SOMOSMASS99
Redacción / SomosMass99
Ciudad de México / Lunes 10 de diciembre de 2018
México es el país de Mesoamérica con más agresiones contra defensoras de derechos humanos. Con un total de 862 ataques, registra en promedio uno cada día, denunció la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM), cuyas integrantes enfatizaron que «aunque nuestros principales verdugos siguen siendo quienes por ley son garantes de nuestros derechos, es decir los agentes del Estado, la violencia irradia también de nuestros espacios más íntimos», con un 13 por ciento de los casos.
A través de un pronunciamiento público en el que exige cero tolerancia a la violencia contra las defensoras, la RNDDHM dijo que las mujeres están presentes en todas las luchas contra las injusticias en México. «La vanguardia es nuestro lugar. Somos semillas con embriones de cambio. Inmersas en un mundo patriarcal y de muerte, nuestro aporte está en constante asedio. Nos acechan los grupos de poder cimbrados por nuestros contundentes pasos. Pero las violencias pueden venir también de nuestros familiares, la gente de nuestra comunidad, de nuestrxs propixs compañeros de lucha».
Como parte de su campaña #DefensorasSemillasDeCambio, que inició el 25 de noviembre, la red dijo que de acuerdo con el Registro Mesoamericano de Agresiones a Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, entre 2015 y 2016 se perpetraron dos mil 197 agresiones contra las defensoras en la región, lo que es 30 por ciento mayor que lo ocurrido en 2013 y 2014. México es el país más hostil para las defensoras, al concentrar la mayor cantidad de ataques para este periodo, respecto de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. En total 862, uno en promedio cada día.
«A las defensoras se nos castiga por nuestro activismo, igual que a nuestros colegas. Pero, adicionalmente, se nos agrede por transgredir el rol social que se nos impone, que es el de los cuidados y las tareas domésticas; por irrumpir las esferas públicas arbitrariamente reservadas para los varones. Es por ello, que en el marco de los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, develamos estas violencias, quizá las más invisibles, en contraste con el negro tan remarcado de sus impactos.
«Lejos de lo que se ha reproducido como una tajante verdad (repetición, estrategia de persuasión), sacar de bambalinas las violencias que vivimos en nuestros movimientos y organizaciones no debilita ni quebranta; mentira que quienes alzamos la voz seamos las detractoras de los movimientos».
Las defensoras de México, sostuvo la RNDDHM, apuestan por transformar «de raíz y bien hondo». Por ello trabajan también por la congruencia de sus causas y salvaguardan su dignidad y la de sus compañeras. «El cambio sistémico que buscamos empieza en las propias filas; que éstas sean los cimentos del mundo por el que luchamos».
En el contexto político actual, demandó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador que emprenda medidas contundentes «para eliminar de una vez por todas las violencias» que por su labor enfrentan las personas defensoras y, en el caso de las mujeres, también por su condición de género.
«Lo primordial es que el Estado vire drásticamente la política oficial que concibe a las personas defensoras como enemigas y, en tanto, apunta a su extermino de las formas más variadas, incluidas las legislaciones que nos criminalizan y la perpetuación de la impunidad con sus nefastas consecuencias. Además es su deber atender el origen de las injusticias y la desigualdad social, que es lo que nos mantiene en la sinuosa línea de defensa. Las defensoras estamos presentes en todas las luchas. Nuestros trazos fluorescentes, tintura de luciérnaga, bosquejan los senderos para que toda la población pueda gozar de sus derechos fundamentales. Sin nosotras no hay movimiento».
Y en referencia al Día Internacional de las Personas Defensoras de los Derechos Humanos, afirmó: «Nuestro grito colectivo es tan potente para retumbe afuera y hacia adentro. El Estado tiene que actuar de inmediato y sin vacilación; su deuda con la población y con las personas defensoras es inmensa. Masacres, desapariciones, violaciones, criminalización, terror, impunidad, cinismo… incontables son sus agravios.
«Los movimientos tienen sus propias batallas. Las expresiones de machismo que se reproducen en sus filas no son de segunda ni asunto individual; es impostergable exterminarlas. Compañeros y compañeras de lucha, hagamos consciencia: ¡Que nuestros movimientos sean espacios seguros para las defensoras!».
Imágenes de portada e interiores: Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México.
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