Violencia criminal e inseguridad

SOMOSMASS99

Alfonso Díaz Rey*

Viernes 8 de marzo de 2024

Los temas de violencia criminal e inseguridad son, sin duda, de suma importancia para nuestro pueblo. Es por ello que han sido punto de partida en las campañas que llevan a cabo las candidatas de las dos más importantes fuerzas políticas que aspiran a la presidencia de la república y que se enfrentan con mira en la elección del 2 de junio próximo. 

Esos, como todos los problemas, de cualquier índole, se resuelven mediante el conocimiento y corrección de las causas que los generan. Por ello es importante prestar atención a las propuestas de solución que en esos y otros aspectos presentan a la ciudadanía. 

Donde persisten situaciones extremas de desigualdad, marginación, inequidad, corrupción e impunidad, se crean condiciones para el surgimiento de una serie de conductas antisociales y actividades ilícitas que generan todo tipo de violencia y un ambiente de inseguridad.

En México, dado el tipo de organización política, económica y social, esas situaciones ya existían y se agudizaron por la acción de los gobiernos neoliberales, de modo que dieron como resultado el crecimiento de la violencia criminal y elevados niveles de inseguridad en varias regiones de nuestro país. 

Ha quedado claro que con la sola aplicación de políticas y medidas coercitivas y punitivas esos problemas no se resuelven. Es necesario implementar otras en aspectos sociales, educativos, laborales, culturales, recreativos y ambientales, entre otros, que eleven la calidad de vida de la población, sobre todo de la niñez y la juventud, y contribuyan a erradicar actitudes y acciones antisociales. 

Sin embargo, habría que considerar el tipo de sociedad en la que vivimos, una en la que prevalece la explotación del ser humano y la naturaleza con el fin de obtener ganancia de ello, ganancia que se la apropian quienes viven de esa explotación y que conforman un minúsculo sector de la sociedad; tal apropiación, la forma de propiedad y las relaciones de producción afines a ella crean las condiciones para el surgimiento y proliferación de la violencia y la inseguridad, por lo que podrían considerarse la causa raíz de esos  y muchos de los problemas que aquejan a nuestro pueblo.

Como pueblo tenemos la experiencia reciente de lo que significó el neoliberalismo, rechazado en las urnas en la pasada elección presidencial; aún más recientes están los intentos de quienes ahora son oposición para obstaculizar y oponerse a las medidas del actual gobierno que pretenden fortalecer a la nación y beneficiar a la mayoría de la población.

Por ello es importante no solamente el análisis de propuestas específicas que se realizan en las campañas electorales sino su viabilidad en el contexto del proyecto de país que tienen en mente y promueven quienes desde sus candidaturas representan a las diferentes fuerzas políticas en la contienda por la presidencia y las cámaras legislativas.

Además, no basta solamente con depositar un voto que avale un proyecto de país con el que estamos de acuerdo. Será necesaria la participación consciente y organizada de los diferentes sectores de nuestro pueblo para defender ese proyecto e impulsar y llevar a sus últimas consecuencias aquellas medidas que beneficien a la nación, así como para corregir las posibles desviaciones que se presenten. 

En fin, se trata de que la democracia no se restrinja únicamente a ejercer el derecho a votar sino a practicar de la manera más amplia, como pueblo, nuestra soberanía.

* Miembro del Frente Regional Ciudadano en Defensa de la Soberanía, en Salamanca, Guanajuato.

Foto de portada: Cámara de Diputados federal.