SOMOSMASS99
ÚLTIMO PISO
Gwenn-Aëlle Folange Téry*
Lunes 26 de septiembre de 2022
Todo esto sucedía
Sin saber cómo ni cuándo
Y la máquina seguía
Pita, pita y caminando
– Corrido de la Maquinita[1]
Pongo hoy para escribir a Vivaldi, con su onda de las 4 estaciones, con sus hojas que nacen sabiendo de alguna manera que van a morir, su música que lleva el ritmo del acelere sudoroso primaveral, de la lluvia estival y claro que picotea al iluso otoño con la resequedad desértica del invierno si vives en Coahuila.
En Torreón en particular ha crecido un árbol. No es ningún baobab, el Principito le buscaría nombre, tampoco es palmera, Agustín no encontraría a María por ningún lado.
Y entonces cambio de música, que Vivaldi no tenía idea de lo que por acá pasa, ni del clima, ni de nuestras hojas, ni de nuestras fotos y listones.
Listones verdes, fotos de desaparecidos.
Me voy al corrido de mi infancia:
“Aquí hemos venido
Aquí hemos llegado
Los dos por distintos lados”
Ya te mareé, lo sé.
Pero es el punto, que nos están mareando. Europa con Vivaldi, el México bonito con Lara y nosotros gritando “cervezas heladas” buscando a desaparecidos.
Y escogiendo árboles para depositar en ellos nuestra esperanza. Pensando de alguna mágica manera que al colgarle listones, verdes color vida, verde que te quiero verde, rojo no, que rojo es muerte, que rojo son huesos exhumados de fosas clandestinas, listones verdes[2] pues y fotos, fotos de nuestras familias, del esposo, de la hija, del abuelo, del sobrino, de los que siguen siendo nuestros, aunque no sepamos desde dónde.
“Cantando canciones
Me paso la vida
Un poco más divertida”
Y el árbol, que no había pedido nada, que nomás andaba creciendo en su pedacito de desierto, aguantando calores y vientos, creciendo sus retoños y alargando ramas, de repente tuvo nombre, como si se le hubiera cantado una canción, con guitarras que lloran.[3]
Y claro que no son canciones lo que se canta, son pañuelos los que se bordan, manos que se agarran la una de la otra, miradas, caray, cuánta mirada, tan denso el aire entre ellas, porque pasa de una a otra la tristeza, la rabia, pero también porque se abre camino la puta esperanza. Porque no, no se deja de pensar que tal vez, un día, el árbol reciba la visita del de la primera foto que se colgó, de la que trae su vestido de quince años, o del que sólo cerró tantito los ojos, que porque el sol lo deslumbraba.
Y me voy a otro corrido porque los corridos fueron parte de nuestra historia, por los hechos que relataban, proezas o batallas, porque los caballos eran valientes y porque hablaba la libertad en cada nota.
Antes, bien antes. Porque hoy los corridos ya ni así se llaman, se han vuelto narcos, igual que los que desaparecen a los que nomás pasaban por ahí, y que como el árbol, pasaron a ser daños colaterales.
Porque el árbol de Torreón, el primero en ser nombrado “Árbol de la Esperanza”[4] en México se está muriendo.
Porque la autoridad responsable de él lo dejó ser presa de un hongo, mismo hongo que ha de ser el que carcome nuestros dirigentes, si no nada más los narcos saben matar y desaparecer a la gente, hay rebuenos alumnos por todos lados.
Y no, no hay ningún “caballo de pelo retinto, dosalbo y con un lucero, muy fachoso y mitotero, y lindo de corazón”[5], que se lleve a su jinete lejos del paredón y le salve la vida, perdiendo la propia al galopar.
Nadie nos va a venir a sacar de las fosas, de la tierra y del llanto.
Y por eso se unieron en Torreón, en Coahuila[6], y luego en todo México[7]. Y a defecto de plato sobre la mesa o de lápida en algún camposanto, hay listones en un árbol que era de la Esperanza y que está muriendo, por más que le hayan puesto loseta después de que salieron periodicados los responsables. Los mismos que cuando la foto no es buena, no les gusta que los reconozcan, cobardes. Más si el muerto va perdiendo la vida de a poquitos y en público.
Y están ahí todos, hombres, mujeres, niñas y niños, alrededor del árbol, respirando por él así como respiran por sus desaparecidos, que son de todos, no nos hagamos guaje.
Porque la esperanza no es lo último que muere
Falta que muramos nosotros, todos, y que nadie se suba a la Estela de luz a desplegar mantas, que nadie marche, que nadie sonría frente a un árbol, que nadie escarbe y que nadie se ponga de pie cada mañana para seguir no nada más reclamando, no nada más buscando, sino creando raíces.
Raíces que se alimentan de la sangre vertida en la tierra
Lágrimas
Risas y sonrisas
Raíces que producen listones y fotos, miradas fuertes y apretones de mano más fuertes aún
Miren, señores narcos, señores re-organizados en sus crímenes, autoridades coludidas, miren nomás cuánto camino han recorrido los muertos en vida. Y cuando nos oigan reír y vean a miles de árboles retoñar, sin importar el calor de la primavera de Coahuila, nomás hagan la lista de lo que deben. Porque les seguiremos reclamando.
Que igual que el árbol, muerto por fuerita, seguimos de pie.
Notas:
[1] https://www.youtube.com/watch?v=ajVcrCopGD0
[2] Busca las historias de los que bordan nombres, fechas y hechos sobre pañuelos, por las plazas de México. Busca por qué escogen solo dos colores para bordar, el glorioso verde y el maldecido rojo. Porque no se vale no saber.
[3] https://www.youtube.com/watch?v=XkH7o16X7Tc
[4] A qué te gusta el nombre, Principito
[5] Te estoy sacando toda mi sapiencia, que es lo único mágico con lo que he podido contribuir. https://www.youtube.com/watch?v=E9P01JGFcwc
[6] Busca la labor del FUUNDEC-M.
[7] Que al mundo, por lo visto, no le importa, mientras no desparezcan minas y petróleo.
* Gwenn-Aëlle Folange Téry es pintora y escritora.
Foto: Maria Luisa Lazarin Sierra.
9 Comentarios
Muchas gracias querida Gwenn por escribir este bello relato a nuestro árbol para despedirlo.. Gracias por estar con nosotros las familias de desaparecidos.
Desde tu espacio haces tanto ppr nosotros. Gracias
Me Dejas sin palabras, aunque haya tanto que decir…
Muchas gracias Gwenn porque aún contamos con gente solidaria como ud. Gracias por decir todos los sentires a nuestro querido ÁRBOL DE LA ESPERANZA, gracias, gracias. D. L. S.
Queria Gwenn que aun sin conocernos en persona y que tu gracias a Dios no vives la tragedia que nos toco vivir a miles de familiares de desaparecidos, tu gran corazon solidarios has hecho tuya esta lucha de dignidad gracias gracias gracias por tenerlos en tu memoria y corazon
Cada árbol, cada vida es única y valiosa. Cuando muere la esperanza,iríamos todos.
Te agradezco con el alma y el corazón de Madre, expresas nuestro sentir en estas líneas cargadas de Amor, de Reclamo, de Lucha, de Busqueda de Esperanza, como es el nombre de nuestro querido y solidario Árbol, que esta al final de su vida, NUESTRO ARBOL DE LA ESPERANZA muere ya, pero en su muerte no se ira NUESTRA ESPERANZA…Noo!!
Nestra Esperanza Sigue Viva y vendrá otro solidario árbol que tomará el legado del que está muriendo, pero no morirá para nosotros porque siempre le agradeceremos por cargar las fotos y listones de nuestros tesoros ausentes,desaparecidos, tambien recibir nuestros llantos a montones y esas lagrimas saladas que al final del día sería casi su única alternativa de Beber.
El seguirá de alguna manera con nosotros, ya sea para recibirnos hacia su sucesor o cualquier otro modo pero el seguirá entre nosotros ahí solidario. Nuestro ÁRBOL DE LA ESPERANZA representa a muchas personas que como el, se une a acompañarnos, a solidarizarse a apoyarnos a todas las familias de desaparecidos como lo haces tu mi querida Gwenn, gracias gracias gracias
POR SER Y ESTAR.
En nombre de mi Amado Adrian….
Sus mensajes son fuertes.
Porque sé lo que hay detrás de cada palabra.
Y seguirá otro árbol sí
Y seguirán otras personas, también
Esto no debe de continuar
Alto ya
Alto ya
Abrazos
Qué decir… gracias… abrazos… gracias!
Mi vikinga!
Solo eso Insurrecta, abrazarse