SOMOSMASS99
Alfonso Díaz Rey*
Viernes 8 de julio de 2022
Ante el crecimiento constante del desprestigio de Va por México y la urgente necesidad de la derecha de contar con un contrapeso para presentarse a la elección federal de 2024, la pasada semana fue creado el Frente Cívico Nacional (FCN), organización, de inicio, integrada por militantes ─y ex─ de los partidos de la desprestigiada alianza y algunos personajes que se dicen independientes, aunque todos tienen en común posiciones que defienden el orden que imperó durante los gobiernos neoliberales.
El FCN se presenta como «[…] una alternativa de organización plural e inclusiva, abierta y deliberativa, democrática y transparente»; plantea que «[…] los ciudadanos sean el eje de una gran alianza por la nación, con miras a las cruciales elecciones de 2024», por lo que llama a la ciudadanía a «[…] detener la destrucción y darle una opción distinta y mejor a los mexicanos y sus descendientes».
Para ellos, todo lo realizado por el actual gobierno está mal. Utilizando verdades a medias y mentiras al cien critican y denuestan, ocultando cínicamente la realidad de cómo con su cauda de corrupción, impunidad, violencia, despojo a pueblos y a la nación entera, violencia, desigualdad y otras bondades, el capitalismo, en su versión neoliberal, dejó al país y al pueblo mexicano.
Aun cuando los «[…] une la convicción de [que] la ciudadanía empoderada puede cambiar el rumbo de nuestro país hacia un futuro sostenible con unidad, libertad e igualdad entre todos los mexicanos», pretenden, contradictoriamente, según se establece en su misión: «Generar una irrupción ciudadana que permita a los partidos de oposición contar con la legitimidad social para gobernar a partir del 2024».
Hablan de terminar con la polarización social, cuando el sistema que defienden es el principal causante de ella. Y para reafirmar la inconsistencia de su intención, en su visión se establece «[…] la participación de todos los protagonistas generadores de cambio, de hombres y mujeres de la ciencia, de la academia, de los sectores productivos, de la empresa micro, mediana y de escala global, de todos los estratos sociales y regiones de nuestra Nación, del campo y las grandes urbes», como si las grandes empresas y las transnacionales, en manos de las oligarquías local y extranjera, compartieran anhelos e intereses con los trabajadores ─manuales e intelectuales, del campo y la ciudad─, campesinos, y los pequeños y medianos empresarios.
Proponen «[…] mirar al futuro para aprovechar las oportunidades geopolíticas […]», que no es otra cosa que continuar e incrementar la subordinación al imperialismo yanqui y con ello perpetuar el subdesarrollo y la dependencia de nuestro país y cancelar definitivamente las aspiraciones del pueblo para alcanzar una vida digna.
En realidad, son más de lo mismo que nos ha ofrecido históricamente la oligarquía como clase dominante con el claro objetivo de ejercer y mantener su hegemonía; para ello utilizan palabras como igualdad, libertad, democracia, solidaridad, equidad y otras más como adornos de su mendaz discurso lleno de promesas que, históricamente, jamás han cumplido.
Es real la urgencia de encontrar solución a innumerables problemas que padece nuestro país, como también es una realidad que sus causas son atribuibles al sistema económico, político y social en que vivimos y no al actual gobierno. Y siendo honestos, tendríamos que reconocer que, para bien del pueblo y el país, en muchos aspectos es diferente de los anteriores.
Es cierto, se requieren cambios. Sin embargo esos cambios no se producirán con un retorno a las políticas y prácticas neoliberales que la derecha aspira a reinstalar.
Es necesaria la organización ciudadana no solamente para impulsar y ampliar los programas y acciones del actual gobierno en favor de la nación, aquellos que marcan la diferencia con los anteriores regímenes; además, es necesario generar, impulsar y llevar a sus últimas consecuencias otros planes, programas y acciones que conduzcan al país y a nuestro pueblo por la senda del desarrollo, a recuperar su plena soberanía, a vivir en una democracia con cada vez menos imperfecciones y a conquistar su definitiva independencia.
* Miembro del Frente Regional Ciudadano en Defensa de la Soberanía, en Salamanca, Guanajuato.
Foto de portada: Frente Cívico Nacional Facebook.
1 Comentario
Excelente análisis y muy cierto
Gracias