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Oscar Alzaga*
Jueves 14 de septiembre de 2023
“Faltaría a mi deber si permitiera que continuaran existiendo zonas privilegiadas donde la Constitución siguiera siendo letra muerta. Con el cambio que acaba de operarse en el régimen de propiedad en esta Comarca, en vez de amenazar la solidez del orden social se crea una situación de permanente confianza, de estabilidad, de natural ajuste entre los factores económicos”.
– Lázaro Cárdenas (30-XI-1936).
El epígrafe se refiere al cambio operado por la Reforma Agraria del gobierno de Lázaro Cárdenas, aplicada en la Comarca Lagunera, con la que concluyó la huelga de 25 mil jornaleros y sus familias.
Alonso Aguilar afirmó que la etapa más importante de la lucha de clases en el siglo XX, después de la Revolución, fue la cardenista. Lástima que no haya podido desarrollar y escribir ese acierto tan importante. Porque casi nadie más ha advertido ese ángulo tan trascendente en la historia de México.
En efecto, el mayor número de huelgas en el siglo XX es de ese sexenio, y las más trascendentales también, así como los conflictos obrero-patronales más graves nacionales e internacionales son del cardenismo. En él creció la sindicalización al 300% de 1934 a 1940, junto con los contratos colectivos de trabajo y los mejores aumentos salariales fueron en esos 6 años. Una característica importante de esas luchas fue que las grandes obras cardenistas fueron precedidas por luchas sociales, véase la expropiación petrolera, la nacionalización del ferrocarril, la reforma agraria, la reforma educativa y otras.
De entrada, la crisis de 1929 a 1934 de Estados Unidos y el mundo fue el detonante de las luchas de 1935 a 1940 y el centro la demanda salarial urgente, éste subió de nivel con las huelgas, al reclamar más prestaciones en los contratos colectivos de trabajo (CCT) existentes o crear nuevos CCT. El surgimiento de nuevos sindicatos y nuevos CCT fueron luchas simultáneas. Por ejemplo, en 1934 surge el sindicato minero con 56 CCT. En esta etapa se ponen en marcha las comisiones mixtas en los centros de trabajo, o sea, la bilateralidad de las relaciones obrero- patronales, o diálogo social.
De modo similar, se dieron las luchas agrarias más importantes: a) en la Comarca Lagunera, la huelga de 25 mil jornaleros; b) las huelgas del henequén en Yucatán y Campeche; c) los conflictos agrarios en Valle del Yaqui y Valle del Mayo; los conflictos agrarios en el Valle de Mexicali, y otros en Michoacán, Tabasco, Soconusco (Chiapas). Con la mayor reforma agraria de la historia, que junto con las expropiaciones petrolera, ferrocarrilera y la reforma agraria fueron modelos para Nuestra América Latina.
El general Lázaro Cárdenas, desde que fue gobernador de Michoacán, llamó a los y las trabajadoras de las ciudades y el campo a organizarse gremialmente para defender sus derechos constitucionales, laborales y agrarios, lo mismo que llamó a los y las maestras a organizarse y jugar un papel de conciencia social vinculados con los campesinos, jornaleros, obreros, etc. En 1934 en sus giras como candidato a la presidencia volvió a llamar a los y las trabajadoras a organizarse y defender sus derechos, igual lo hizo como presidente.
1933 fue un año de cambios importantes. Ante la crisis de la CROM se salé de ella una importante escisión encabezada por Lombardo Toledano; más importante fue la integración y registro del Sindicato Nacional Ferrocarrilero, de gran tradición de lucha, que ayuda a los mineros a constituir su Sindicato Nacional que surge en 1934 y después apoya a los petroleros para constituir su sindicato único en 1935 y después el de azucareros y cañeros, etc. En 1933 se debate la educación socialista y se forman dos bandos: a favor y en contra. Se proyecta el Plan Sexenal para el gobierno, que reivindicó a la Constitución y su cumplimiento. Ganando esos debates el ala progresista del PNR
Los enfrentamientos de Cárdenas con los patrones y la oligarquía
En 1935 estallan 642 huelgas en el país que involucran a casi 150 mil trabajadores, por aumentos salariales, a lo que Elías Calles en junio de 1935 contestó con una amenaza a los huelguistas y de paso al gobierno de Cárdenas. La respuesta de los trabajadores fue al día siguiente rechazando la política patronal de Calles; 3 días después, sin prisa, contestó Cárdenas a la nación:
“Refiriéndome a los problemas de trabajo que se han planteado en los últimos meses y que se han traducido en movimientos huelguísticos, estimo que son consecuencia del acomodamiento de los intereses representados por los factores de la producción y que si causan algún malestar y aún lesionan momentáneamente la economía del país, resueltos razonablemente y dentro de un espíritu de equidad y de justicia social, contribuyen con el tiempo a hacer más sólida la situación económica, ya que su correcta solución trae como consecuencia un mayor bienestar para los trabajadores, obtenido de acuerdo con las posibilidades del sector capitalista”.
– Lázaro Cárdenas. Discurso del 15 de junio de 1935.
El expresidente Calles del lado patronal y el presidente Cárdenas del laboral. De 1928 a 1934 Calles fue el Jefe Máximo del país, ponía y quitaba presidentes (Portes Gil, Abelardo Rodríguez y Pascual Ortiz), creyendo que seguiría en 1935. Terminó expulsado del país por Cárdenas a finales de ese año. La mayoría de los historiadores han puesto su atención más en el conflicto Calles-Cárdenas, que en la lucha de clases en la que ambos se definieron.
En enero de 1936, con motivo de la huelga de la Vidriera de Monterrey, la patronal de esa ciudad regiomontana contestó a la huelga con un paro patronal de toda la ciudad de Monterrey, dijeron: “ni las moscas se movían”. Cárdenas entonces se trasladó a esa ciudad y leyó los temas que han sido definidos como su política laboral y les puntualizó a los patrones: “[…] o abren las fábricas o los trabajadores y el gobierno las abrimos y las ponemos a trabajar”. Las abrieron los patrones al día siguiente.
De 1934 a 1938 los petroleros que laboran para EL Águila (la Royal inglesa) y La Huasteca (la Standard yanqui) desarrollan una lucha que sienta las bases para la futura expropiación: dejan atrás los 19 sindicatitos para formas el Sindicato Nacional único que en 1935 aglutina a todos; en 1936 demanda la firma de un CCT que iguale a la alza los salarios y prestaciones de todos los petroleros. Ante la negativa de las empresas emplazan a huelga y la realizan en 1937, afectando a todo el país; el gobierno les pide que levanten la huelga y demanden un conflicto colectivo de naturaleza económica, lo que realiza el Sindicato, en la Junta Federal se hace el estudio de las condiciones económicas de las empresas, incluyendo a las empresa completas y sus sucursales, lo que pone en evidencia pública que son las dos empresas más poderosas del mundo y de las naciones más poderosas del mundo.
Al negarles a los patrones ingleses y yanquis sus amparos la Suprema Corte en enero de 1938 y negarse ellos a acatar el fallo, el presidente Cárdenas decreta la expropiación petrolera el 18 de marzo de 1938, como el acto de soberanía más importante de la historia del país.
De 1938 a 1940 el conflicto petrolero además de nacional pasa a ser internacional, al bloquear los gobiernos de Estados Unidos e Inglaterra el comercio de México con el mundo (como lo hacen los yanquis con Cuba) y al amenazar el presidente yanqui a Cárdenas: “México se debe someter a un tribunal internacional que fije los montos y las fechas de los pagos indemnizatorios de la expropiación petrolera.” La respuesta no se hizo esperar: “México no somete su soberanía nacional ante los tribunales internacionales: dejaría de ser soberano.” Estalló la Segunda Guerra Mundial y los yanquis centraron su atención en la guerra y terminaron comprando el petróleo nuestro y volvieron a comerciar con México.
“Es evidente que el problema que las compañías petroleras plantean al poder Ejecutivo de la nación con su negativa a cumplir la sentencia que les impuso el más alto tribunal judicial, no es un simple caso de ejecución de sentencia sino una situación definitiva que debe resolverse con urgencia. Es el interés social de la clase laborante en todas las industrias del país la que lo exige. Es el interés público de los mexicanos y aun de los extranjeros que viven en la república y que necesitan la paz y de la dinámica de los combustibles para el trabajo.
Es la misma soberanía de la nación, que quedaría expuesta a simples maniobras del capital extranjero, que olvidando que previamente se han constituido en empresas mexicanas, bajo leyes mexicanas, pretenden eludir mandatos y las obligaciones que les imponen las autoridades del propio país”.
– Lázaro Cárdenas. 18 de marzo de 1938.
Otro motivo de confrontación internacional con los yanquis fue la reforma agraria, ya que afectó la propiedad de varios millonarios dueños de grandes terrenos en los valles del Yaqui, Mayo y Mexicali; la zona algodonera de la Comarca Lagunera era propiedad extranjera, etc. El dueño de la cadena de prensa más grande de Estados Unidos fue afectado por la expropiación de sus grandes terrenos en México, por lo que lanzó una gran campaña contra Cárdenas, acusándolo de comunista.
Lo que dentro de México fue también una confrontación enorme con los grandes terratenientes nacionales de todo el país, como se sabe.
Rosario Castellanos hace una referencia del caso de sus padres hacendados en su artículo El hombre que salvó mi vida, al contar que ellos habían pactado casarla con su primo para juntar sus haciendas, cuando llegó la reforma agraria y arrancó aquellas propiedades, rompiendo el pacto. El hombre que salvó la vida de Rosario fue Cárdenas.
En ese sexenio, Cárdenas se mostró profundamente antimperialista y antifascista, además de ser solidario con los pueblos latinoamericanos, con los judíos de Europa y con los españoles republicanos, a esos tres grupos les brindó el asilo de México. No solo llevó a su cabal cumplimiento a la Constitución, el pacto político de la Revolución, sino que supo apegarse a las leyes. Guadalupe Marín en su libro “El mercado de trabajo” de 1955 (FCE), afirma que “durante la Administración del General Cárdenas más del 80% del total de las huelgas registradas tuvieron una solución favorable a los trabajadores.” Fueron 2871 huelgas en el sexenio, según la estadística del mismo libro.
Indudablemente el Presidente Cárdenas luchó por la Independencia, libertad y soberanía de México, así como por la democracia: “considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social, y cultural del pueblo”. decía el artículo 3 constitucional, antes de que los neoliberales suprimieran ese párrafo. Ello no quiere decir que Cárdenas no haya cometido errores, como su apoyo a Ávila Camacho como candidato a la presidencia o haberse opuesto a que los campesinos se integraran a la CTM.
Por todo ello, la estatura política y moral de Cárdenas es lo que Benito Juárez fue para México en el siglo XIX. Lo que para Cuba es José Martí, para México es hoy Lázaro Cárdenas.
* Abogado del Sindicato Minero y la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas (ALAL), y la Asociación Internacional de Juristas Democráticos (AIJD).
Imagen de portada: Lázaro Cárdenas del Río ha sido reconocido como un presidente cercano a las comunidades rurales por consolidar el reparto de tierras. Aquí, con campesinos, en una gráfica de 1935. | Foto: Autor anónimo, vía Secretaría de Cultura e Instituto Nacional de Antropología e Historia.
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