SOMOSMASS99
Edgar Cortez
Martes 29 septiembre de 2015
Estamos del mismo lado y trabajamos con el mismo objetivo: el de saber qué sucedió con sus hijos y castigar a los responsables. Esta es la frase mediante la cual el Presidente quiso congraciarse con los familiares de los estudiantes normalistas en la reunión realizada un par de días antes del primer aniversario de su desaparición forzada.
La primera parte de lo dicho: Estamos del mismo lado, no puede darse por cierta. Peña Nieto es el Presidente de la República y Jefe de Estado, le corresponde poner a funcionar toda la maquinaria de éste para dar una respuesta precisa a las preguntas de las madres y padres: ¿Qué pasó con los estudiantes? ¿Dónde están nuestros hijos? En el otro extremo están los familiares que exigen al Estado, representado por el Presidente, que cumpla con esa precisa obligación.
La segunda parte de la frase: trabajamos con el mismo objetivo… Podría darse por válida, pero sólo los resultados concretos pueden confirmarla y lo que conocemos de la investigación no tiene el alcance enunciado. Por tanto, en la actualidad el Presidente y los familiares están en polos opuestos.
Los resultados que presentaron, cada parte, como fruto de la reunión son otra constatación que no se está del mismo lado. Los familiares de los normalistas y las organizaciones civiles que les acompañan pusieron sobre la mesa ocho puntos:
- Reconocimiento de la legitimidad de nuestra búsqueda de justicia y de que el caso se encuentra abierto.
- Permanencia del GIEI, aceptación plena del informe del GIEI y sus recomendaciones.
- Replanteamiento de la investigación en una unidad especializada de investigación, con supervisión internacional, compuesta por dos instancias: una que indague a profundidad dónde están nuestros hijos y otra que investigue el montaje con que se nos pretendió engañar.
- Relanzamiento y concentración de la búsqueda a partir del uso inmediato de tecnología.
- Atención digna e inmediata a los heridos y familiares de nuestros compañeros ejecutados extrajudicialmente.
- Respeto a la Normal Rural Raúl Isidro Burgos y cese a los intentos de criminalización de los normalistas.
- Mecanismos de comunicación permanente, digna y con respeto a nuestros derechos.
- Reconocimiento y acciones de fondo frente a la crisis de impunidad, corrupción y violaciones a derechos humanos que vive México.
Mientras que de acuerdo con la versión dada por el vocero, el Presidente giró instrucciones para:
Uno. Investigar todos los hallazgos y posibles responsables que arroje la averiguación, reiterando que la investigación no se ha cerrado y llegará a donde tenga que llegar.
Dos. Incorporar las recomendaciones y líneas de investigación que ha propuesto el grupo de expertos, al que ya nos hemos referido.
Tres. Se deberán continuar los trabajos para saber qué fue lo que pasó de manera individual, con cada uno de los desaparecidos.
Cuatro. La Subsecretaría de Derechos Humanos, en coordinación con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, deberá asegurarse que todos los afectados tengan acceso a los mecanismos de atención a víctimas y se garantice, lo ordenó el Presidente de manera muy puntual, la atención médica de todos aquellos que resultaron lesionados en los sucesos de septiembre de 2014.
Atendiendo a la recomendación del grupo de expertos, la Procuraduría General de la República deberá integrar, lo ordenó el Presidente, un equipo de peritos del más alto nivel, para analizar los hechos ocurridos en el basurero de Cocula.
En este equipo de peritos, desde luego, podrá participar, si así lo aceptara, el doctor José Torero.
Y, finalmente, ordenó la creación, dentro de la Procuraduría General de la República, de una fiscalía especializada para la búsqueda de personas desaparecidas.
Por último, en relación a los ocho puntos planteados por el grupo de padres de familia, que le entregó al Presidente de la República durante la reunión y que el Presidente firmó de recibido de manos de uno de sus integrantes, el Presidente instruyó a la Secretaría de Gobernación, a la Procuraduría General de la República y a la Secretaría de Relaciones Exteriores, para que analicen la viabilidad de cada uno de estos ocho puntos que le fueron presentados.
Se puede discutir cuántas coincidencias o divergencias existen entre estas dos posturas, pero lo evidente es que no existe resultado alguno proveniente del encuentro. Cada parte llegó con sus propias ideas y salió exactamente con las mismas.
Para darle vigencia a estar del mismo lado se tiene que dialogar seriamente. Escuchar al otro, ponderar sus propuestas, ceder en las propias posiciones y, sobre todo, construir conjuntamente alternativas satisfactorias para ambas partes. Eso no es lo que priva en el caso Ayotzinapa.
Hay que ser claros. El día de hoy el Presidente Peña Nieto y los familiares de los estudiantes desaparecidos están en puntos distintos y las posibilidades de convergencia estarían en que se cumpla con la justicia, que se compone, según lo que dice la constitución por: esclarecer los hechos, proteger al inocente, procurar que el culpable no quede impune y reparar el daño. Esto es lo mínimo y no se puede seguir regateando a las familias y a la sociedad.
@edgarcortezm
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