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Esther Sanginés*
Miércoles 10 de agosto de 2022
Como todas las garantías individuales, la libertad de expresión forma parte de un derecho conquistado en la larga lucha por el reconocimiento de la dignidad de los seres humanos. En México es ley y por tanto está plasmada en la Constitución Mexicana, en el artículo 6º y corroborada en el 7º.
Para evitar dudas y malos entendidos, el artículo 6º de la Constitución Mexicana es claro y contundente: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la información será garantizado por el Estado”. No se queda allí, sigue con especificaciones, en el inciso A con 8 fracciones y en el B con 6. Si no lo han hecho, amables lectores, ojalá se dieran el tiempo de leer con calma la última versión de esta Ley de leyes [1].
Pero ¿qué cosa es la libertad de expresión? La Comisión Nacional de Derechos Humanos la define:
«Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas, ya sea oralmente, por escrito, o a través de las nuevas tecnologías de la información, el cual no puede estar sujeto a censura previa sino a responsabilidades ulteriores expresamente fijadas por la ley”[2].
En este párrafo aparecen un par de palabras muy interesantes: “responsabilidades ulteriores”.
Estas dos palabras sintetizan una gran sabiduría, porque los derechos son creaciones humanas, invenciones, proyectos comunes, diálogos, que nos dan una gran fuerza, esa fuerza proviene del reconocimiento activo de la comunidad [3]. Y más todavía, no podemos ser libres actuando sólo por lo que deseamos, sin medir las consecuencias de nuestras acciones, los conocimientos que hemos adquirido, los errores vividos, los valores que queremos proteger. La libertad no se improvisa, es obra y producto de un largo proceso de construcción. José Antonio Marina nos comparte:
No es verdad que al niño se le enseñe la libertad mediante la libertad, como se dice con notoria ligereza. La autonomía personal se construye mediante la obediencia. ¿Le parece raro? Entonces no ha comprendido que lo propio de la inteligencia humana es sacar más de lo menos. Conseguimos ser libres cuando obedecemos las órdenes inteligentes que nos damos a nosotros mismos. Es decir, las que han sido fruto de una deliberación que tiene en cuenta lo que deseamos, las consecuencias de nuestra acción, los conocimientos almacenados, los errores vividos, los valores que queremos proteger. Tan compleja habilidad no se improvisa. Es obra de un largo proceso de construcción [4].
Por tanto, no es libertad de expresión calumniar a alguien, mentir, o tergiversar los hechos, mucho menos saltar las reglas para perjudicar a otros; eso atenta contra el derecho de libertad que tanto trabajo ha costado conquistar y viene a colación no sólo por las calumnias y mentiras que se publican a diario en la prensa y en los medios electrónicos, en las llamadas redes sociales, también por lo que sucede en las conferencias de prensa llamadas “mañaneras”. Lo sucedido el 21 de julio de este 2022 nos brinda un ejemplo de los abusos que en nombre de la libertad se cometen. Así que voy a referirme a ese día.
A las 2 horas 59 minutos 16 segundos, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió que se explicara un tema fundamental para el país, “la trata”. El subsecretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía, presentó avances muy importantes del programa de cero impunidad, la forma como han ido ubicando a las redes de trata; informó cómo crean las carpetas, hacen los operativos y las detenciones. Detuvieron a nueve personas vinculadas a ese delito, seis personas fueron procesadas por el crimen de trata en su modalidad de explotación sexual a menores, que incluye también redes de prostitución y pornografía infantil. Además la detención del líder de una secta de explotación sexual infantil, vinculado ya a proceso penal. Muy importante es que se pudo rescatar a seis menores.
El avance en la ubicación de estas redes me parece fundamental, pues está vinculado a la desaparición de niños que podrían ser nuestros hijos o nuestros nietos, su secuestro y su explotación sexual (nadie hizo preguntas, ni comentarios).
Habían pasado ya tres horas, un minuto y 34 segundos cuando tomó la palabra una auto llamada “periodista independiente” Reyna Haidé, quien empezó con una serie de reclamos y acusaciones, con comentarios desarticulados, en los cuales no hubo ninguna pregunta o propuesta, sólo quejas. Una participación errática para “denunciar” que no la dejan entrar a las mañaneras siempre que quiere, por lo que insultó a Jesús Ramírez Cuevas y a un compañero del gremio, a quien le espetó “cállate palero”; en medio de sus diatribas formuló algunas preguntas, sin dejar de hablar y sin permitir que las contestara el mandatario.
Los periodistas Alejandro Páez y Álvaro Delgado[5] comentaron que su reclamo de estar todos los días no tiene fundamento, pues limita el derecho de otros a preguntar y obtener respuesta del Presidente de la República, que en este sexenio se abrió esta posibilidad y debe ser bien aprovechada, compararon con las dificultades para hablar con los presidentes anteriores. Alejandro Páez nos comenta: “Es un abuso, veintitantos minutos para no plantear un asunto más que personal que en realidad estaba revuelto con reclamos a la respuesta del mandatario. No hubo una pregunta sino una cantidad de reproches…”. Álvaro Delgado aclara: “Una cosa es muy importante puntualizar, habló de censura y lo que menos hubo fue censura… más allá de la que hoy pasó con Reyna Haidé, es muy importante que antes de las críticas a ella y a su trabajo, conozcan su trabajo, efectivamente un trabajo profesional, un trabajo que efectivamente no se hace en medios convencionales, el de la atención, el escuchar los problemas de pueblos originarios, de campesinos, de sectores vulnerables de la sociedad, es un trabajo muy importante… y es importante también que se conozca. Hay que sacar enseñanzas todos y todos implica el propio presidente López Obrador, el propio Jesús [Ramírez], los compañeros…”.
Porque, como reconocen, se trata de conferencias de prensa, no de gestorías. Y puntualizan que el periodista independiente lo es de los poderes, no por estar en un medio, el objetivo del periodismo es servir a la sociedad. El eje del trabajo profesional del periodista es cumplir con su responsabilidad.
¿Cuál sería la responsabilidad de un periodista? En primer lugar informar a la sociedad, para que se involucre en los hechos que le conciernen. Informar con la verdad, sin manipular, sin distraer de aquellos procesos importantes.
La libertad de expresión bien ejercida nos hace mejores ciudadanos y fortalece nuestra dignidad, nos lleva de la mano a decir la verdad completa en la medida de nuestras posibilidades (no mentir), a ser honestos reconociendo la diferencia entre lo público y lo privado, a respetar el tiempo de los otros (no robar) y a ser congruentes con nuestros principios (no traicionar).
La reflexión que me comparte Pepe Ramírez es importante: “Se trata de un tema bastante complejo, necesario y con muchas aristas. Es inconcebible que sucedan cosas como las que les hicieron a Podemos en España y que haya total impunidad ante eso”. Aquí en México tenemos ejemplos terribles, como los ataques de la prensa al presidente Francisco Madero, la total sumisión de los “líderes de opinión” a los mandatarios del PRI y del PAN, hasta manipular los datos para convencer a los ciudadanos de apoyar la venta de ferrocarriles, de la banca, del petróleo, de la entrada de Iberdrola, las mentiras contra el Presidente López Obrador y la cuarta transformación que no nos permiten distinguir entre críticas fraternas y necesarias de las calumnias.
La libertad de expresión tiene que ver con la posibilidad de que la verdad y su acción correspondiente nos hagan personas más libres.
Notas:
[1] www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/CPEUM.pdf, Texto vigente, Última reforma publicada DOF 28-05-2021.
[2] www.cndh.org.mx/pagina/derechos-libertad-de-expresion
[3] José Antonio Marina tiene un libro precioso, en donde argumenta la relación entre inteligencia, derechos, libertad y ética, Ética para náufragos, publicado por Anagrama, no se lo pierdan, en este texto estoy usando, la edición de bolsillo, publicada en Barcelona el año 2000.
[4] Idem p. 52.
[5] Ver programa Los Periodistas del 21 de julio de 2022, www.youtube.com/watch?v=aNsbbOe5LdA
* Esta es una colaboración del Colectivo Miguel Hidalgo de Celaya, Guanajuato, al que pertenece la autora.
Imagen de portada: Aspecto de la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador el jueves 21 de julio de 2022. | Foto: Presidencia de la República.
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