SOMOSMASS99
Caitlin Johnstone*
Australia / Jueves 6 de junio de 2024
Imperio de vertederos
La luz de la luna acaricia los silos de misiles en Rusia
y los hospitales explotados en Gaza.
La basura juega en el viento como los niños.
Los humos de escape y los sonidos del tráfico se sienten como sexo en tus sentidos.
Puedes conocer lo divino aquí.
Aquí en la ciudad.
Aquí en la distopía.
Aquí, en medio del olor a orina y los sacos de dormir en la acera.
Aquí, en el corazón de un imperio moribundo,
cuyos remansos cancerosos se extienden como la hiedra
a través de la cara moribunda de un mundo moribundo.
Puedes dejar que las luces LED bailen
con la luz en el núcleo de tu ser.
Puedes beber de los pechos de la Gran Madre
debajo de una valla publicitaria para el último iThingy.
Puedes levantar tu corazón a las palomas,
y a todas las demás especies animales cuyas vidas
aún no hemos tenido éxito en extinguir.
Para nosotros, esto es Eden.
Para nosotros, este es el único lugar en el que puede nacer Buda.
En el futuro, si hay un futuro,
tal vez los humanos descubran las cosas
y creen un mundo saludable.
Pero ese mundo no es nuestro mundo.
Ese mundo no es donde nos registramos para hacer nuestro trabajo diario.
Nos registramos en esta extraña civilización,
donde los perros robots sin cabeza siguen apareciendo en las fuerzas policiales
y los drones de francotirador tocan los sonidos de los bebés llorando
para atraer a los civiles palestinos.
Donde hemos amputado nuestra sagrada conexión con la naturaleza y la tierra
y le colocó una prótesis hecha de vídeos virales y comedias de situación
al muñón dolorido y supurante.
Donde los ojos de todos están oscurecidos por pensamientos antinaturales,
y todo el mundo siempre tiene hambre, sin importar cuánto coman.
Aquí es donde haremos nuestra posición.
Este nido de enredos lleno de envoltorios de comida rápida y juguetes rotos,
este lío en el que todo huele a aceite de motor y a desesperación.
Este es el pesebre en el que se colocará la conciencia de Cristo.
Esta es la ciudad de armageddon que se convertirá en nuestro paraíso.
Este es el imperio de los vertederos donde finalmente dejaremos brotar
esas misteriosas semillas plantadas en nosotros hace mucho tiempo.
En esta extraña civilización,
en su propio lenguaje secreto,
incluso los drones que zumban sobre Gaza
cantan el santo nombre de Alá.
* Mi trabajo está totalmente financiado por los lectores, así que, si te ha gustado este artículo, si quieres aquí tienes algunas opciones para echar algo de dinero en mi bote de las propinas. Todas las obras son coautoría con mi marido Tim Foley.
Imagen de portada: Caitlin Johnstone web.
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