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NO TODO ESTÁ PERDIDO
Agustín Galo Samario
De acuerdo a la convocatoria emitida por la Junta Directiva el día 27, hoy inicia el periodo para que la comunidad de la Universidad de Guanajuato opine sobre la designación del rector general. Esta formalidad, sin embargo, se ha visto trastocada como lo han sido otras en prácticamente todo el proceso.
Las opiniones se podrán hacer por escrito, vía electrónica y en audiencia durante el periodo que va de este 31 al 2 de septiembre. Pero resulta que desde la semana pasada, mientras se supone que los miembros del Consejo General Universitario analizaban el dictamen de la Comisión Especial para decidir si los dos candidatos pasaban a la última etapa del certamen, decenas de personas se desplegaron en los cuatro campus universitarios para convencer a los estudiantes de expresarse a favor de Luis Felipe Guerrero Agripino.
Actitud tan desafiante no encontró reacción del Consejo General Universitario, no obstante que se violaban los tiempos establecidos en la convocatoria y, más todavía, se intervenía un ejercicio que debería ser libre y alejado de las presiones. Esas personas se dedicaron a solicitar a trabajadores y alumnos sus firmas, correos electrónicos, números de teléfonos, número de empleado y escuela donde cursan sus estudios, pero en muchos casos sin mostrarles el mensaje que se haría llegar a la Junta Directiva. En cambio, lo que ocurrió fue una explosión de mensajes por distintas vías en las que se aseguraba que Guerrero Agripino había recibido ya seis mil comentarios a favor, mientras que José Manuel Cabrera Sixto apenas habría obtenido 200 opiniones favorables.
Hay quienes se han sentido indignados por la forma en que se ha alterado la vida cotidiana de la UG, incluso con confrontaciones verbales. Más de uno advierte el interés de generar presión sobre los 11 integrantes de la Junta Directiva, con el intento de hacerles creer que el ánimo de los universitarios está del lado de Guerrero Agripino. Como en realidad no toman en cuenta las opiniones de los estudiantes y empleados, sino que los utilizan, ya también empiezan a circular videos en los que se exhibe la manera en que se recaban los supuestos comentarios a favor del rector del campus Guanajuato.
Es mal fario para la Universidad de Guanajuato que su proceso de designación de rector haya tomado este camino. En todo lugar es dañino, pero que en la institución educativa más importante del estado se violenten las normas más elementales y no pase nada es peor todavía.
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