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Agustín Ramírez Agundis*
Miércoles 13 de septiembre de 2023
Con el nombre de Movimiento de Regeneración Nacional fue fundado en octubre del año 2011 como Asociación Civil. En agosto de 2014 obtuvo su registro como partido político con el nombre de Morena. Su primera participación electoral fue en los comicios federales del año 2015, en los que obtuvo poco más del 8% de los votos válidos, logrando 14 diputaciones de mayoría y 21 de representación proporcional. Tres años después, en las elecciones federales del año 2018, lograría en la elección presidencial el 44.49% de la votación y en la cámara de diputados casi sextuplicó su presencia, al pasar de 35 diputados a 191. En la elección del 2021, pasó de 191 a 198 diputados. En estos momentos gobierna en 22 de las 32 entidades federativas.
Este crecimiento tan acelerado sólo puede comprenderse si se toma en cuenta que detrás de esta incipiente organización está una rica y profunda tradición de lucha que los mexicanos hemos puesto de manifiesto en diversos momentos de nuestra historia, pero que viene de muy lejos. El primero de julio de 2018 fue el movimiento popular el que propiamente impulsó a Morena y sus aliados al triunfo electoral para lograr la titularidad del Poder Ejecutivo y la mayoría en las dos cámaras que constituyen el Poder Legislativo.
A lo largo de los casi cinco años en los que ha conducido el rumbo del país, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha puesto en práctica una estrategia con los siguientes ejes:
- Lucha contra la corrupción: Uno de los pilares fundamentales de la actual política gubernamental es su compromiso de combatir la corrupción en todos los niveles del gobierno. Esto incluye investigaciones y enjuiciamientos de funcionarios corruptos, así como la promoción de la transparencia y la rendición de cuentas en la administración pública.
- Austeridad: el presidente ha promovido políticas de austeridad en el gobierno, reduciendo los salarios de altos funcionarios, eliminando beneficios y recortando gastos superfluos para destinar recursos a programas sociales y proyectos de desarrollo.
- Programas sociales: se implementaron importantes programas sociales dirigidos a ayudar a los grupos más vulnerables de la sociedad, como Jóvenes Construyendo el Futuro (que proporciona oportunidades de empleo y capacitación a jóvenes), becas para estudiantes de bajos ingresos y pensiones para adultos mayores; a partir del año 2024, un millón doscientos mil estarán recibiendo seis mil pesos bimestralmente.
- Desarrollo regional: se puso en práctica la idea de que el desarrollo económico debe ser más equitativo en todo el país, con un enfoque en las regiones más marginadas. Se lanzaron proyectos de infraestructura y desarrollo en el sureste de México, como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el corredor transístmico que va de Salina Cruz, Oaxaca a Coatzacoalcos, Veracruz.
- Política energética: el objetivo central es el de lograr la soberanía energética y apoyó a la empresa estatal Pemex y la CFE, con la intención de fortalecer la industria petrolera y eléctrica del país. Para 2024 se dejarán de importar gasolinas y la CFE estará en condiciones de generar el 64% de la energía eléctrica que consumimos.
- Relaciones exteriores: México ha mantenido una postura de no intervención y autodeterminación en las relaciones exteriores, buscando mantener relaciones amistosas con otros países, incluyendo a Estados Unidos.
- Justicia social: como uno de sus principales logros, la administración federal ha logrado reducir la desigualdad y mejorar las condiciones de vida de los mexicanos más pobres, de modo que entre el año 2018 y el 2022 5 millones 100 mexicanos superaron el nivel de pobreza.
- La paz es fruto de la justicia: con el apoyo a la gente para superar sus necesidades más apremiantes, la política de abrazos no balazos ha dado lugar a una reducción del 17% en el número de homicidios en el país.
Hoy, cuando se ha iniciado el proceso electoral para renovar la presidencia de la República y el Congreso, lo que los ciudadanos tienen en frente es una disyuntiva. Un camino se dirige hacia atrás, al retroceso, a regresar al neoliberalismo, a devolverle sus privilegios perdidos a los potentados que secuestraron durante décadas al gobierno para favorecerlos. El otro sendero conduce hacia adelante, hacia la consolidación y profundización de esta política que tiene en el centro de su atención a la gente, apoyando y protegiendo de manera especial a los más desfavorecidos.
En este momento, como sociedad, podemos empezar por mantenernos informados de manera crítica para levantar un dique ante la campaña de mentiras que en los medios de comunicación los conservadores habrán de intensificar para demeritar los logros de la actual administración y para enderezar la guerra sucia hacia la Coordinadora Nacional del Movimiento de Transformación, Cludia Sheinbaum, contribuyendo, a la vez, a desmentir entre nuestras amistades, nuestros amigos, nuestros vecinos y compañeros de trabajo a los portavoces del engaño.
Igualmente importante es la tarea encaminada a contribuir con nuestras posiciones y a difundir el proyecto de nación con base en la recuperación de las propuestas del movimiento popular, destacando las necesidades más apremiantes como lo son los servicios de salud y de educación.
Es momento de tomar partido: la disyuntiva está entre devolver a los potentados la parte del poder que el pueblo les arrebató en el 2018 o profundizar los cambios para fortalecerlo, principalmente a través de su organización en los muy diversos ámbitos de la vida nacional.
* Esta es una colaboración del Colectivo Miguel Hidalgo de Celaya, Guanajuato, al que pertenece el autor.
Imagen de portada: Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel López Obrador. | Foto: Andrés Manuel López Obrador Twitter.
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