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Andrew Korybko / Internacionalista 360°
Martes 4 de octubre de 2022
Su rechazo es una gran vergüenza de poder blando para el líder ucraniano, que no logró reunir ninguna respuesta significativa a la reunificación de Rusia con su región histórica de Novorossiya.
Los Mil Millones de Oro de Occidente liderados por Estados Unidos han estado provocando a Rusia durante las últimas tres décadas, como el presidente Putin explicó extensamente en su histórico discurso del viernes por la tarde antes de firmar los documentos sobre la reunificación de Novorossiya con su civilización-estado, sin embargo, sorprendentemente eligió no ir más allá de lo que ya lo ha hecho en ese mismo día al negarse a acelerar la membresía de Ucrania en la OTAN. La respuesta de Zelensky al acto de su homólogo ruso fue firmar el suyo propio para acelerar la adhesión de esa desmoronada exrepública soviética al bloque, sin embargo, fue rechazada por la OTAN, los Estados Unidos y la UE.
El secretario general de la OTAN, Stoltenberg, minimizó ese desarrollo varias horas después de que ocurriera durante una conferencia de prensa en la que reiteró la llamada política de «puertas abiertas», al tiempo que enfatizó la necesidad de centrarse en el apoyo inmediato en este momento. Sullivan se hizo eco de sus palabras ese mismo día, y agregó que «en este momento, nuestra opinión es que la mejor manera de apoyar a Ucrania es a través del apoyo práctico sobre el terreno en Ucrania, y que el proceso en Bruselas debería abordarse en un momento diferente».
Mientras tanto, el secretario de Defensa Austin, el mismo funcionario estadounidense que estuvo más cerca de confirmar oficialmente a fines de abril que el conflicto es en realidad una guerra de poder de la OTAN liderada por Estados Unidos contra Rusia a través de Ucrania, dijo: «Ese trabajo tendrá que hacerse en el futuro. Pero en este momento, estamos enfocados en hacer todo lo posible para asegurarnos de que Ucrania tenga lo que necesita para tener éxito». Finalmente, el jefe de política exterior de la UE, Borrell, también intervino para compartir sus pensamientos sobre el tema, declarando que «este no es el problema principal en este momento». Claramente, Occidente no tiene estómago para admitir a Ucrania en la OTAN.
Se puede llegar a varias conclusiones a partir de estas cuatro declaraciones oficiales de política. En primer lugar, Ucrania sigue sin ser elegible para unirse a ese bloque antirruso por sus propios criterios de admisión teniendo en cuenta sus disputas territoriales no resueltas con Moscú. En segundo lugar, ya es un miembro informal o «en la sombra» de la OTAN, ya que la única razón por la que esa desmoronada exrepública Soviética continúa luchando es porque está respaldada por esta alianza liderada por Estados Unidos después de que el asesor ucraniano Arestovich admitiera a fines de marzo que Rusia había destruido el complejo militar-industrial de su lado en ese momento.
En tercer lugar, por lo tanto, se deduce naturalmente que la guerra de poder de la OTAN liderada por Estados Unidos contra Rusia a través de Ucrania continuará indefinidamente, ya que cada funcionario citado anteriormente también reafirmó su compromiso de reconocer las fronteras anteriores a 2014 de su representante. Cuarto, a pesar de lo anterior, aún no han ordenado a Kiev que lance una abrumadora fuerza de invasión respaldada por la OTAN pero con frente ucraniano del territorio recién reunificado de Rusia y, por lo tanto, corren el riesgo de obligar al Kremlin a recurrir a armas nucleares tácticas como último recurso absoluto en defensa propia.
Y finalmente, la última conclusión a la que se puede llegar hasta ahora es que los principales funcionarios occidentales todavía están deliberando sobre los pros y los contras relacionados con ese escenario anterior, que aún permanece en las cartas. Por lo tanto, se puede decir que Occidente reaccionó sabiamente a la demanda de Zelensky de acelerar la membresía de su país en ruinas en la OTAN al negarse a aceptarla en este momento. Su rechazo es una gran vergüenza de poder blando para el líder ucraniano, que no logró reunir ninguna respuesta significativa a la reunificación de Rusia con su región histórica de Novorossiya.
Foto de portada: Internacionalista 360°.
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