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Edgar Cortez
Martes 29 de octubre de 2019
El pasado miércoles 23 de octubre el Senado entregó la medalla Belisario Domínguez a doña Rosario Ibarra de Piedra reconociendo su trabajo en favor de la búsqueda de todos los desaparecidos en México, tanto los de años atrás como los actuales.
Fue un reconocimiento que gozaba de un respaldo total.
Al Senado acudieron las hijas de doña Rosario, Claudia y Rosario, para recibir la medalla y una de ellas dio lectura a un discurso al recibir el reconocimiento. El evento fue sumamente emotivo y la alocución ofreció un mensaje muy potente.
En una parte de discurso se reclama al actual gobierno la insuficiente respuesta a los familiares de personas desaparecidas:
Sé, abuela, que lo único que quieres es saber de tu hijo al igual que todas las demás familias quieren saber de los suyos, pero quiero que sepas que he vivido muy enojado y hoy estoy lleno de rabia e indignación porque sé que llevan más de 40 años luchando y esperando para que las cosas cambiaran y para que un gobierno justo llegara y buscara junto con ustedes a sus hijos, padres y hermanos, y que por fin terminara con esa angustia que tanto las agobia y que he visto cómo poco a poco ha aniquilado su existencia.
¿Y qué ha pasado? Más de un año de ese gobierno que creyeron firmemente que sería el añorado y con el cual no habría ningún obstáculo que salvar o acuerdo que negociar, como en antaño, y no ha sido así.
El mismo discurso le recuerda al presidente López Obrador que sólo hay una respuesta para doña Rosario y para todos los familiares que buscan a las personas desaparecidas:
Señor Presidente Andrés Manuel López Obrador, querido y respetado amigo:
No permitas que la violencia y la perversidad de los gobiernos anteriores siga acechando y actuando desde las tinieblas de la impunidad y la ignominia, no quiero que mi lucha quede inconclusa.
Es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares y con la certeza de que la justicia anhelada por fin los ha cubierto con su velo protector.
Doña Rosario es una mujer de una coherencia total, recibe la medalla y le insiste al presidente que el verdadero premio es la verdad y la justicia. Eso es lo que se espera de él y de su gobierno.
Imagen de portada: Claudia Piedra Ibarra lee el mensaje de su madre, doña Rosario Ibarra de Piedra, en la ceremonia de entrega de la medalla Belisario Domínguez. | Foto: Senado de la República.
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