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Caitlin Johnstone*
Australia / Lunes 18 de septiembre de 2023
«Si quieres ayudar a las personas afectadas por las inundaciones en Libia, echa un vistazo a estas organizaciones de ayuda», tuiteó Obama. ¿Perdón? ¿Señor? Sabes que eres literalmente Barack Obama, ¿verdad?
La cuenta de Twitter del 44º presidente de Estados Unidos acaba de compartir casualmente algunos enlaces a organizaciones que prestan ayuda a las víctimas de las terribles inundaciones en Libia, que en el momento de escribir estas líneas ya han matado a miles de personas.
Y eso sería, por supuesto, una cosa buena y normal para el 44º presidente de Estados Unidos, si no hubiera jugado personalmente un papel masivo en allanar el camino a la devastación que estamos viendo hoy en Libia.
«Si quieres ayudar a las personas afectadas por las inundaciones en Libia, echa un vistazo a estas organizaciones de ayuda», tuiteó Obama.
¿Perdón? ¿Señor? Sabes que eres literalmente Barack Obama, ¿verdad?
If you’re looking to help people impacted by the floods in Libya, check out these organizations providing relief: https://t.co/Vc9kbNgFuE
— Barack Obama (@BarackObama) September 15, 2023
En 2010, Libia, rica en petróleo, ocupaba un puesto más alto en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU que cualquier otra nación de África, con una infraestructura nacional mucho mejor para protegerse de las inundaciones y otros desastres naturales. Hoy Libia es un caótico desastre humanitario en el que, según los investigadores respaldados por la ONU, se han cometido crímenes contra la humanidad, como la esclavitud sexual de las mujeres.
¿Qué ha cambiado? Si estás leyendo esto, probablemente ya sepas lo que cambió.
En 2011, fuerzas estadounidenses, francesas y británicas ayudaron a rebeldes con amplios vínculos con Al Qaeda a asesinar a Muamar Gadafi, líder de Libia durante muchos años, lo que inmediatamente sumió a la nación en la violencia, el caos, el extremismo y la inestabilidad que persisten hasta hoy. Más tarde se reveló que las potencias de la OTAN sabían que estaban respaldando a yihadistas asesinos vinculados a Al Qaeda en aquel momento.
El ataque de la OTAN a Libia, calificado falsamente de «intervención humanitaria» destinada a impedir supuestos planes de genocidio y violaciones masivas con Viagra contra manifestantes pacíficos por parte de las tropas de Gadafi, se transformó rápidamente en una operación de cambio de régimen en la que Gadafi fue brutalmente linchado en las calles y murió tras ser apuñalado en el ano con una bayoneta. Años más tarde, en 2016, un Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes del Reino Unido concluyó que las narrativas utilizadas para justificar la intervención en Libia «no estaban respaldadas por las pruebas disponibles».
«No hemos visto ninguna prueba de que el Gobierno del Reino Unido llevara a cabo un análisis adecuado de la naturaleza de la rebelión en Libia», se lee en el informe. «La estrategia del Reino Unido se basó en suposiciones erróneas y en una comprensión incompleta de las pruebas».
Esto confirmó las preocupaciones expresadas por Amnistía Internacional y un investigador de derechos humanos de la ONU meses antes de la muerte de Gadafi de que las pruebas de las supuestas atrocidades que se pretendía evitar con la intervención simplemente no se encontraban allí. Dado que tras la invasión de Irak no se introdujeron cambios en las políticas ni se castigó a nadie por infligir ese horror a nuestro mundo, no se aprendió ninguna lección y volvió a ocurrir. Occidente fue engañado para llevar a cabo otra desastrosa intervención militar, que sigue teniendo graves consecuencias para la población de la región hasta el día de hoy.
If you want to understand the human devastation we’re hearing about in Libya rn, as well as why a regional war threatens to break out over Niger, you could do worse than read this brief history of the «successful» & popular 2011 Libyan intervention.https://t.co/OvYvMjnHVm
— Branko Marcetic (@BMarchetich) September 14, 2023
En un artículo publicado a principios de este mes en Responsible Statecraft sobre la crisis en Níger, Branko Marcetic hizo la interesante observación de que la junta nigerina que derrocó al gobierno anterior ha declarado explícitamente que el golpe fue necesario debido al «continuo deterioro de la situación de seguridad» que Níger y otros países del Sahel han estado sufriendo durante más de una década debido a «las negativas consecuencias socioeconómicas, de seguridad, políticas y humanitarias de la peligrosa aventura de la OTAN en Libia.»
Marcetic también señala que la intervención de cambio de régimen en Libia estaba destinada a dar paso a una intervención de cambio de régimen en Siria por los mismos medios:
«Los sen. John McCain (R-Ariz.), Joe Lieberman (I-Conn.) y John Kerry (D-Mass.) pidieron una zona de exclusión aérea. Me encantan los militares… pero siempre parecen encontrar razones por las que no se puede hacer algo en lugar de por las que sí se puede», se quejó McCain. Danielle Pletka, del American Enterprise Institute, dijo que sería «un paso humanitario importante». El ya desaparecido think tank Iniciativa de Política Exterior (FPI) reunió a un quién es quién de neoconservadores para insistir repetidamente en lo mismo. En una carta dirigida al entonces presidente Barack Obama, citaban el discurso del Premio Nobel de la Paz de Obama en el que afirmaba que «la inacción desgarra nuestra conciencia y puede conducir a una intervención más costosa más adelante».
«La entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton, que al parecer fue decisiva para persuadir a Obama de que actuara, se dejó convencer por argumentos similares. Su amigo y asesor oficioso Sidney Blumenthal le aseguró que, una vez que cayera Gadafi, «un apoyo militar limitado pero específico de Occidente combinado con una rebelión identificable» podría convertirse en un nuevo modelo para derrocar a los dictadores de Oriente Medio. Señalando la similar situación de deterioro en Siria, Blumenthal afirmó que «el acontecimiento más importante que podría alterar la ecuación siria sería la caída de Gadafi, proporcionando un ejemplo de una rebelión exitosa».
Y eso es exactamente lo que la administración Obama se propuso hacer: verter armas en Siria con el objetivo de efectuar un cambio de régimen, una vez más del lado de los combatientes vinculados a Al Qaeda. Si Rusia no hubiera intervenido en 2015 para impedir el derrocamiento de Damasco, Siria habría sufrido probablemente el mismo destino que Libia.
Así que son dos países que Obama y sus secuaces arrojaron a la incineradora consecutivamente, de la misma manera que la administración anterior incendió Afganistán e Irak. Se hizo un poco más astuta y sutilmente que las abiertas invasiones terrestres de Hulk Smash de la era Bush, pero la muerte, el sufrimiento y la desestabilización causados por la depravación de Obama han sido igual de reales.
Esto es tan claro como el día, y sin embargo todavía tenemos medios de propaganda imperial como The Washington Post diciéndonos que «todo el mundo» tiene la culpa de los problemas actuales de Libia. El WaPo ha publicado un nuevo artículo titulado «La catástrofe de Libia es culpa de todos«, que es un poco como Charles Manson diciendo que los asesinatos de la Familia Manson fueron culpa de todos. El autor del artículo, Ishaan Tharoor, culpa de la incapacidad de Libia para proteger adecuadamente a su pueblo de la inundación a «las facciones enemistadas y el sistema político fracturado de Libia», así como a otras naciones de la región, antes de admitir que el derrocamiento de Gadafi por la OTAN también habría desempeñado algún papel.
«Everyone» meaning «NATO» here. pic.twitter.com/WKN9FPg3lC
— Alan MacLeod (@AlanRMacLeod) September 15, 2023
Otro artículo del Washington Post titulado «Cómo una década de conflicto y división puso a Libia en peligro de desastre» no culpa en absoluto a Obama y a las potencias de la OTAN por el sufrimiento de la nación, limitándose a decir que Gadafi era un dictador brutal que «fue asesinado por fuerzas rebeldes durante un levantamiento de la Primavera Árabe respaldado por la OTAN». Pero sí reconoce que los libios están muriendo ahora porque la infraestructura de la nación está en estado de decadencia desde 2011:
«El país, con un terreno que abarca desde desiertos hasta comunidades costeras, es muy vulnerable al cambio climático inducido por el hombre. Pero las mejoras y el mantenimiento de los servicios básicos y las infraestructuras, como las redes de presas del país, han perdido prioridad, según Mary Fitzgerald, experta en Libia del Middle East Institute, un think tank de Washington.
«‘Entre 2011 y 2014, ya había preocupación por el estado de la infraestructura libia’, dijo Fitzgerald. Y luego Libia atravesó un conflicto civil de seis años, de 2014 a 2020, y muchas infraestructuras resultaron dañadas durante ese conflicto. En los tres años transcurridos desde entonces, se vive una situación de gobierno rival, lo que ha vuelto a complicar la dinámica política'».
Esta nación ha estado en un continuo estado de lucha, violencia y sufrimiento desde que Estados Unidos encabezó una campaña de la OTAN para hacerla pedazos. Y, sin embargo, los simios del imperio siguen diciendo que la OTAN es una «alianza defensiva», y los liberales siguen diciendo que el peor escándalo de Obama fue llevar un traje de color canela una vez.
Barack Obama debe estar en una puta jaula. Sus crímenes son absolutamente imperdonables, y si la ley existiera para castigar a los peores criminales del mundo en lugar de para protegerlos, se estaría pudriendo en una celda de máxima seguridad.
Está muy bien que la gente esté enviando ayuda a Libia y que el llamamiento a hacerlo esté siendo amplificado por voces influyentes. Pero el hecho de que el 44º presidente de Estados Unidos pueda salir y fingir que apoya a una nación que él mismo ayudó a destruir sin que los medios de comunicación le llamen la atención y le reprendan demuestra que vivimos en un mundo dominado por la mentira y la propaganda.
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Imagen de portada: Barak Obama. | Foto: Caitlin Johnstone Web.
1 Comentario
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