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Alfonso Díaz Rey*
Viernes 9 de septiembre de 2022
La clase dominante es una fuente permanente de ideas y conceptos que apoyan la creación y reproducción de las condiciones que permiten y facilitan su dominio sobre el resto de la sociedad y acrecienten su riqueza.
Poseedora de los más grandes medios de comunicación difunde su arsenal ideológico constantemente sin preocuparse qué tan alejadas de la realidad estén las ideas que difunde, ya que el papel alienante de esos medios es complemento para la imposición de su visión del mundo y la realidad.
Cuando un prominente miembro de esa clase emite una opinión, de inmediato el aparato mediático y los jilgueros del sistema la alaban y difunden cual si fuera la más acertada, la más sensata o la más objetiva.
Lo anterior viene al caso por la reiteración de una propuesta de Carlos Slim Helú, durante la reunión anual de becarios de la Fundación Telmex-Telcel, en el sentido de reducir la semana laboral a tres días, con jornadas de 12 horas, pero con jubilación hasta los 75 años de edad.
Tal propuesta muestra el carácter explotador y expoliador del grupo dominante. Veamos por qué:
- Si una persona comienza su vida laboral a los veinte años de edad (hay muchísimos que lo hacen antes) y suponiendo que labora 50 semanas al año, si se jubila a los 65 años bajo el esquema de ocho horas diarias y cinco días a la semana, habrá trabajado para su patrón 90 mil horas, durante 45 años de labor. Bajo el esquema propuesto por Slim Helú, cuando llegue su jubilación el tiempo trabajado será de 99 mil horas.
- No solamente sería el 10 % más de tiempo laborado. También serían diez años más de manejo privado del fondo de pensiones, fondo que la oligarquía emplea para financiar sus negocios, y diez años más de explotación de la fuerza de trabajo.
- Si consideramos que en nuestro país la esperanza de vida es, en promedio, de 75.2 años (78.1 las mujeres y 72.4 los hombres), los que viven de la venta de su fuerza de trabajo, que son la inmensa mayoría de los que pueblan este país, se jubilarían para, prácticamente, esperar la muerte.
Para determinar la jubilación de una trabajadora o un trabajador, ya sea por edad o por tiempo de servicio, deberá considerarse el tipo de trabajo, las condiciones en que se efectúa, el nivel de riesgo y tensiones a que se expone y el desgaste físico y emocional que ello produce.
Como buen oligarca, miembro distinguido del grupo en el poder e importante beneficiario de los gobiernos neoliberales, es de los que continúan vendiendo la ilusión de que podemos, como país, ser «potencia» mundial y argumenta que se han perdido oportunidades por cometer errores como, por ejemplo, el desaprovechamiento de los ingresos por venta de petróleo crudo, cuando la cotización de este alcanzó elevados precios. Evade o encubre que esos recursos fueron dilapidados por su clase, como grupo que detenta el poder, que incluye a una camarilla de políticos ladrones y traidores a la patria.
En la citada reunión también se pronunció por «combatir» la pobreza para, entre otras cosas, desarrollar «capital humano» que se incorpore a la «modernidad» (La Jornada. 03-08-2022, p.14).
No es casual que la clase dominante llame a combatir la pobreza. En ese combate se utilizan recursos que esa clase produce o controla, por lo que de una u otra forma resulta beneficiada; lo que nunca proponen es su erradicación. La burguesía necesita que exista la pobreza para que haya siempre quien deba vender su fuerza de trabajo para subsistir, además de que una parte de ese sector de la población constituya el ejército de reserva, los desempleados, que actúa como contención de las demandas salariales de los trabajadores y, al mismo tiempo, como mecanismo para incrementar las ganancias de la burguesía.
Y como Carlos Slim siempre ha vivido del trabajo de los demás, necesita que quienes trabajan lo hagan mejor y durante más tiempo para acrecentar su fortuna, que como la de los demás integrantes de la oligarquía se incrementó escandalosamente con el despojo a la nación y el traslado de la riqueza nacional a sus arcas, durante los regímenes neoliberales. Para hacer crecer sus ganancias, con el mayor cinismo y desparpajo se atreve a emitir opiniones e ideas que, por ofensivas, merecen respuestas que intenten desenmascararlas.
* Miembro del Frente Regional Ciudadano en Defensa de la Soberanía, en Salamanca, Guanajuato.
Imagen de portada: Carlos Slim Helú. | Foto: Wikimedia Commons.
1 Comentario
Brillante y claro, ilustrativo