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NO TODO ESTÁ PERDIDO
Agustín Galo Samario
Según se ve en la mayoría de sus recientes publicaciones en redes sociales, Bárbara Botello Santibáñez pareciera andar de buenas. El tema que más destacó fue el de su supuesto logro por la autorización para el próximo año de más de 900 millones de pesos para León y varios municipios más.
El tema Bárbara Botello, sin embargo, está muy alejado de la buena cara que la diputada federal pretende mostrar públicamente. No es sólo resultado de una gestión fallida en el gobierno municipal leonés, que trae consigo ataques, críticas y reproches de sus malquerientes, algunos incluso con intereses particulares y rencores acumulados por problemas personales no olvidados. Es una escena de las perversiones de nuestro sistema político en el que unos ganan, otros pierden –en ambos casos coyunturalmente- y ciertos medios asumen su papel para, al menos, tratar de destruir carreras políticas como antes las impulsaron.
Elegida alcaldesa en 2012, Botello Santibáñez lucía como una de las figuras decisivas para el rumbo del PRI en Guanajuato. Pero, a pesar de haber encabezado una victoriosa campaña que aprovechó el hartazgo ciudadano con el PAN, al final del trienio sus decisiones de gobierno fueron el factor principal para el regreso del panismo. Las investigaciones que se han enderezado contra su gestión no son desinteresadas, tampoco tienen el propósito de recuperar los recursos públicos supuestamente mal gastados y menos tienen el propósito de hacerle justicia a los ciudadanos que votaron por ella y terminaron defraudados.
De lo que se trata es de cobrar las afrentas y los desaires de la diputada federal, que se prolongaron por años y que aun hoy persisten. Todas aquellas decisiones y actitudes impulsadas desde la soberbia, acaso la misma con que se ayudó para superar obstáculos y obtener candidaturas y cargos de elección.
Bárbara Botello es de aquellos que piensan que en política las derrotas y las victorias no son para siempre. Por lo pronto, hoy no está derrotada. Sabe que la popularidad no la ha abandonado del todo y que se encuentra en una posición privilegiada como vicepresidenta de la mesa directiva en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Las auditorías, investigaciones y ataques en su contra continuarán. Ella, seguramente, no se detendrá.
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