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Zoe Alexandra / Peoples Dispatch
Perú / Viernes 17 de marzo de 2023
A tres meses del golpe de estado contra Pedro Castillo el pueblo peruano sigue movilizado en las calles.
El golpe de estado del 7 de diciembre contra el presidente democráticamente electo, Pedro Castillo, desató en Perú una fuerte movilización popular y prolongada que sigue hasta el día de hoy. Centenares de miles de personas han salido a las calles a lo largo y ancho del país para manifestar su rechazo al gobierno de facto de Dina Boluarte y al Congreso Nacional, así como para exigir nuevas elecciones y una Asamblea Constituyente para reemplazar la constitución de 1993 escrita durante el régimen de Alberto Fujimori.
La respuesta del gobierno de Dina Boluarte ha sido tratar de deslegitimar las demandas sociales así como reprimir fuertemente a las movilizaciones populares. Hasta la fecha la represión ha cobrado más de 60 vidas, mientras la mayoría de las demandas de las personas movilizadas han sido ignoradas.
Para entender el contexto hoy en Perú tras los tres meses de estallido social, Peoples Dispatch habló con el secretario general del partido político Nuevo Perú, Enver León.
– Peoples Dispatch: El 7 marzo marcó tres meses desde el golpe contra Pedro Castillo. ¿Qué ha pasado en Perú en esos tres meses?
Enver León: Han sido tres meses muy duros. Después de la destitución de Pedro Castillo, lo que ha pasado es un levantamiento sobre todo de la población del sur, de los compañeros, hermanos y hermanas de la zona rural, del campo, que, primero, diríamos de forma espontánea, salieron de manera masiva desde las zonas rurales hacia las ciudades, marchando de manera pacífica, pero también con mucha indignación.
Y la indignación es sobre todo porque la voz y el voto que ellos dieron hacia un presidente muy idéntico a ellos, fue pisoteada, vilipendiada y sintieron pues que eso no puede pasar y de alguna manera tiene que haber un cambio de fondo. Ellos siempre manifestaban eso y que esta derecha no ha permitido en este caso que Pedro Castillo gobierne para las grandes mayorías. [Pedro Castillo] recibió casi siete pedidos de vacancia y uno último ya cuando lo destituyeron, el 7 de diciembre.
– PD: ¿Cuáles son las principales demandas de la gente en las calles?
EL: La primera consigna era que se respete el voto popular. También el respeto hacia Pedro Castillo, pero sobre todo contra la discriminación y el racismo que existe en el Perú. Muy fuerte. El pedido que han realizado desde un comienzo también es que haya cambios de fondo con una nueva constitución a través de una Asamblea Constituyente, pidiendo en muchos casos que se dé, inclusive a través de un referéndum.
Y luego vinieron las matanzas, los asesinatos, 60 hermanos asesinados en el sur y también dos en Lima. Tras estos asesinatos de las Fuerzas Armadas y Policiales, lo que ha pedido ya en general el pueblo peruano, es que Dina Boluarte renuncie a la presidencia de la República, que se cierre el Congreso de la República, y que haya elecciones nuevas, elecciones inmediatas, para este año 2023. Esos pedidos han sido contundentes y fuertes.
Pero así también como han sido contundentes las protestas ha sido contundente la represión. Lamentablemente, después de muchos años se puede observar que las Fuerzas Armadas y policiales disparan a matar y es un gobierno en el que no existe Estado de derecho. Prácticamente si tú sales a movilizarte pacíficamente, te gasea o te tiran perdigones. Y prácticamente la prensa y las instituciones dentro del Estado de Perú tienen un relato muy sui generis que lamentablemente ha calado en cierto sector de la población, que es que los que están protestando son terroristas o comunistas y que vienen a incendiar el Perú y vienen a atentar contra el Estado de Derecho, dando vuelta, digamos, a lo que está sucediendo realmente.
Y si no fuera por la prensa internacional, los medios alternativos y las misiones internacionales que han estado en Perú, la situación no hubiera tenido una relevancia como la está teniendo ahora a nivel internacional. Ciertamente también las clases populares ya no creen en la prensa y existe una desconfianza total.
Y ahora lo que está permitiendo esta prensa alternativa es tratar de vincular las noticias de manera directa. Y eso es lo que está saliendo hacia afuera. Sin embargo, eso es insuficiente porque el gobierno se ha endurecido, la represión continúa. Esto, digamos, está con una mirada hacia que exista un desenlace favorable hacia la derecha, que exista un futuro, un gobierno fascistoide que pueda garantizar para ellos, digamos que sigan dominando y que sigan envalentonados y que puedan continuar reprimiendo al pueblo peruano.
– PD: En estas movilizaciones se habla mucho del racismo estructural y la discriminación contra las comunidades indígenas y campesinas. ¿Cómo eso se relaciona con los últimos hechos políticos?
EL: Algunos dicen de 500 años, otros desde la República hace 200 años que, al indio, al indígena, al campesino, siempre ha sido no tomado en cuenta. Y expresiones de esas hay muchas.
La lucha de los años 50, donde los campesinos pedían tierra que terminó las guerrillas de los años 60, donde el pedido de la guerrilla era la reforma agraria, por ejemplo, y se canalizó con el general Velasco Alvarado en los años 70, dando la reforma agraria para todos los campesinos. De alguna manera reivindicó a todo ese sector que estaba discriminado desde hace mucho tiempo, pero como sucede en el Perú siempre hubo un golpe de estado.
Prácticamente la reforma agraria fue boicoteada y la situación de los campesinos, de los compañeros de la sierra y la selva también se quedó en una situación de olvido. El Estado nunca ha llegado ahí. No existen colegios con estructuras mínimas para que los estudiantes de esas regiones puedan estudiar tranquilamente. No hay postas de salud seguras, mucho menos hospitales. Los productos de primera necesidad, prácticamente los sustentan ellos mismos con sus esfuerzos.
Todos esos años donde no se les ha hecho caso, se les ha invisibilizado por completo, y ha tenido un episodio de colapso ahora. Y desde la caída del gobierno de Fujimori ya comenzando los años 2000, este pueblo que se levanta ahora, ha votado siempre por un cambio, o sea, siempre actuó de manera democrática en cuanto a las reglas de juego que le da el Estado de Derecho.
Votó por Toledo en el año 2005, porque era una persona igual al andino, pero era una ficha del imperialismo, por ejemplo. Luego votó por Ollanta Humala en el 2006, perdió. Bueno, en 2011 se ganó y también traicionó la gran transformación que él prometió.
En el 2016 votó por Verónika Mendoza, quedando en tercer lugar, y luego votó por Pedro Castillo en 2021. O sea, estamos hablando que después de la época de la dictadura y en la época de la democracia, en estos 20 años, este pueblo ha tratado de manera democrática dar esos cambios con su voto y logrando por fin, en esta elección del 2021 con Pedro Castillo y que la derecha de ninguna manera lo permitió.
Entonces, todo este acumulado de tantos años, más este último acontecimiento, evidentemente hace que ellos digan ¡basta ya! Y entonces se sintetiza en que ahora una compañera, la hermana, hermano del sur de una zona rural, está politizada. Su lucha es política. Muchos políticos de la derecha que nos han dirigido por muchos años, cuestionan por qué la lucha es política y nosotros decimos: ¿por qué no puede ser política si todos somos políticos?
Y es más bien creo que es loable que este pueblo que se ha levantado ya tenga una posición política con respecto a lo que está pasando. Pero que no es respetada su voz ni antes ni ahora, porque ahora la represión es mucho mayor con asesinatos que estamos viviendo continuamente.
– PD: ¿Cuáles son los mayores desafíos para la izquierda ahora?
EL: Es difícil porque si bien es cierto, que el movimiento popular se ha levantado y es contundente, no ha habido una organización de fondo, no ha habido, digamos, organizaciones políticas que han iniciado estas protestas o han direccionado esta protesta.
Lo que ha habido es una fuerza desde adentro que tenía un contenido. El pueblo ha salido con mucha fuerza. Inclusive la llegada de las regiones hacia Lima, que ha sido de manera simultánea, no han sido coordinadas o no viene coordinada con voceros o con coordinadores de estas regiones, pero es tanta la indignación que se centraliza todas estas luchas de las regiones en Lima y se está tratando cada vez más de mejorar la organización.
Creo que eso de alguna manera es la salida que estamos buscando, que si bien es cierto es una lucha política, netamente política, también la salida debe ser política. Y la salida política es que sí se logre centralizar esta lucha a través del fortalecimiento de la organización y la unidad no solamente con los movimientos sociales, sino también con las organizaciones políticas progresistas, de izquierda, y la ciudadanía en general que está conmovida y está solidarizándose esa lucha.
Es la única salida en la cual podemos vencer a este enemigo que es fuerte. Y no estamos hablando solamente la ultraderecha, sino también de la derecha liberal, que de alguna manera tenía sus contradicciones, pero que ahora actúan juntos, sobre todo en el Congreso de la República. Y esperemos que no sea así en unas próximas elecciones y que más bien la unidad recaiga en la izquierda y en el sector popular.
Como Nuevo Perú, creemos que un punto clave en el que se pueda dar una salida democrática es que exista un referéndum para una nueva Constitución. Creo que eso ayudaría bastante a que todos los sectores manifiesten su posición. Y con respecto a eso, y particularmente Nuevo Perú cree también que la mayoría de los peruanos quieren un cambio de Constitución. Eso es muy importante.
Imagen: Pancarta de una movilización el 23 de diciembre, 2022 en Lima, Perú. | Foto: Zoe Alexandra / Peoples Dispatch.
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