todo se exhibió en México y el extranjero. El laudo fue a favor de la justicia y la razón, por lo que los monopolios petroleros se fueron al amparo ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (aquella Suprema Corte y aquella Junta Federal), cuyo proyecto lo elaboró don Mario de la Cueva y resolvió negar el amparo a los patrones extranjeros, en enero de 1938. Y como no cumplieron la resolución definitiva, el Presidente decretó, el 18 de marzo de 1938, la expropiación petrolera y la creación de Pemex.
De 1935 a 1938 la principal responsabilidad de la expropiación de la industria petrolera fue de los trabajadores y el STPRM, desde luego fue importante el gobierno cardenista, la solidaridad de la CTM y de los ferroviarios, el apoyo masivo del pueblo y sobre todo la decisión del presidente Cárdenas. Después, los patrones extranjeros retaron al gobierno, afirmando que no podría echar andar la industria, ya que los técnicos, directivos y empleados de confianza eran extranjeros. Fueron los obreros petroleros quienes pusieron en marcha la industria.
El pueblo respiró profundamente de orgullo y dignidad, con la expropiación. Segunda independencia de México, la llamaron. Pero entonces el conflicto paso de nacional a internacional, los reclamos fueron de los gobiernos inglés y yanqui. Ambos, con su peso internacional, bloquearon el comercio nacional con el mundo, sin dejar salir ni entrar mercancías, de 1938 a 1940. Como hoy con Cuba. La Segunda Guerra Mundial aflojó la presión imperialista de Inglaterra y Estados Unidos.
El STPRM desde 1933 a 1949 fue independiente y democrático, ejerció la libertad sindical con y por la mayoría de los petroleros. En 1946 y 1949 el gobierno de Miguel Alemán dio dos charrazos. El primero, no fue suficiente la represión porque se repusieron los petroleros y recuperaron su organización y el mando sindical. Del segundo charrazo, 1949, con el ejército, no pudieron reponerse en adelante.
Habrá varias luchas petroleras, pero de secciones, no generales, en 1956 y 1958, en 1989, etc., hasta ahora, con las elecciones generales de 2022, para elegir a la dirección sindical, pero resultó una mera simulación electoral.
Afortunadamente, el STPRM cuenta con una historia excelente en luchas y triunfos, con una escuela de enseñanzas, a condición de que se recuperen por los mismos petroleros. Un ejemplo, el Estatuto sindical de 1933:
Art. 5.- La misión que toca cumplir al proletariado universalmente es la liberación económica, política y cultural de las clases trabajadoras; en tal concepto, la línea a seguir es organizada y sistemática hasta eliminar todos los obstáculos que dificulten el progreso y la consecución del poder para los trabajadores.
Declaración de Principios de los Estatutos del STFRM. 1933.
Nota:
[1] En 1924 ocurrió la primera huelga petrolera, por “El Sindicato de Obreros y Empleados de la Compañía El Águila”, en Ciudad Madero, Tamaulipas, que se constituyó el 18 de diciembre de 1923. El 6 de febrero de 1924 sus líderes presentaron un “Memorial de Peticiones”. La huelga por razones económicas y de jornada, estalló el 22 de marzo de 1924. La huelga triunfó y fue un ejemplo para los sindicatos de Tamaulipas y otros lugares cercanos, pero más con los petroleros de Veracruz. (Ver, Revista Trabajo y Democracia Hoy, el artículo de Fabio Barbosa: “La huelga en la refinería de El Águila”.
* Abogado del Sindicato Minero y la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas (ALAL), y la Asociación Internacional de Juristas Democráticos (AIJD).
Imagen de portada: Torre Ejecutiva de Pemex en la Ciudad de México. | Foto: Wikimedia Commons.
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