SOMOSMASS99
Esther Sanginés García*
Miércoles 18 de mayo de 2022
¿Existen posibilidades de reconciliación después de las mayores ofensas, de asesinatos, masacres, de posiciones irreconciliables? ¿Existía la posibilidad de reconciliación en Sudáfrica después del Apartheid? ¿Existe posibilidad de reconciliación en México después de lo sucedido en las Cámaras? En Sudáfrica se logró, ¿podrá lograrse en nuestro país? Sí, tal vez si nos empapamos de Ubuntu.
Esta es una invitación a penetrar en el corazón de la palabra, que es el corazón de África. Hace tiempo subieron a la red una imagen muy bella. Parece que la foto salió del blog de Elia García Saura quien comentaba la anécdota de un antropólogo que propuso un juego a los niños de una “tribu africana”[1], la reproduzco:
“Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y les dijo a los niños que aquél que llegara primero ganaría todas las frutas.
Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos y corrieron juntos, después se sentaron juntos a disfrutar del premio. Cuando él les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar todas las frutas, le respondieron: UBUNTU, ¿cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes?”
En la cultura Xhosa, Ubuntu significa “Yo soy porque nosotros somos”. A la etnia Xhosa pertenecían nada menos que Nelson Mandela y Desmond Tutu, el obispo sudafricano a quien le dediqué un artículo en dos números del boletín y tendré que dedicarle algunos otros por los comentarios y preguntas que tan amablemente me hacen los lectores.
En este artículo quiero compartir algunas reflexiones de Desmond Tutu, cederle la palabra, porque pertenece a la cultura africana y porque vivió el Ubuntu hasta sus últimas consecuencias. Desmond Tutu nos dice[2]:
“Una persona con Ubuntu es abierta y está disponible para los demás, respalda a los demás, no se siente amenazada cuando otras son capaces y son buenas en algo, porque está segura de sí misma ya que sabe que pertenece a una gran totalidad, que se decrece cuando otras personas son humilladas o menospreciadas, cuando otras son torturadas u oprimidas”.
“En Xhosa decimos: «Umntu ngumtu ngabantu». Esta expresión es muy difícil de traducir, pero podríamos verterla de este modo: «Una persona es persona a través de otras personas». Necesitamos a otros seres humanos para aprender cómo ser humanos, ya que ninguno de nosotros llega plenamente formado al mundo. No sabríamos cómo hablar, caminar, pensar y comer como seres humanos si no aprendiéramos de otros seres humanos cómo hacer esas cosas. Para nosotros, el ser humano solitario es una contradicción en los términos”.
“Ubuntu es la esencia del ser humano. Expresa cómo mi humanidad está ligada y unida inseparablemente a la tuya. No dice, como Descartes: «Pienso, luego existo», sino más bien: «Soy porque pertenezco a». Para ser humano tengo necesidad de otros seres humanos. El ser humano absolutamente autosuficiente es sub-humano. Yo sólo puedo ser yo si tú eres totalmente tú. Yo soy porque nosotros somos, ya que hemos sido hechos para vivir unidos, para ser una familia. Hemos sido hechos para la complementariedad. Somos creados para una delicada red de relaciones de interdependencia con los demás seres humanos, con el resto de la creación”.
“Yo tengo dones que tú no tienes y tú tienes dones que yo no tengo. Somos diferentes con el fin de que cada uno conozca la necesidad que tiene del otro. Ser humano es ser dependiente. El concepto de ubuntu expresa atributos espirituales como, por ejemplo, la generosidad, la hospitalidad, la compasión, la bondad, el compartir. Uno puede ser rico en posesiones materiales y, sin embargo, carecer de ubuntu. Este concepto expresa cómo las personas son más importantes que las cosas, los beneficios, las posesiones materiales. Expresa el valor intrínseco de las personas, que no depende de cosas irrelevantes como el estatus, la raza, el credo, el género o el éxito”.
“En la sociedad africana tradicional, el ubuntu era más codiciado que cualquier otra cosa −más que la riqueza medida por las cabezas de ganado y la extensión de la tierra que uno tenía en propiedad−. Sin esta cualidad, un hombre próspero, aun cuando hubiera sido un jefe, era considerado alguien que merecía compasión e incluso desprecio. Esta cualidad era vista como aquello que, en último término, distinguía a las personas de los animales”.
“Quienes tenían ubuntu eran compasivos y amables, usaban su fuerza a favor de los débiles y no se aprovechaban de otros −en suma, se preocupaban, tratando a los demás como lo que eran: seres humanos−. Si uno carecía de ubuntu, en cierto sentido carecía de un elemento indispensable de la condición humana. Aunque tuviera una gran cantidad de bienes materiales, y una alta posición y autoridad, si no tenía ubuntu carecía de importancia. Actualmente, esta cualidad sigue siendo muy admirada, buscada y cultivada. Sólo una persona a la que le ha sucedido algo dramático podría decir, como dijo en una ocasión un ministro del gobierno sudafricano, que la muerte de Steve Biko −la muerte de otro ser humano− le resultaba indiferente. Ese ministro había perdido su humanidad o estaba a punto de perderla”.
“Los occidentales han logrado avances espectaculares, en gran medida gracias a su iniciativa individual y personal. Han conseguido avances tecnológicos notables, por ejemplo. Y, sin embargo, ese progreso ha exigido un costo muy elevado. El énfasis de Occidente en el individualismo ha significado a menudo que las personas están solas en medio de la muchedumbre, rotas por su anonimato. Esto es lo que hace posible que las personas crucen al otro lado de la calle cuando una mujer, por ejemplo, es violada por varios hombres: el transeúnte simplemente no quiere verse involucrado. Los occidentales han sido educados en una cultura del éxito, donde las úlceras de estómago se han convertido en símbolos de estatus. Hay una obsesión por el éxito y parece que no importa mucho aquello en lo que tengas éxito con tal de que lo tengas. Parece que lo peor que puede suceder es el fracaso. Y esa cultura rechaza fácilmente a las personas como prescindibles y rechazables, cuando se considera que han fracasado porque son pobres o no tienen empleo”.
“El concepto de ubuntu nos enseña que nuestro valor es intrínseco a nuestra condición humana. Somos importantes porque hemos sido creados a imagen de Dios. El ubuntu nos recuerda que pertenecemos a una sola familia: la familia de Dios, la familia humana. En nuestra cosmovisión africana, el bien supremo es la armonía de la comunidad. Cualquier cosa que subvierte o socava este bien supremo es, ipso facto, injusta y mala. La ira y el deseo de venganza subvierten este bien”.
Reflexiones:
A diferencia de los niños que corren juntos para repartirse la fruta, aquí se fomenta el pegarle a la piñata, hasta romperla, una tradición que se inició en tiempos de la colonia, entre los frailes; al romperse la piñata se abalanzan niñas y niños para acaparar los dulces y frutas que contiene. El que más empuja o avienta a los otros es el que se queda con la mayor parte.
Afortunadamente eso no es así en todo; en muchas familias y comunidades hay gestos de solidaridad, las tandas para las fiestas, la ayuda para los velorios, o las enfermedades.
Y a nivel de la sociedad, la movilización de una gran cantidad de personas en los sismos del 1985, o de 2017 en la Ciudad de México y en otros momentos en otras ciudades y espacios, la cooperación en las catástrofes son una muestra de Ubuntu, en nuestra cultura también sabemos y practicamos el “yo soy porque nosotros somos”. Ojalá se vuelva más cotidiano.
Notas:
[1] García Saura Elia. Relaciones Ubuntu, comunicación interpersonal & inteligencia social, https://garciasaura.com/
[2] Todas las notas están tomadas del libro Dios no es Cristiano y otras provocaciones, Desmond Tutu, editorial Desclée de Brouwer, Bilbao, 2012. Páginas 21-25.
* Esta es una colaboración del Colectivo Miguel Hidalgo de Celaya, Guanajuato, al que pertenece la autora.
Foto: Colectivo Miguel Hidalgo.
1 Comentario
Gracias por compartir esta filosofía de vida en tribu, tan necesaria hoy en día como respirar.