SOMOSMASS99
Redacción / SomosMass99
Guanajuato, Gto. / Domingo 16 de octubre de 2016
Luego de que esté viernes, en el marco del 20 aniversario del Congreso Nacional Indígena, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) anunció que presentará a las elecciones de 2018 la candidatura independiente de una mujer indígena a la presidencia de la República, el dirigente nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, descalificó al ejército zapatista al afirmar que en los comicios de 2016 «era el huevo de la serpiente».
A través de las redes, López Obrador acusó además a los integrantes del EZLN de que «luego, muy ‘radicales’ han llamado a no votar y ahora postularán candidata independiente». Recurrió así a aquella metáfora de que cuando las democracias se debilitan y las instituciones se encuentran en proceso de desmoronamiento, y la sociedad pierde de forma tal el sentido de lo que sucede que no distingue lo grave de lo superficial ni lo verdadero de lo aparente y falso, quienes habrían podido hacer algo no actuaron o lo hicieron de modo tan insustancial que dejaron al mejor postor el poder público y la toma de decisiones que más afectan a las personas, para que prácticamente todo acabe mal.
En un comunicado conjunto, el EZLN y el Congreso Nacional Indígena, reunidos en Chiapas, informaron que realizarán una consulta a sus bases para elegir a una candidata independiente para las elecciones presidenciales de 2018. Al final de su mensaje aseguraron que su lucha «no es por el poder, no lo buscamos», que se declaran en asamblea permanente y que llamarán a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarse para «fortalecernos en nuestras resistencias y rebeldías, es decir en la defensa de la vida de cada persona, cada familia, colectivo, comunidad o barrio», para «construir la paz y la justicia rehilándonos desde abajo, desde donde somos lo que somos. Es el tiempo de la dignidad rebelde, de construir una nueva nación por y para todas y todos, de fortalecer el poder de abajo y a la izquierda anticapitalista, de que paguen los culpables por el dolor de los pueblos de este México multicolor».
Párrafos antes, sostuvieron que «en nuestros pueblos nos construimos cada día en las resistencias por detener la tempestad y ofensiva capitalista que no cesa sino que se vuelve cada día más agresiva y se ha convertido en una amenaza civilizatoria no sólo para los pueblos indígenas y campesinos sino para los pueblos de las ciudades que deben también crear formas dignas y rebeldes para no ser asesinados, despojados, contaminados, enfermados, esclavizados, secuestrados o desaparecidos. Desde nuestras asambleas comunitarias hemos decidido, ejercido y construido nuestro destino desde tiempos inmemoriales, por lo que mantener nuestras formas de organización y defensa de nuestra vida colectiva es posible únicamente desde la rebeldía ante los malos gobiernos, sus empresas y su delincuencia organizada».
Así, luego de hacer un recuento de las agresiones contra los pueblos originarios de todo el país y de los presos políticos, como Luis Fernando Sotelo que fue sentenciado a 33 años de prisión «por exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa», reiteraron que «el cuidado de la vida y de la dignidad, es decir la resistencia y la rebeldía desde abajo y a la izquierda, es nuestra obligación a la que sólo podemos responder de forma colectiva. La rebeldía pues, la construimos desde nuestras pequeñas asambleas en localidades que se conjuntan en grandes asambleas comunales, ejidales, en juntas de buen gobierno y en acuerdos como pueblos que nos unen bajo una identidad».
Añadieron que «para defender lo que somos, nuestro caminar y aprendizaje se han consolidado en el fortalecimiento en los espacios colectivos para tomar decisiones, recurriendo a recursos jurídicos nacionales e internacionales, acciones de resistencia civil pacífica, haciendo a un lado los partidos políticos que sólo han generado muerte, corrupción y compra de dignidades; se han hecho alianzas con diversos sectores de la sociedad civil, haciendo medios propios de comunicación, policías comunitarias y autodefensas, asambleas y concejos populares, cooperativas, el ejercicio y defensa de la medicina tradicional, el ejercicio y defensa de la agricultura tradicional y ecológica, los rituales y ceremonias propias para pagar a la madre tierra y seguir caminando con ella y en ella, la siembra y defensa de las semillas nativas, foros, campañas de difusión y actividades político culturales.
«Ése es el poder de abajo que nos ha mantenido vivos y es por ello que conmemorar la resistencia y rebeldía es también ratificar nuestra decisión de seguir vivos construyendo la esperanza de un futuro posible únicamente sobre las ruinas del capitalismo».
Estimaron que «la ofensiva en contra de los pueblos no cesará sino que pretenden hacerla crecer hasta haber acabado con el último rastro de lo que somos como pueblos del campo y la ciudad. Portadores de profundos descontentos que brotan también en nuevas, diversas y creativas formas de resistencias y de rebeldías, es que este Quinto Congreso Nacional Indígena determinó iniciar una consulta en cada uno de nuestros pueblos para desmontar desde abajo el poder que arriba nos imponen y que nos ofrece un panorama de muerte, violencia, despojo y destrucción.
«Ante todo lo anterior, nos declaramos en asamblea permanente y consultaremos en cada una de nuestras geografías, territorios y rumbos el acuerdo de este Quinto CNI para nombrar un concejo indígena de gobierno cuya palabra sea materializada por una mujer indígena, delegada del CNI como candidata independiente que contienda a nombre del Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el proceso electoral del año 2018 para la presidencia de este país».
Foto de portada: Elizabeth Ruiz / Cuartoscuro.
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