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Alfonso Díaz Rey*
Lunes 10 de abril de 2023
Recién el pasado mes se dio a conocer un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés). En la presentación de un resumen de ese informe el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó que «[…] el ser humano es responsable de prácticamente de todo el calentamiento global de los últimos 200 años».
Tal concepto acerca de esa responsabilidad la diluye y encubre a los verdaderos responsables por la crisis climática ─y de manera general, la ambiental─ planetaria. En estos 200 años la industrialización ha experimentado un importante desarrollo y un enorme crecimiento, apoyada en los avances científicos y tecnológicos y en el consumo casi exclusivo de combustibles fósiles para la generación de energía; todo ello en el contexto del modo de producción predominante: el capitalismo.
Como en este sistema, mediante la inducción al consumismo, se producen bienes y servicios para generar ganancias y reproducir el capital, en vez de producirlos para satisfacer necesidades, y prácticamente todo se ha convertido en mercancía, se ha generado tal derroche y dispendio de recursos cuyos impactos en el medioambiente ─naturaleza incluida─ se manifiestan cada vez con mayor magnitud, intensidad y persistencia, muchos de ellos sinérgicos entre sí, con lo que se incrementan sus efectos.
Además, los recursos que se consumen para elaborar un bien o crear un servicio no se encuentran en un solo lugar o territorio. Provienen de distintas partes, lo que origina que cada producto o servicio genere impactos al medioambiente en distintos puntos del planeta. Si a ello agregamos que lo que realmente importa es la ganancia, muchos productos son concebidos para durar poco tiempo o con periodos de obsolescencia determinados, lo que aumenta, además de la contaminación, la utilización y dispendio de energía; y dado que esta proviene mayoritariamente de combustibles fósiles, la contribución con compuestos que promueven el calentamiento global se incrementa peligrosamente.
Por ello una visión acerca del calentamiento global ─y de manera general, de la crisis medioambiental─ que considere responsable del problema a la humanidad entera, protege los intereses de quienes realmente son los causantes de tan grave problema: las grandes empresas monopólicas y el capital financiero monopolista que está detrás de ellas, algunas de las cuales, paradójicamente, patrocinan las reuniones internacionales que tratan estos problemas.
A esos causantes y verdaderos responsables del calentamiento global habría que agregar a la industria de armamento militar, que lucra con la destrucción, la muerte y el dolor de una parte considerable de la humanidad, industria en la que también está presente el capital financiero monopolista.
Y así como las guerras existirán mientras exista el capitalismo, los graves problemas ambientales, y de todo tipo, continuarán y se agudizarán en tanto este sistema prevalezca.
De ahí que la responsabilidad para construir un mundo mejor, esa sí, recae en los seres humanos, conscientes, organizados y decididos.
* Miembro del Frente Regional Ciudadano en Defensa de la Soberanía, en Salamanca, Guanajuato.
Foto de portada: Daniel Moqvist (@offvalley) / Unsplash.
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