SOMOSMASS99
Emma Aguado / SomosMass99
Lunes 12 de febrero de 2018
¡Válgame! Fue lo que pensé cuando llegaron las fotografías a mi celular en donde se ve muy claramente lo que apenas imaginaba, o quería imaginar, hace algunos años: Gerardo Silva (diputado local perredista, ex presidente municipal, hijo de uno de los fundadores del Sol Azteca en Acámbaro, secretario del PRD en Guanajuato hace algunos años, presidente de su fracción en el congreso local), ofreciendo la mano a René Mandujano Tinajero (diputado federal panista, ex presidente municipal), a quien apenas Silva hace un par de años acusaba en tribuna del Congreso Local de desvío de recursos públicos por lo que él mismo se jactó de encargar una auditoría integral para Acámbaro. Pero no sólo eso, en las fotos también se puede ver al ex presidente municipal panista César Larrondo, hoy convertido en empresario de feria en la región, sosteniendo una bandera perredista mientras Gerardo Silva hace lo propio con una bandera panista, todo ello en el marco de la visita de Ricardo Anaya a Guanajuato el pasado jueves a las cuatro de la tarde en Irapuato, lugar en donde decenas de panistas y perredistas acambarenses se reunieron, se abrazaron, se saludaron y se tomaron selfies, algunos incluso haciendo caso omiso de sus horarios laborales.
El descontento por esta alianza PAN y PRD en Acámbaro es generalizado, más allá de los casos de militantes que cierran los ojos ante las decisiones que toman los de más arriba y deciden aceptar las alianzas más inverosímiles con tal de recibir alguna dádiva laboral más adelante, algunos han decidido alejarse de la política, otros de plano renuncian a sus partidos y buscan alternativas. Y es que los de siempre buscando prolongar su estancia en la arena política están haciendo hasta lo imposible por continuar en el poder, haciendo a un lado su ideología, sus compromisos, su historia personal. Y no es que esté mal que los adversarios se den la mano, se tomen un café y se encuentren o se den abrazos, lo que está mal es que olviden sus compromisos con la sociedad y coloquen sus intereses personales en primer plano. ¡Si hace apenas algunos meses se daban hasta con la cubeta! ¿Qué pasó? Por eso me pregunto, ¿a qué precio? ¿Cuántos intercambios de favores en los distintos niveles de gobierno se tuvieron que hacer, o se están haciendo, para lograr estas candidaturas que se siguen cocinando?
Y mientras tanto los independientes siguen haciendo su luchita y poco a poquito están logrando tocar la puerta que les abrirá camino a las campañas políticas con toda la investidura de candidatos independientes. En Acámbaro hay tres posibles y quizá nos den la sorpresa. Se trata de Juan José Velázquez “Juanjo”, quien de estilista, pasó a ser empresario que hoy busca ser el primer presidente municipal abiertamente homosexual en la historia acambarense, habrá que revisar sus capacidades efectivas para administrar un municipio, pero por lo pronto va abriendo la brecha. Por otro lado está Mateo Flores, contratista de obra, crecido en una familia de priismo de choque con su madre y hermano a la cabeza. Y por último Olga Tirado, hija del ex presidente municipal perredista Antonio Tirado, ambos ucedistas, ahora independientes, y regidora por si fuera poco. De los tres, sólo Juanjo parece nuevo en la escena política (con la connotación negativa que hoy lleva la palabra), sin embargo, el discurso que manejan en contra de los partidos está cayendo en tierra fértil hoy que tanto enojo se percibe en la comunidad y no es para menos con los ejemplos que nos están dando. Los dados están echados al aire, ahora sólo falta esperar.
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