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Edgar Cortez
Martes 13 de febrero de 2018
Mariclaire Acosta es una defensora de derechos humanos con una larga carrera. Su experiencia le ha permitido acompañar a víctimas de violaciones a derechos humanos, trabajar en favor de la democracia, ser funcionaria pública y, en la actualidad, estar comprometida por completo en la lucha contra la corrupción.
Su trayectoria la llevó a convertirse, a partir del 8 de febrero de 2018, en la presidenta del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción (CPC del SNA).
El proceso de creación del Sistema Nacional Anticorrupción ha sido largo y complejo. El primer antecedente fue la iniciativa ciudadana tres de tres. Posteriormente, en mayo de 2015, se realizó la reforma al artículo 113 de la constitución para establecer la creación del Sistema Nacional Anticorrupción y al año siguiente, julio de 2017, fueron aprobadas y reformadas siete distintas leyes para concretar dicho sistema (http://bit.ly/2ElWw3I).
En cuanto a pasos concretos, en febrero de 2017 fueron electos los cinco ciudadanos que integrarían el Comité de Participación Ciudadana y en abril del mismo año se instaló el Comité Coordinador del Sistema.
Vale recordar que en el Comité Coordinador participan: 1. El Titular de la Auditoría Superior de la Federación, 2. El Titular de la Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción, 3. El Titular de la Secretaría de la Función Pública, 4. El Representante del Consejo de la Judicatura Federal, 5. El Presidente del Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), 6. el Presidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa. Y es encabezado por quien presida el Comité de Participación Ciudadana.
Esta coordinación tiene que establecer mecanismos eficientes de colaboración entre las instituciones que integran el sistema.
Este mismo Comité cuenta con un secretario técnico, encargado de ejecutar las decisiones que se toman en el Comité. Entre sus responsabilidades está desarrollar la Plataforma Digital Nacional y además será quien diseñe e implemente la metodología para la medición y el seguimiento de los fenómenos de corrupción en el país.
Mariclaire Acosta deberá presidir este proceso durante su segundo año de existencia y en medio de, lo que parece será, un tormentoso proceso de elección presidencial.
El SNA ha sido ignorado por el gobierno federal pues no ha contado con apoyo, ni recursos, lo que ha obligado a que se sostenga con el tesón del Comité de Participación Ciudadano y la solidaridad de algunas organizaciones civiles. Pero también ha sido obstaculizado, como lo denunció la misma Mariclaire, por los partidos políticos que a la fecha mantienen en suspenso el nombramiento del Fiscal Anticorrupción y de un grupo de magistrados especializados en el tema.
En otras palabras, la lucha anticorrupción es una causa ciudadana que se lleva adelante en contra de políticos y partidos.
Durante su discurso al ocupar la presidencia del CPC, Mariclaire enfatizó asuntos como los siguientes:
El carácter “sistémico” de la corrupción se refiere al empleo sistemático y generalizado de las instituciones públicas para beneficio propio, reduciendo así la calidad y cantidad de los servicios prestados.
La corrupción está íntimamente ligada a la impunidad, a la ausencia de castigo o responsabilidad para un delito o falta cometidos. La impunidad propicia la repetición crónica de estos delitos o faltas, y la indefensión de las víctimas.
Lamentablemente, algunas piezas fundamentales del Sistema están ausentes, como es bien sabido. Aún falta nombrar a un Fiscal Anticorrupción, a dieciocho magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa, y a un nuevo Auditor Superior de la Federación. Sin ellos, y sin los sistemas locales faltantes, será prácticamente imposible que el Sistema despliegue todas sus capacidades… Ciertamente, se han incumplido los plazos legales de los nombramientos faltantes, pero debemos evitar que éstos respondan a cuotas partidistas o compromisos personales, como suele suceder. Deben hacerse mediante procedimientos escrupulosamente transparentes y rigurosos, de forma tal que quienes resulten nombrados lo sean por su honorabilidad y méritos profesionales para desempeñar las responsabilidades que les serán conferidas.
Mantener la comunicación y el trabajo conjunto en materia de anticorrupción con organizaciones de la sociedad civil es un mandato de ley y una aspiración personal. En esto reside un potencial enorme para el cambio. Durante mi gestión, procuraré ampliar y fortalecer la interlocución con la ciudadanía y sus organizaciones. Acompañaremos sus causas en la medida de nuestras posibilidades.
Combatir la impunidad y la corrupción es una tarea que debe involucrar a toda la sociedad. Por tanto el ofrecimiento de Mariclaire Acosta de acompañar las causas de la sociedad deber contar con reciprocidad, lo que significa que las organizaciones civiles también debemos acompañar al CPC para que no desfallezca.
@Edgar Cortez
Imagen de portada: Mariclaire Acosta. | Foto: Comité de Participación Ciudadana.
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