Si todos entendieran que Estados Unidos provocó deliberadamente esta guerra

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SOMOSMASS99

 

Caitlin Johnstone*

Viernes 8 de septiembre de 2023

 

La guerra es lo peor que hacen los humanos. Lo más insano. Lo más cruel. Lo más destructivo. Lo más traumático. La menos sostenible. Los que eligen a sabiendas conducir a la humanidad a más guerras cuando podrían evitarse son las peores personas del mundo, sin excepción.

Y hay montañas de pruebas ampliamente documentadas de que eso es exactamente lo que hicieron en Ucrania los impulsores del imperio centralizado en Estados Unidos. Es por eso que tantos analistas y expertos occidentales pasaron años advirtiendo que las acciones de las potencias occidentales iban a llevar a Ucrania al desastre, y es por eso que los gerentes del imperio estadounidense siguen jactándose abiertamente de lo mucho que su guerra por poder en Ucrania avanza los intereses de Estados Unidos. A sabiendas, condujeron a Ucrania a la guerra para promover sus propios intereses geoestratégicos, siendo plenamente conscientes de que ninguna nación poderosa permitiría jamás el tipo de amenazas extranjeras que Occidente estaba acumulando en sus fronteras, y luego intervinieron en los primeros días de la guerra para impedir el estallido de la paz.

Si hubiera una conciencia generalizada de estos hechos, la maquinaria bélica estadounidense perdería apoyo en todo el mundo, no sólo por sus acciones en esta guerra, sino también por todas las guerras futuras. Por eso se dedica tanta energía a asegurarse de que esto no se generalice.

La narrativa oficial dominante en todo el mundo occidental es que Putin invadió Ucrania únicamente porque es malvado y odia la libertad. Esa es la creencia real y literal sobre esta guerra que la clase política y mediática occidental se esfuerza por inculcar en el público occidental. Cualquiera que contrarreste esta evaluación evidentemente ridícula con hechos y pruebas es tachado de agente ruso y rodeado de trolls pro-estadounidenses en las redes sociales, y pierde toda esperanza de asegurar una plataforma importante en cualquier medio de comunicación.

Y es importante tener en cuenta que cerrar de esta manera todo análisis adulto y maduro de los acontecimientos que condujeron a la guerra no salva ni una sola vida ucraniana. No hace que sea más probable que Rusia deje de luchar y retire sus tropas. Lo único que hace es impedir que la gente vea el imperio estadounidense como lo que realmente es. No se hace para proteger a los ucranianos, se hace para proteger al imperio.

Lo peor que le podría pasar a los intereses informativos del imperio estadounidense sería que una masa crítica de personas se diera cuenta de que toda esta muerte y destrucción en Ucrania podría haberse evitado si el imperio centralizado estadounidense se hubiera comportado de forma menos agresiva a las puertas de Rusia, y que esas agresiones, en cambio, se incrementaron con el objetivo de hacer avanzar los intereses estratégicos estadounidenses en el escenario mundial. Si todo el mundo comprendiera real y profundamente que todo este sufrimiento, todas estas montañas de cadáveres humanos, sencillamente no podrían haber ocurrido si Estados Unidos no hubiera estado febrilmente centrado en asegurar la dominación planetaria a toda costa, Estados Unidos ya no sería capaz de fabricar consentimiento para sus agendas. Ya no sería capaz de conseguir el apoyo internacional para sus acciones contra sus enemigos. Ya no sería capaz de persuadir al mundo para que le ayudara a apuntalar la hegemonía del dólar.

Pero como el imperio estadounidense tiene el aparato de poder blando más avanzado que jamás haya existido, casi nadie lo entiende. Ni siquiera las personas que entienden que Occidente provocó esta guerra han luchado profundamente con lo que eso significa exactamente en un nivel emocional visceral, en su mayor parte. Para la mayoría se trata más bien de una comprensión intelectual superficial, sin llegar a comprender realmente el horror de todo ello, sin dejarse arrastrar realmente por la naturaleza enfurecedora de lo que hizo el imperio estadounidense.

Se engañó a Occidente para que apoyara otra malvada guerra estadounidense, esta vez con la dimensión añadida de una guerra nuclear que amenazaba la vida de todo organismo terrestre. Todo para arrastrar a Moscú a otro atolladero militar agotador para que los planes de guerra puedan elaborarse con seguridad contra China, mientras se promueven los intereses energéticos de Estados Unidos en Europa y se construye el apoyo a las alianzas militares de Estados Unidos. Es casi demasiado malvado para asimilarlo. No hay palabras para describirlo.

Y esa es una de las razones por las que es difícil conseguir que la gente asimile exactamente lo que ocurrió con Ucrania: a la gente le cuesta hacerse a la idea de que alguien pueda ser tan malvado, y mucho menos el gobierno que Hollywood nos ha enseñado a considerar cuerdo y humanitario.

Es lo más monstruoso que se te puede ocurrir. Sin embargo, aquí está, aún desarrollándose en toda su gloria salpicada de sangre.

Nuestra tarea es ayudar a la gente a ver esto y entenderlo, no sólo intelectualmente sino emocionalmente. Ayudar a la gente a comprender realmente en lo más profundo los horrores que el imperio estadounidense desató sobre nuestro mundo con la guerra en Ucrania; el sufrimiento; la muerte; el peligro existencial. No podemos luchar contra el imperio por nuestra cuenta, pero cada uno de nosotros puede hacer lo que pueda para ayudar a debilitar la máquina de fabricación de consentimiento que utiliza para gobernar y aterrorizar al mundo.

* Mi trabajo está totalmente financiado por los lectores, así que si te ha gustado este artículo, si quieres aquí tienes algunas opciones para echar algo de dinero en mi bote de las propinas. Todas las obras son coautoría con mi marido Tim Foley.

Foto de portada: Caitlin Johnstone Web.






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