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Ela Maartens y Peter Schwarz / WSWS*
Miércoles 9 de noviembre de 2022
La campaña de caza de brujas y difamación contra el músico de rock británico Roger Waters también ha llegado a Berlín. La semana pasada, Samuel Salzborn, el comisionado de antisemitismo del Partido Socialdemócrata-Izquierda-Senado Verde (ejecutivo estatal), pidió la cancelación de un concierto planeado por el cofundador de la banda Pink Floyd en la capital.
En lo que equivale a una calumnia escandalosa, Salzborn describió al músico en una entrevista con elBerliner Zeitungcomo «una de las voces más fuertes en el negocio de la música que difunde el antisemitismo israelí». Cualquiera que se tome en serio la lucha contra el antisemitismo no debería darle a Waters un escenario, dijo.
Intentos similares para evitar que Waters aparezca ya han tenido lugar en Munich, Frankfurt, Main y Colonia. Los conciertos planeados son parte de su gira de conciertos This Is Not a Drill, que ya ha atraído a una audiencia de 1 millón en los Estados Unidos y continúa en 13 países europeos el próximo año. El concierto de Berlín está programado para tener lugar en el Mercedes-Benz Arena en mayo de 2023.
La siniestra campaña contra uno de los músicos más admirados de los últimos 50 años se está llevando a cabo porque Waters, de 79 años, es un intrépido oponente de las guerras imperialistas y la reacción capitalista. Casi todas las canciones de This Is Not a Drill abordan «los problemas apremiantes de nuestro tiempo: la guerra imperialista, el fascismo, el veneno del nacionalismo, la difícil situación de los refugiados, las víctimas de la opresión estatal, la pobreza global, la desigualdad social, el asalto a los derechos democráticos y la amenaza de aniquilación nuclear», como escribió el WSWS en su reseña de la gira estadounidense.
Waters se ha distinguido notablemente como defensor de los derechos palestinos y opositor a la guerra de la OTAN en Ucrania. Los que están en el poder no lo perdonarán por eso. Después de haber prohibido prácticamente todas las voces críticas de los medios privados y públicos, ahora también están limpiando el arte y la cultura. Cualquier medio servirá. Calumnian a Waters sin parar como antisemita y partidario de Putin, aunque esto no tiene ninguna base de hecho.
En una publicación en Facebook que recibió un gran apoyo, Waters rechaza categóricamente esta agitación. «El alcalde de Munich y algunos miembros de los partidos políticos Verde y SDP y algunos otros portavoces del lobby israelí me han estado calumniando, acusándome de ser un antisemita y también un apologista de Putin», escribe. «Yo no soy ninguna de esas cosas. Nunca lo han sido y nunca lo serán.
«Sin embargo, soy conocido por ser un apasionado partidario de los movimientos por la paz en general y de la Declaración Universal de Derechos Humanos… en particular», continúa Waters. «Apoyo la igualdad de derechos humanos para todos mis hermanos y hermanas en todo el mundo, independientemente de su origen étnico, religión o nacionalidad». Por esta razón, dijo, se opuso al gobierno violento de un grupo étnico-religioso, el Estado judío de Israel, a expensas de los derechos humanos básicos de todas las personas que vivían en estos territorios pero no eran de la fe judía. Esto, dijo, era inaceptable.
Junto a esta publicación, Waters publicó una foto del libro nazi ardiendo en 1933, junto con una foto de él y su esposa Kamilah colocando rosas en las tumbas de los combatientes de la resistencia Hans Scholl y Christoph Probst en Munich.
Un ataque particularmente sucio contra Roger Waters fue publicado por el Jüdische Allgemeine bajo el título «Odio judío en gira». «El indudablemente talentoso bajista, cantante y compositor Roger Waters logra llenar muchos escenarios», afirma. Pero la «primera mitad de la frase ‘artista excepcional'» se refiere no solo a sus habilidades como músico, sino también a las «diatribas del bardo del odio». Difunde «puro antisemitismo», «teorías de conspiración» y mentiras y falsas acusaciones sobre el estado judío, escribe el periódico. Acusa al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de «alimentar el fuego en Ucrania, lo que constituye un ‘crimen’ importante».
El artículo aboga sin rodeos por cancelar la gira de Waters y evitar que tenga lugar, como ya se ha hecho en Polonia. Ahora solo estaba invitado a conciertos porque había «buen dinero para ganar» con ellos, dice.
El Jüdische Allgemeine es publicado por el Consejo Central de Judíos en Alemania, que está preparado para justificar cualquier crimen cometido por el gobierno israelí.
En las recientes elecciones parlamentarias israelíes, la fascista Liga Sionista Religiosa se convirtió en el tercer partido más fuerte. Su portavoz, Itamar Ben-Gvir, quien ha sido condenado varias veces por agitación racista, podría convertirse en ministro de policía bajo Benjamin Netanyahu. Bajo el anterior «gobierno del cambio» liderado por Yair Lapid, más palestinos han sido asesinados en los territorios ocupados que bajo cualquier otro gobierno desde 2005.
La campaña contra Roger Waters toma formas tan viciosas porque es popular entre sus admiradores no solo como un músico sobresaliente sino también por su coraje político en la defensa de los oprimidos. En los Estados Unidos, un millón de espectadores asistieron a sus conciertos This Is Not a Drill, y también se esperan arenas y estadios llenos en Europa.
El estado de ánimo de amplios sectores de la población está en desacuerdo con la propaganda oficial. Esto se aplica tanto a la opresión de los palestinos como a la guerra de la OTAN contra Rusia. Hay una tremenda necesidad de puntos de vista e información alternativos.
Así lo demuestra, entre otras cosas, un video en el que el ex corresponsal de Moscú Gabriele Krone-Schmalz analiza críticamente el papel de la OTAN en la guerra de Ucrania, que se hizo viral en YouTube y fue visto un millón de veces. Los medios de comunicación también desataron una venenosa campaña de desprestigio en su contra. Las élites gobernantes y sus portavoces sólo conocen una respuesta a la creciente oposición: la caza de brujas, la calumnia y la censura.
* World Socialist Web Site.
Foto de portada: Wikimedia Commons.
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