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Javier Hinojosa
¿Por qué esperar a que cada día la gallina ponga un huevo?, ¿Porqué no sacarle de una vez todos los huevos de oro que lleva dentro?
Cuento infantil anónimo.
Un amigo mutuo me presento hace ya un par de años a un danés experto en transporte y señalética que vive casado con una mexicana y jubilado en San Miguel de Allende desde hace más de 10 años, desde entonces se ha forjado entre nosotros una cálida amistad y, aunque los encuentros han sido espaciados, las conversaciones con él han sido sumamente amenas y enriquecedoras. Me ilustran sobre la riqueza cultural que muchos de estos expatriados nos traen desde lejanas tierras, su amor por México, su deseo de corresponder a la hospitalidad de nuestra gente tomando parte activa en la sociedad a través de las Organizaciones No Gubernamentales que ellos mismos han creado, el tremendo potencial que para nosotros representa contar con personas maduras y talentosas que han elegido a Guanajuato y en particular San Miguel de Allende como premio y destino final de sus vidas cargadas de historias de éxito y prosperidad.
No son turistas de paso, son lo mejor del mundo en la mejor de sus épocas dispuestos a dar lo mejor de si mismos en nuestro país. (Con anterioridad escribí un artículo titulado Mezclar es bueno, resaltando las bondades de esta migración de calidad)(1)
Mi amigo me mostró un artículo que le publicaron hace poco en un periódico local y que llamó fuertemente mi atención(2), les comparto algunos conceptos que pareciera se nos están escapando por igual a autoridades, planeadores y sanmiguelenses.
“San Miguel es una ciudad extremadamente popular, un lugar de moda, elegante y atractivo, cada día hay más turistas y cada día hay menos control del gobierno sobre el tráfico, el transporte, los servicios públicos y el comercio. La planeación urbana deja mucho que desear”
Menciona como la UNESCO sugiere regular el tráfico en el centro histórico y como los planes para contenerlo, abandonados por cuestiones políticas, han dado origen a la severa problemática de los autos estacionados ilegalmente en todas las calles del centro, lo cual, aunado a las angostas banquetas sembradas de postes y obstáculos, dificultan el tránsito a pié a peatones y minusválidos por igual.
Hace ver como, en oposición a los parámetros establecidos por la misma UNESCO que advierten no sacrificar las áreas de vivienda en el centro, existe hoy en día una creciente instalación de hoteles, restaurantes, tiendas y bares que están expulsando a pequeñas empresas locales y familias que vivían en casas por las que se ofrecieron precios exorbitantes, perdiéndose paulatinamente la vida de la ciudad, su principal atractivo.
Explica como las autoridades locales con apoyo del gobierno estatal y complicidad de oficiales federales, en contradicción con el Plan de Ordenamiento Ecológico Territorial (POET), han autorizado la construcción de un parque industrial en tierra agrícola considerada fundamental para la recarga de los acuíferos, decisiones precipitadas que pueden tener un efecto perjudicial e irrevocable sobre la disponibilidad de agua para la ciudad en el futuro.
Apunta como grandes terrenos son vendidos a especuladores para desarrollo de vivienda residencial sin contar con los permisos de venta o construcción, en franco desacuerdo con los planes urbanos, y como han cambiado el uso del suelo en lugares de baja densidad con el sólo propósito de favorecer intereses privados aceptando proyectos comerciales sin respeto o deferencia a normas y reglamentos.
Comenta la práctica tan común en nuestros municipios de dejar inconclusas obras y proyectos de administraciones anteriores como el rastro, el centro social, la deportiva o la concha acústica para conciertos al aire libre, por la sencilla razón de no haber sido ellos los de la idea.
Presagia una visión pesimista:
“Los problemas de tráfico serán horrendos, los visitantes, cansados de circular por la ciudad, pelearán por espacios donde estacionarse. En un futuro próximo será necesario comprar boletos para visitar la parroquia. Al no haber parroquianos, las iglesias se convertirán en museos, restaurantes o bares de moda, las procesiones por las que es tan conocido irán desapareciendo en la medida que los lugareños vayan siendo desplazados, las tradiciones pasarán de ser la historia y cultura presente a satisfacer las futuras necesidades de entretenimiento de los turistas, convirtiendo a la ciudad en un circo vacacional”.
Para evitar esta visión apocalíptica mi amigo propone acciones de sentido común que debieran implementarse sin demora:
Desde luego poner un alto a la instalación indiscriminada de hoteles, bares y restaurantes en el centro. Instalar estacionamientos en las entradas a la ciudad con servicio de autobuses preferentemente eléctricos con rutas bien señalizadas que cubran toda la ciudad y que permitan cambiar de autobús por la misma tarifa llegando a cualquier lugar sin tener que caminar más de 300 metros, esto permitiría convertir el centro histórico en un área libre de autos estacionados en las calles.
Ya sin autos en el centro podrán ampliarse las banquetas, equipar los cruceros con zebras bien marcadas para el paso de peatones, iluminar las calles llevando los cables de luz de manera subterránea o bien, más económicamente, sostenidos sobre las paredes de los edificios quitando así obstáculos al peatón y haciendo la experiencia de caminar la ciudad mucho más placentera.
Sugiere la construcción de un anillo sobre la calle Salida a Celaya que vaya de la glorieta del Pípila a la glorieta de la entrada frente a las oficinas administrativas a fin de disminuir el tráfico, el ruido y la contaminación en la ciudad.
“Los desarrollos de vivienda deben estar de acuerdo con los reglamentos y sobre todo, deben tratar de atender a las personas que viven en condiciones de mayor pobreza. Deberán utilizarse primero lugares ya aprobados para el desarrollo de vivienda antes de que cualquier nueva zonificación cambie el uso del suelo de una zona verde a un desarrollo urbano. El sitio industrial mencionado debería ser trasladado a un lugar aprobado por los planes de ordenamiento ecológico y territorial.
Concluye:
“Si la estrategia del actual gobierno continúa, turismo y dinero serán los grandes jugadores en San Miguel de Allende, mientras que el bienestar, la cultura, el patrimonio, su historia y singular arquitectura serán cosas que se mencionen en los discursos públicos pero completamente alejados de la vida real”
Sorprende la perspicacia de un extranjero que, sin lugar a dudas tiene un mejor conocimiento y visión de la ciudad que los lugareños o las mismas autoridades.
Sorprende también que habiendo tantos lugares en el estado para replicar e impulsar esta experiencia exitosa como lo son por lo menos, Guanajuato capital y los 5 pueblos mágicos, se concentre todo el esfuerzo turístico en San Miguel de Allende con el riesgo de sofocarlo y acabar matando a la gallina de los huevos de oro.
(1)Artículo Mezclar es bueno: http://www.javierhinojosa.mx/articulos/temasvarios/item/334-mezclar-es-bueno.html
(2)Artículo completo A vision of San Miguel de Allende de Ivar Schacke: http://javierhinojosa.mx/articulos/ciudadeshumanas/item/414-a-vision-for-san-miguel-de-allende.html
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