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NO TODO ESTÁ PERDIDO
Agustín Galo Samario
Aurelio Nuño Mayer llegó como se esperaba a la Secretaría de Educación Pública: amenazante. Eso, sin embargo, no le ha bastado a miles de maestros para echar atrás la marcha y paro de labores anunciado para hoy desde hace más de una semana. Las protestas se llevarán a cabo con más vigor en Oaxaca y la Ciudad de México, pero también las habrá en Guanajuato, acaso con menos participación pero, dicen, igual de entusiastas a pesar del miedo que a la mayoría les han provocado las advertencias de las autoridades educativas del estado.
Presuntuosa, la SEP informó el que luego de años de que ningún secretario entrara en una escuela de Oaxaca, por fin lo hizo Aurelio Nuño para decirles a los maestros de ese estado que “no deben tener miedo, porque nadie puede obligarlos a marchar o a hacer algo que no esté en sus atribuciones”. Esa fue la parte amable. Luego, ya sin tanto cuidado y como si fuera árbitro judicia, les amenazó diciéndoles que “se aplicará la ley a los profesores que no asistan a clases” el día de hoy.
Como si se tratase de un estribillo bien aprendido, la sentencia la repitió el jueves durante el Bett Latin America Leadership Summit frente a “700 líderes latinoamericanos”, a quienes explicó los grandes avances en la aplicación de la reforma educativa, y luego el viernes, pero a través de un comunicado girado a todo el país por la SEP en el que alude al Acuerdo Secretarial 05/05/15 sobre el calendario escolar “aplicable en toda la República Mexicana” y que establece que en los planteles “para la educación preescolar, primaria, secundaria, normal y demás” el 12 de octubre “se debe laborar normalmente en todas las escuelas”, porque de lo contrario “el personal docente, directivo o de apoyo que injustificadamente no acuda a cumplir con sus responsabilidades será sujeto de los descuentos y sanciones administrativas que correspondan”. Más aún, obliga al personal “con funciones de dirección, supervisión de zona o sector y mandos operativos (…) reportar de inmediato cualquier irregularidad en el servicio educativo en los planteles a su cargo”.
Es decir, además de los malabares verbales para hacerse pasar por bueno aunque nadie lo crea, Aurelio Nuño presiona a todo el funcionario que tenga personal bajo su responsabilidad para que se convierta en delator, por lo menos. El garrrote, pues, como política oficial para la modernización educativa.
Más allá de cualquier consideración ideológica, los profesores saben qué objetivos persigue la reforma educativa y todo lo que va a afectar, no sólo a ellos sino a los millones de alumnos que estudian en escuelas públicas. Sólo por dar un ejemplo, cada vez tendrán más problemas para mantener en funcionamiento los planteles. Se verán obligados a pedir más colaboración económica a los padres y, en consecuencia, correrán el riesgo de ser denunciados por no respetar el mandato constitucional de la gratuidad en la educación.
Por eso, los atrevidos profesores guanajuatenses marcharán hoy en la capital del estado a las 16:00 horas. No faltarán a clases, pero manifestarán su inconformidad. Quizá no sean tantos, pero dejarán constancia de que ahí van en el movimiento nacional que encabeza la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la temida CNTE.
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