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Redacción / SomosMass99
Viernes 30 de agosto de 2024
Es necesario que la ONU adopte medidas efectivas e inmediatas, pide Euro-Med Monitor.
Para obligar a Israel a poner fin al asesinato lento y deliberado de la diputada palestina Khalida Jarrar, que lleva 17 días en régimen de aislamiento israelí, el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias y la Relatora Especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, Reem Al-Salem, deben tomar medidas efectivas e inmediatas, demandó este jueves el Monitor de Derechos Humanos Euro-Med (Euro-Med Monitor).
Deben exigir, agregó, su liberación inmediata y el fin del uso por parte de Israel de la detención arbitraria, incluida la detención administrativa, contra la población palestina.
En una carta urgente dirigida al Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria y a la Relatora Especial sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, Euro-Med Monitor detalló las condiciones de la detención arbitraria y el cruel confinamiento en solitario de Jarrar en una prisión israelí destinada a mujeres detenidas por delitos penales. La carta también incluye una queja recibida por Euro-Med Monitor del esposo de Jarrar, Ghassan Jarrar.
En la denuncia que envió al equipo de Euro-Med Monitor, Ghassan Jarrar dijo que el Servicio Penitenciario israelí ha estado aislando a su esposa en confinamiento solitario en la prisión de Neve Terzia durante 17 días en duras condiciones. Según la denuncia, la activista de derechos humanos, que ha estado en detención administrativa durante más de ocho meses, fue puesta en aislamiento por razones desconocidas, ya que no había base legal para que fuera expulsada de la prisión donde estaba detenida. Además, las autoridades israelíes no le notificaron cuándo iba a ser trasladada a la nueva prisión; sin embargo, se hizo evidente para ella que había sido puesta en confinamiento solitario en la prisión destinada a mujeres delincuentes, Neve Terzia.
Ghassan Jarrar aclaró que su esposa está recluida en una celda de 2,5 por 1,5 metros, con sólo un banco de concreto para dormir y un baño abierto sin cortina. Dijo que las autoridades penitenciarias israelíes han cortado el agua del inodoro y están retrasando la entrega de alimentos a su esposa, a pesar de que ella necesita comer regularmente, ya que toma cinco tipos diferentes de medicamentos para la presión arterial, la diabetes y el colesterol.
Enfatizó que los problemas más graves que enfrenta su esposa son la falta de oxígeno en la celda; que ni siquiera se le permite salir para «recrearse»; que se corte el agua del inodoro; que las temperaturas son anormalmente altas; y que el retraso intencionado de la comida son todas «condiciones de muerte, no de aislamiento». — «¿Quieren matar a Khalida de esta manera?» —, preguntó Jarrar. A pesar de su estado de salud crítico, nadie responde a sus llamadas cuando necesita algo urgentemente, y «pasan cuatro horas antes de que alguien responda».
Jarrar citó las palabras de su esposa a su abogado, resumiendo su sufrimiento de la siguiente manera:
«Muero todos los días. La celda parece una caja diminuta y hermética. La celda está equipada con un inodoro y una pequeña ventana encima, que se cerró un día después de que me trasladaran a ella. No me dejaron espacio para respirar. Incluso el llamado ojo de buey de la puerta de la celda estaba cerrado. Paso la mayor parte del tiempo sentada junto a una pequeña abertura que me permite respirar. Espero a que pasen las horas mientras me asfixio en mi celda con la esperanza de encontrar moléculas de oxígeno para respirar y sobrevivir».
Y agregó: «Las altas temperaturas hacen que mi aislamiento sea aún más trágico. En pocas palabras, estoy dentro de un horno muy caliente. El calor me ha impedido dormir. No únicamente me pusieron sola en esta situación, sino que también cerraron el agua de la celda a propósito. Al principio, tardaron al menos cuatro horas en traerme una botella de agua. Después de ocho días de encierro, me permitieron salir de la celda una vez, para ir al patio de la prisión. Además, posponen deliberadamente la horrible cena durante horas».
Las fuerzas del ejército israelí detuvieron a Khalida Jarrar el 26 de diciembre de 2023 en su domicilio de Ramala, en la Cisjordania ocupada central, y la pusieron en detención administrativa. Desde entonces, había estado detenida en la prisión de Damon con otras reclusas sin que se le fincaran cargos ni se le diera la oportunidad de defenderse, hasta que recientemente fue trasladada a régimen de aislamiento.
Khalid Jarrar es una ex prisionera que cumplió cinco años en cárceles israelíes. Es activista feminista y de derechos humanos, y miembro del Consejo Legislativo Palestino.
Euro-Med Monitor informó que más de nueve mil detenidos palestinos sufren actualmente detenciones arbitrarias, condiciones de detención duras y degradantes, torturas brutales y medidas punitivas y de represalia, como la inanición y el aislamiento, violaciones que se han intensificado gravemente desde el inicio del genocidio en curso de Israel en la Franja de Gaza el 7 de octubre de 2023.
Alrededor de 260 prisioneros y detenidos palestinos han sido asesinados en prisiones y centros de detención israelíes desde 1967. Esta cifra no incluye a las decenas de prisioneros palestinos y detenidos de la Franja de Gaza que han sido asesinados desde el pasado mes de octubre. El número exacto y las identidades de la mayoría de estos individuos siguen siendo desconocidos.
Uno de los principales métodos empleados por Israel para mantener su régimen de apartheid contra el pueblo palestino es la detención administrativa. Esto se hace con el fin de someter al pueblo palestino a la opresión y la destrucción, destruyendo a sus familias y comunidades, y privándolos de sus derechos fundamentales, que incluyen la libertad de expresión y de reunión, la inmunidad contra la detención arbitraria, el derecho a un juicio justo y la protección contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
El hecho de infligir daños intencionales y sufrimientos psicológicos graves como consecuencia de la reclusión prolongada en régimen de aislamiento «constituye una forma de tortura absolutamente prohibida por el derecho internacional. Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela), clasifican la reclusión prolongada en régimen de aislamiento como prohibidas».
Euro-Med Monitor sostuvo que «Israel es plenamente responsable de la vida y el bienestar de Khalida Jarrar, y debe acabar con su régimen de aislamiento y ponerla en libertad de inmediato. La comunidad internacional debe asumir sus responsabilidades jurídicas y actuar con rapidez y firmeza para obligar a Israel a poner fin de inmediato a las detenciones arbitrarias, incluidas las detenciones administrativas, contra los palestinos. Esto ayudará a poner fin a la ocupación ilegal y al régimen de apartheid de Israel contra el pueblo palestino, garantizará la plena realización de su derecho a la autodeterminación y asegurará que Israel rinda cuentas por sus crímenes».
Imagen: Khalida Jarrar. | Foto: Euro-Med Monitor.
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