SOMOSMASS99
Agustín Ramírez Agundis*
Miércoles 5 de mayo de 2021
Veinte de octubre de 1975, 31 personas muertas, 70 heridas, 260 rescatadas entre los escombros, saldo del choque entre dos trenes en la línea 2 del Metro del entonces Distrito Federal. Noviembre 19 de 1984, más de 500 personas perdieron la vida, alrededor de 2 mil resultaron lastimadas, daños materiales en un área de tres millones de metros cuadrados como consecuencia de una explosión en una planta de almacenamiento de gas de Pémex en San Juan Ixhuatepec, en el Estado de México. Catorce de febrero de 1985, 42 personas fallecidas, alrededor de 70 hospitalizadas, como resultado de una estampida de peregrinos en los alrededores del Santuario de Chalma, también en el Estado de México. Marzo 31 de 1986, muertas 167 personas en el más grave accidente de aviación acontecido en México, fue en Maravatío, Mich. donde se desplomó el vuelo 940 de Mexicana de Aviación. Abril 22 de 1992, perecieron 212 personas, 69 desaparecidas, mil 800 con quemaduras, mil 142 viviendas dañadas, debido a una explosión provocada por una fuga de gasolina en el drenaje de la Ciudad de Guadalajara, Jal. Septiembre 26 de 1999, 72 personas muertas, más de 300 lesionadas, producto de la explosión en una tienda de cohetes en los alrededores de la central de autobuses de Celaya, Gto. Junio 5 de 2009, 49 niños menores de 4 años dejaron de existir y 106 resultaron heridos como efecto del incendio en una guardería subrogada por el IMSS en Hermosillo, Son. Veinte de diciembre de 2016, 42 personas fallecidas y decenas de lesionados por una explosión en un mercado de productos pirotécnicos en Tultepec, en el Estado de México. Enero 19 de 2019, 114 personas perecieron por la explosión en una toma clandestina de un ducto de gasolina en Tlahuelilpan, Hgo.
El día de ayer, 4 de mayo de 2021, de manera dolorosa vinieron a nuestra memoria esos fatales accidentes en los que en un solo suceso murieron decenas de mexicanos como consecuencia de eventos que de alguna manera podrían haberse evitado. Así sea el de uno solo de sus integrantes, prevenir cualquier situación que signifique un fallecimiento debe ser propósito fundamental de una sociedad que se precie de serlo. Mucho más lo es cuando la afectación es tan extensa como es el caso de los sucesos mencionados. No hay nada tan importante como la vida y, por eso, ninguna acción sobra cuando se pretende salvaguardar la integridad de la gente.
El día de ayer amanecimos teniendo como noticia principal la del accidente ocurrido en la Línea 12 del Metro en la Ciudad de México. La ciudad capital de nuestro país ha sido severamente afectada en varias ocasiones por trágicos acontecimientos, la mayor parte de ellos de origen natural, como los hídricos y, sobre todo, los telúricos, pero también por responsabilidad de las autoridades, como el del Metro en 1975 y, ni se diga, el de la matanza del 2 de Octubre, nunca completamente esclarecida. El tres de mayo de 2021, Día de la Santa Cruz, pasará a formar parte de la historia de la Ciudad de México, como una fecha en la que desafortunadamente veintitantas familias sufrieron la pérdida de al menos uno de sus integrantes.
Como en todas las ocasiones señaladas atrás, así como en las innumerables tragedias que han ocurrido a lo largo y ancho del país con motivo de sismos y fenómenos meteorológicos, es momento de que los mexicanos cerremos filas como respuesta a la adversidad.
Por las particularidades del siniestro, en tanto que tiene que ver con un servicio público de gran relevancia para la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad capital, es imprescindible actuar con responsabilidad para exigir a las autoridades el total esclarecimiento del accidente y el castigo establecido por la ley para los responsables. Asimismo, es necesario demandar al gobierno federal y de la Ciudad de México el apoyo a las víctimas del accidente y a sus familiares.
También es tiempo de impedir el paso a especulaciones y acusaciones sin fundamento. Acertadamente, la Jefa de Gobierno ha actuado con mesura y celeridad y ha anunciado la contratación de una empresa extranjera especializada que realizará un peritaje paralelo al de la Fiscalía General de la República para determinar las causas y los responsables del accidente.
Es la ocasión para que en México se ponga de manifiesto, en los hechos, que el gobierno no es el mismo, que el combate a la corrupción y la erradicación de la impunidad no son retórica sino una realidad.
* Esta es una colaboración del Colectivo Miguel Hidalgo de Celaya, Guanajuato, al que pertenece el autor.
Foto de portada: desInformémonos.
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