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Laura Cuevas Rodríguez*
Miércoles 14 de julio de 2021
En México, la democracia representativa está aún en proceso de consolidarse. Sin embargo, ello no impide que el país dé sus primeros pasos hacia la democracia participativa. En esencia, la democracia participativa conlleva la participación del pueblo más allá de elegir a los gobernantes cada seis o tres años. Implica ser partícipe de las decisiones que afectan a la sociedad a través de mecanismos tales como la consulta popular.
En el momento actual, está a punto de llevarse a cabo la primera consulta popular en México con alcance nacional y fundamento constitucional, específicamente con base en el Artículo 35 de nuestra Carta Magna. Esta consulta popular se realizará el próximo domingo 1 de agosto, constituyendo un hecho sin precedentes en nuestra historia.
Los opositores, conservadores de derecha, se oponen a la realización de dicha consulta. Por ello conviene saber cómo son las consultas populares en el mundo. Veamos:
Suiza es el país con más experiencia en las consultas populares. Su historia nos habla de 146 años de práctica en este rubro. Cuenta con tres mecanismos de consulta: la iniciativa popular, el referéndum facultativo y el referéndum obligatorio.
Con la primera, los ciudadanos pueden presentar propuestas para modificar la ley; con la segunda, se puede exigir que una ley tenga que someterse a votación popular; y con la tercera, se somete a voto del pueblo cualquier modificación que se pretenda hacer a la constitución. En este país el ciudadano es citado a las urnas cuatro veces al año para votar en consultas populares.
En Italia, el pasado 2020 se llevó a cabo un referéndum que proponía a los ciudadanos italianos decidir entre el sí o el no, para disminuir el número de integrantes de su parlamento, de 945 a 600 miembros entre diputados y senadores. Ganó el sí de manera contundente.
En Dinamarca existe también la práctica de las consultas populares. Ese país realizó un referéndum para consultar a los ciudadanos acerca de integrarse o no a la Unión Económica y Monetaria de la Unión Europea con el Tratado de Maastricht (1992), consulta en la que se impuso el no. En el año 2000 repitieron un referéndum que rechazó la adopción del euro como moneda nacional. En 2015 los daneses llevaron a cabo un referéndum para decidir acerca de continuar fuera de las normativas de la Unión Europea en materia de justicia y asuntos internos. También, el voto del pueblo estableció permanecer fuera de esas normativas.
Una consulta popular vista y seguida por el mundo fue la que se llevó a cabo en el Reino Unido en 2016. Consulta en la que el pueblo inglés decidía entre permanecer o no en la Unión Europa, el famoso Brexit. Se impuso el no.
En 1998 tuvo lugar una consulta al pueblo de Irlanda para construir la paz y dejar atrás el conflicto entre el Ejército Republicano Irlandés (IRA) y los unionistas. Se impuso el si, por la paz. En este mismo país tuvo lugar en 2018 una histórica consulta para la legalización del aborto. Se impuso el si por un 66% de los votos.
Una consulta histórica que tuvo lugar en Sudáfrica en el año de 1992, fue la convocada por Frederik de Klerk para dar fin a 44 años de apartheid. Consulta que evitó violencia y derramamiento de sangre en ese país.
En Estados Unidos las consultas son habituales en el ámbito estatal. Consultas donde se tratan asuntos de interés local.
Las consultas son, pues, una práctica democrática común en los países desarrollados. Nadie se debe extrañar que los mexicanos aspiremos a una auténtica democracia participativa y que contra viento y marea estemos dando los primeros pasos hacia ello.
* Esta es una colaboración del Colectivo Miguel Hidalgo de Celaya, Guanajuato, al que pertenece la autora.
Imagen de portada: El CEO.
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