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Marco Teruggi / Internacionalista 360°
Colombia / Lunes 20 de junio de 2022
En su primer discurso, el nuevo presidente progresista enfatizó la necesidad de lograr un reencuentro social y político en su país
Gustavo Petro es el nuevo presidente de Colombia. Con el 99,91 del preconteo realizado por la Registraduría, el candidato del Pacto Histórico ganó con el 50,46% para un total de 11.278.437 votos, convirtiéndose en el presidente más votado en la historia del país. Su oponente Rodolfo Hernández, por su parte, obtuvo el 47,29% con 10.569.258 votos. La noticia se confirmó una hora y media después de que cerraran las urnas un domingo lleno de expectativas, tensiones y una alta participación para Colombia: 57,88% del padrón electoral, tres puntos más que en la primera vuelta.
«Hoy es un día de celebración para el pueblo. Que celebren la primera victoria popular. Que tanto sufrimiento sea amortiguado en la alegría que hoy inunda el corazón de la Patria. Esa victoria para Dios y para el Pueblo y su historia. Hoy es el día de las calles y las plazas», escribió Petro en su cuenta de Twitter tras confirmar la tendencia irreversible de su victoria.
La noticia fue vivida con alegría por quienes votaron por Petro. No solo por la victoria, sino también por el rápido reconocimiento del presidente saliente Iván Duque y Rodolfo Hernández, quienes escribieron: «Llamé a Gustavo para felicitarlo por la victoria y ofrecerle mi apoyo para cumplir las promesas de cambio por las que Colombia votó hoy». La aceptación de la derrota disipó las posibilidades de un escenario de tensión que venía pasando por algunos análisis en días anteriores.
No fue el único elemento de preocupación dentro del Pacto Histórico, también hubo quejas sobre el sesgo de la Oficina del Registrador y la falta de auditoría de software. Las últimas horas previas a las elecciones habían estado cargadas de quejas sobre posibles fraudes, algo que también se había señalado en la primera vuelta, en este caso amplificado por la posibilidad de unas elecciones disputadas por pocos votos como mostraban las diferentes encuestas. El resultado, en las primeras horas de la tarde, fue una celebración en el país y en el estadio Movistar Arena donde se esperaba a Petro y Francia.
Cambio para Colombia
«Sí pudimos, sí pudimos», coreaba el estadio ante la llegada del nuevo presidente y del nuevo vicepresidente. «Este día es sin duda histórico, es historia lo que estamos escribiendo en este momento, para Colombia, para América Latina, para el mundo, una nueva historia porque sin duda aquí lo que ha pasado hoy con estos 11 millones de votantes (…) es un cambio, un cambio real», dijo Petro.
«El cambio significa la acogida a la esperanza, la posibilidad de abrir un futuro, el cambio significa abrir oportunidades para todos los colombianos, que la esperanza pueda llenar todos los rincones del territorio nacional, el cambio significa que ha llegado el gobierno de la esperanza», dijo, en un discurso que enfatizó en numerosas ocasiones la necesidad de lograr un reencuentro social y político, en el contexto de un país que una vez más expresó las grandes divisiones que atraviesan Colombia.
«Este no es el momento para el odio. Este gobierno que comenzará el 7 de agosto es un gobierno de por vida. ¿En qué consiste un gobierno de vida? Primera paz, segunda justicia social, tercera justicia ambiental, paz como eje de un gobierno de vida», señaló, acompañado de su familia, entre ellos su hija Sofía Petro y su esposa Verónica Alcácer.
«La oposición que tendremos, bajo cualquier liderazgo, siempre será bienvenida en el Palacio de Nariño para dialogar sobre los problemas de Colombia (…) En este gobierno que está empezando nunca habrá persecución política, persecución legal, habrá respeto y diálogo, así es como vamos a poder construir el Gran Acuerdo Nacional, que ya se ha empezado a construir entre 11 millones de colombianos, pero tiene que ser con toda la sociedad colombiana», dijo. en relación al Acuerdo anunciado el viernes junto a líderes políticos provenientes en muchos casos del centro político.
«Si me preguntan para qué sirve un Acuerdo Nacional, yo diría que construyamos el máximo consenso para lograr las reformas que mejoren la vida de las personas», dijo el ahora mandatario, quien se refirió a las grandes transformaciones necesarias para Colombia, como la transición energética hacia energías limpias, justicia social o paz.
«La paz es que la sociedad colombiana tenga oportunidades, que alguien como yo pueda ser presidente, o alguien como Francia pueda ser vicepresidente, la paz es que dejemos de matarnos unos a otros, desde el gobierno que va a empezar el 7 de agosto comenzará la paz integral en Colombia, primero desde el gran diálogo nacional entre toda la sociedad colombiana, y, en segundo lugar, de lograr que las armas dejen de disparar».
El recién electo presidente también se refirió a la política internacional: «casi todos los presidentes de América Latina me han llamado, y creo que podemos proponer, ahora, a partir de este triunfo que nos ha dado el pueblo colombiano, un diálogo en las Américas sin excluir a ningún pueblo, a ninguna nación, en la diversidad de América Latina». Su intervención al respecto se centró en la necesidad de llegar a acuerdos en materia de transición energética:
«Creo que es hora de sentarnos con el gobierno de Estados Unidos y hablar, dialogar, sobre lo que significa que en todo el continente americano que compartimos, allí, como en casi ningún otro país, se emiten gases de efecto invernadero, y aquí los asumimos, los absorbemos de nuestra selva amazónica».
El triunfo y la alegría en tanta gente en el Movistar Arena dejan ver la importancia histórica del resultado, sobre todo después de los últimos tres años consecutivos de grandes protestas, represiones y persecuciones. Petro se refirió al hecho cuando pidió a la Fiscalía General que liberara a los jóvenes injustamente detenidos, particularmente en los últimos días, cuando se denunciaron detenciones ilegales de jóvenes que habían sido protagonistas del estallido del año pasado, como en la ciudad de Cali.
Colombia inicia una nueva era, que, como recordaron Petro y Francia, proviene de la larga historia de resistencia que los precedió y de la que forman parte. El país, que viene de más de 70 años de conflicto armado y 30 años de neoliberalismo, se enfrenta ahora a la posibilidad de un gobierno que se proponga cambiar el statu quo conservador, desigual y sistemáticamente violento. El 7 de agosto marcará el comienzo de una nueva oportunidad para un país que lo ha estado buscando durante tanto tiempo.
Imagen de portada: Gustavo Petro y Francia Márquez durante la celebración. | Foto: Télam.
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