SOMOSMASS99
Emma Aguado / SomosMass99
San Luis Potosí, SLP. / Miércoles 26 de junio de 2019
Hay quienes nunca imaginarían lo que recorren los músicos para cumplir con un compromiso. Yo misma hace algunos años no tenía idea de que ellos, y quizá los repartidores de refrescos, son los más aguzados conocedores de los rincones más alejados de nuestro país, esos a donde no llegan las señales de Internet, en donde los caminos para llegar son escarpados, apenas visibles o peligrosos y la gente migra a Estados Unidos porque de plano la tierra y los animales no dan mucho para sacar adelante a una familia. Pero cuando se tiene suerte y se cuenta con el sustento que viene del norte, los que se han quedado de este lado se pueden dar algunos gustos como celebrar a toda pompa el regreso de algún pariente cada fin de año, o echar la casa por la ventana cuando algún festejo importante asoma por la ventana. Y este es justo el caso que hoy nos ocupa.
El fin de semana pasado don Jesús Ponce celebró su aniversario de nacimiento y contó que hará unos quince años, y andando en la política, conoció en Puente del Carmen San Luis Potosí al doctor Elías Chessani cantando algunos sones del huapango arribeño y desde entonces no le perdió la pista. Por eso su familia quiso darle el gusto de invitarlo a su cumpleaños 86, ni más ni menos. Don Jesús es originario de Los Anteojos municipio de Santa Catarina, San Luis Potosí, ubicado en la zona media del estado, un pueblo rodeado de montañas donde el calor es sofocante y la tierra es generosa en mangos y naranjas. Y hasta allá llegó el doctor Chessani luego de alrededor de cuatro horas de camino, desde San Luis Potosí, viajando en un auto muy compacto en donde le acompañaban su hijo Omar Naif, jarana, vihuela y segunda voz, su esposa Hilda María, bailadora y la voz principal que le acompaña, y otros dos músicos más Rogelio Hernández primer violín y Federico Martínez segundo violín, además de los instrumentos, la ropa, los sombreros, maletas y algunas cosas más. No fue fácil llegar a Los Anteojos pero al arribar al sitio la familia ya les esperaba y el recibimiento fue estupendo.
En la casa de don Jesús el encargado de sonido, contratado expresamente para la ocasión, ya tenía instalado el escenario improvisado a la entrada de la casa con micrófonos y bocinas, desde donde se miran las montañas a los alrededores. Los músicos confiadamente encontraron sus lugares y enseguida fueron invitados a comer antes de empezar la tocada: refresco, cerveza, arroz, carne de puerco, barbacoa, tortillas recién hechas, picadillo, los platos rebosantes de fiesta y generosidad. Y luego el ritual: Chessani termina de comer y lleva a la mesa una bolsa con extraños implementos, saca cuatro uñas que pegará en su mano derecha con resistol y explica que lo hace todo el tiempo antes de empezar a tocar y que le ayuda a interpretar mejor su huapanguera.
Cuando los músicos están listos arrancan con el primer huapango arribeño dedicado al festejado, “…le venimos a felicitar y a que orita festejen su fiesta por eso decirles me resta, por ustedes yo quiero brindar… don Jesús Ponce este día una y mil felicidades que cumpla sus realidades y goce la simpatía. En su tierra de enormes tamaños he venido a brindarle mi cuita en su tierra preciosa y bendita ante propios también los extraños, le deseamos que nunca haya engaños que la virgen lo sepa cuidar, que su historia pueda continuar, que se escriba con oro y con bronce hoy y siempre señor Jesús Ponce”…
Luego del arranque acompañado por muchos bailadores, la tocada continuó hasta más allá de las diez de la noche alternando sones huastecos dedicados a la vida rural potosina y huapangos arribeños con una ingeniosa lista de versos improvisados por el trovador: “El ranchero es campesino así será su destino porque ilumina la aurora, la tierra de un potosino”.
A pesar de sus apellidos, el doctor Elías Chessani es muy mexicano tan es así que es originario de Río Verde, San Luis Potosí, uno de los lugares del estado más representativos del son arribeño, junto con San Ciro de Acosta. Sus apellidos Naif y Chessani que llaman tanto la atención tienen su raíz en tierras árabes y francesas por parte de padre y madre. Recuerda que lleva 34 años de trovador lo que le ha dado oportunidad de viajar por algunos lugares del mundo como España, Bulgaria, Italia, Ecuador, Venezuela y Estados Unidos, por supuesto México, y ha pisado escenarios importantes como el Festival Internacional Cervantino, el Festival de versadores de América Latina y el Caribe, y orgullosamente ha participado en la mayoría de los Festivales de las Huastecas que se realizan anualmente. A la fecha lleva 27 discos, el último presentado el pasado 21 de junio en instalaciones de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, en donde lleva 17 años con el programa radiofónico “Huapangueros de Río Verde”. Chessani es médico de profesión pero se dio tiempo de alternar su carrera con la de músico; cuenta que el gusto por la música le viene desde muy niño, “cada sábado me gustaba mucho cómo los versadores trataban temas didácticos, de astronomía, de gramática. Y todo eso se fue adhiriendo a mi vida con una profundidad enorme”.
En estas tradiciones es importante para el trovador recordar a sus antecesores y sobre todo a sus maestros, por eso Chessani reconoce a don Agapito Briones como su maestro, quien le entregó las reglas de la versada y además trae a su memoria a otros grandes improvisadores de la palabra de aquellos tiempos como Adrián Turrubiartes, Cándido Martínez, Miguel González, Antonio García y menciona que afortunadamente los jóvenes están interesados en esta tradición por lo que no le preocupa que a corto plazo pueda desaparecer. Menciona a algunos de ellos: Pedro Sauceda, Claro González, José Mendoza y Celso Mancilla algunos de los poetas campesinos más reconocidos en la actualidad.
Por estos caminos siempre será una suerte encontrarse a alguno de estos poetas en alguna fiesta o topada lejana de las ciudades, porque allí, en aquellos parajes lejanos el canto campesino adquiere todo su sentido y profundidad, aunque no está mal que las ciudades también reconozcan el legado. Por eso el músico nos invita a acompañarlo el próximo 29 de junio en Río Verde en la Feria de la Naranja… en una de esas se paran a bailar.
Video y fotos de portada e interiores: Emma Aguado / SomosMass99.
1 Comentario
MI APELLIDO CHESSANI NO ES FRANCES ES ITALIANO DE LOS MIGRANTES QUE LLEGARON A CIUDAD DEL MAIZ SLP ,AHI NACIO MI MAMA MARTHA CHESSANI. GRACIAS POR SU VISITA A SANTA CATARINA DR ELIAS CHESSANI