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Caitlin Johnstone*
Martes 24 de enero de 2023
Punchbowl News informa que el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, está planeando un viaje a Taiwán, que será otra provocación incendiaria contra Beijing si ocurre. La anterior presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, provocó una escalada significativa de las hostilidades con su visita el año pasado, cuyas consecuencias siguen reverberando hoy.
Dave DeCamp de Antiwar explica:
La visita de Pelosi a Taiwán fue vista en Beijing como una gran provocación, y provocó los ejercicios militares chinos más grandes de la historia alrededor de la isla. Los ejercicios incluyeron a China disparando misiles sobre Taiwán y simulando un bloqueo de la isla, ambas acciones sin precedentes.
China ha mantenido la presión militar sobre Taiwán desde la visita de Pelosi, y sus aviones de combate ahora cruzan regularmente la línea media, una barrera informal que divide los dos lados del Estrecho de Taiwán. Antes del viaje de Pelosi, China apenas cruzó la línea. Ahora, es una ocurrencia casi diaria.
Beijing ve la visita del presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos a Taiwán como una afrenta a la política de una sola China y al entendimiento que Estados Unidos y China alcanzaron en 1979, cuando Washington rompió relaciones formales con Taipei.
Report: House Speaker Kevin McCarthy Plans to Visit Taiwan
Nancy Pelosi’s visit when she was House speaker provoked the largest-ever Chinese military drills around Taiwan
by Dave DeCamp@DecampDave #Taiwan #China #KevinMcCarthy #Pelosi https://t.co/1cD4hTsTFn pic.twitter.com/CkC3gxcRRe— Antiwar.com (@Antiwarcom) January 23, 2023
Las provocaciones y escaladas lideradas por Estados Unidos contra China se están convirtiendo en algo habitual, tanto de los propios Estados Unidos como de sus activos imperiales como Australia y Taiwán. Sin embargo, según la clase política / mediática occidental, la amenaza urgente de nuestros días es la «agresión china».
Después de que la Cámara de Representantes votara para aprobar el nuevo Comité Selecto sobre China, una iniciativa republicana diseñada para aumentar la presión interna en el gobierno de los Estados Unidos para aumentar la nueva guerra fría, el presidente del comité, Mike Gallagher, emitió una declaración diciendo que es «hora de rechazar la agresión del Partido Comunista Chino de manera bipartidista».
Gallagher es un belicista particularmente nocivo que dice que se deben hacer esfuerzos urgentes para evitar que China «destruya el sistema capitalista liderado por Estados Unidos para dar paso al triunfo del socialismo mundial con características chinas». Aboga por el «desacoplamiento selectivo» de sectores específicos de la economía china y dice que Estados Unidos se encuentra en «las primeras etapas de una nueva guerra fría» contra China. Aboga por verter armas en Taiwán de la misma manera que lo hizo Estados Unidos en el período previo a su guerra de poder en Ucrania, y afirma que Estados Unidos debe prepararse para una guerra directa con China en el futuro cercano.
La línea dura de Gallagher sobre China se está convirtiendo rápidamente en la posición de consenso dominante en la clase política / mediática occidental a medida que el imperio centralizado de Estados Unidos aumenta las agresiones mientras se queja continuamente de la agresión china.
The Select Committee on the CCP will expose the CCP’s strategy to undermine American leadership and work on a bipartisan basis to identify common sense approaches to counter CCP aggression.
There is no more critical challenge facing our nation. pic.twitter.com/eCXZzOtK7G
— Rep. Gallagher Press Office (@RepGallagher) January 11, 2023
El imperio estadounidense ha estado posicionando cada vez más su maquinaria de guerra alrededor de China desde el «Pivote hacia Asia» de la administración Obama de maneras que habrían llevado a una tercera guerra mundial inmediata si los roles se hubieran invertido, y sus agresiones se han intensificado con cada administración posterior. Solo en los últimos meses hemos tenido noticias de que Estados Unidos planea regresar a su base de Subic Bay en Filipinas como parte de su campaña de cerco contra China, y también tiene la intención de estacionar marines armados con misiles a lo largo de las islas Okinawa de Japón. Según los informes, Estados Unidos también está trabajando en la construcción de una red de sistemas de misiles en una cadena de islas cerca de la parte continental de China, explícitamente con el objetivo de contrarrestar a China. Estados Unidos y sus aliados han aumentado dramáticamente su presencia naval en aguas en disputa cerca de China, vistos como actos de agresión por parte de Beijing.
Nada de esto sería tolerado por los Estados Unidos si China estuviera moviendo abiertamente su maquinaria de guerra a áreas adyacentes con el objetivo declarado de «contrarrestar a los Estados Unidos». Si China estuviera haciendo esto, sería un consenso casi unánime en todo el mundo occidental que China estaba involucrada en provocaciones hostiles y era claramente el agresor. Nadie escucharía a China si afirmara que está rodeando militarmente a los Estados Unidos con fines defensivos.
Pero eso es exactamente lo que sucede con las agresiones estadounidenses contra China. Simplemente se toma como un hecho cuando Estados Unidos dice que está moviendo más y más maquinaria de guerra en las aguas alrededor de China como precaución defensiva para disuadir la agresión china. Debido a que la narrativa proviene de la máquina de propaganda más efectiva jamás concebida, escuchamos «No hermano, Estados Unidos está rodeando militarmente a su rival geopolítico número uno en el otro lado del planeta defensivamente. Porque ¿qué pasa si China intenta hacer algo agresivo?»
Assembling an Asian anti-China containment coalition, kneecapping China’s economy, engaging in an arms race, aligning local regimes to encircle Beijing & demanding countries choose between China & US lead to regional fracture & war, not stability. https://t.co/UTHl9YRVYG
— Richard Heggie (@RichardSHeggie) January 16, 2023
En un artículo de Foreign Affairs sorprendentemente decente titulado «El problema con la primacía«, Van Jackson argumenta que Estados Unidos se está comportando de una manera tan transparentemente agresiva hacia China que no puede afirmar que está actuando en interés de preservar la paz y la estabilidad en la región.
«Esta no es la lógica de un país que simplemente está equilibrando el poder chino o tratando de evitar que Beijing cree una esfera de influencia», escribe Jackson sobre la reciente prohibición de exportación de semiconductores de Estados Unidos contra China. «No es la estrategia de un Estado que intenta desacoplarse de la economía china. Es contención en todo menos en el nombre».
«El Pentágono ha prometido que 2023 será ‘el año más transformador en la postura de la fuerza estadounidense en la región en una generación’, una línea que probablemente pretende ser tranquilizadora, pero que resulta ominosa», escribe Jackson. «El Departamento de Defensa está cumpliendo esta promesa al modernizar su gran presencia tradicional en el noreste de Asia al tiempo que aumenta su huella en las islas del Pacífico y Australia, áreas que el ejército chino no puede impugnar seriamente».
Jackson argumenta que los esfuerzos de Washington para detener el ascenso de China probablemente no lograrán nada más que provocar que China se militarice contra ella, diciendo: «No hay razón para creer que gastar más de un billón de dólares modernizando el arsenal nuclear de Estados Unidos o vendiendo submarinos a Australia hará que China haga cualquier cosa más que continuar armándose lo más rápido posible».
Esto se alinea con las advertencias de un funcionario estadounidense anónimo citado en un artículo de noviembre de Bloomberg, quien dijo que «el tono agresivo en DC ha contribuido a un ciclo en el que Estados Unidos da el primer paso, interpreta las reacciones chinas como una provocación y luego se intensifica aún más».
Es Estados Unidos el que da el primer paso cada vez.
Why does China keep aggressively surrounding itself with US military bases? https://t.co/LntfZXg8Vv
— Caitlin Johnstone (@caitoz) November 25, 2022
Taiwán es un caso extraño porque los apologistas del imperio le dirán abiertamente que Beijing nunca debe controlar la isla, ya que es un lugar geoestratégicamente crucial con fabricación de semiconductores esenciales, y luego se darán la vuelta y aún tratarán de decirle que el interés de Washington en Taiwán es porque quiere proteger la libertad y la democracia. Es aún más transparente que cuando fingían anhelar la liberación de naciones que casualmente se sentaban sobre una gran cantidad de petróleo.
No sé si Beijing lanzará alguna vez un ataque contra Taiwán o algún otro punto de inflamación futuro, pero si lo hace, parece una apuesta segura que será porque el imperio estadounidense siguió aumentando las agresiones y provocaciones hasta que llegó al punto en que China sintió que estaba perdiendo más por la inacción que por la acción. Y luego los apologistas del imperio pasarán todo el día gritando a cualquiera que intente hablar de esas provocaciones.
Porque esa es la regla ahora, si no lo sabías. A partir de febrero de 2022, todos debemos fingir que el concepto de provocación no es una idea común que todos entienden y aprenden de niños, sino que «provocación» es más bien una palabra de propaganda sin sentido que fue inventada por Vladimir Putin el año pasado. Ahora ya no está permitido que usted hable de las agresiones que llevaron a una nación a la guerra; Todos debemos fingir que la historia comenzó el día en que sus tropas cruzaron la frontera.
La historia se está reescribiendo con Ucrania, y si estalla la guerra sobre Taiwán, probablemente también se reescribirá allí. Pero nota para el futuro: el camino a la guerra fue pavimentado por montañas de agresión estadounidense.
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Foto de portada: Caitlin Johnstone Web.
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